La comida para hacer las paces

31 5 0
                                    

Keira.

Sentía un calor interior fuera de lo común sentí unos brazos rodeando mi cintura y un aliento detrás de mi cabeza.

Me giré y abrí un ojo.

Mierda.

Mucha mierda.

Ya no me acordaba de Zander y de lo que había pasado ayer. Cuando lo vi me levanté enseguida de la cama como un rayo. Hay que decir que me levante alterada por él.

Solo pensar que dormimos toda la noche juntos y así de juntos. Altero mis hormonas de adolescente.

Me fui a mi cuarto y me vestí rápido con unos vaqueros y una sudadera sin más.

Volví a la habitación donde estaba durmiendo él.

Pero él ya estaba despierto su pelo estaba revuelto, sus ojos estaban medio hinchados y con ojeras.

Me miro.

Le mire.

Me sonrió y rodé los ojos, para ir y sentarme en mi lado de la cama a espaldas de él.

- ¿Por qué Keira?

- ¿Qué?

- ¿Que por qué, me tratas así de bien? Te he robado y no he sido la mejor persona en estos momentos que digamos.

No. No lo había sido pero su voz se notaba claridad y que decía la verdad.

-Mira Zander puedes que seas un imbécil, infantil, caprichoso, ladrón, egocéntrico ...

-Me hago una idea, pero gracias por tu aportación Keira.

-Pero sigues siendo una persona. Y mis valores siempre han sido ayudar por que un día puedes ser tú el que estés necesitado. Y si, no debería de haberte ayudado, pero has tenido suerte. Ahora fuera de mi casa.

Se quedó callado mirándome fijamente con esos ojazos y se levantó de la cama y dio unos pasos hacia mí.

Me sentí vulnerable él era tan alto y yo aun siendo alta me sentí pequeña.

Me cogió de la mano y deposito un beso ahí. Me quede como una estatua hasta que el hablo.

-Muchas gracias, por eso te vienes a comer a mi casa.

Espera.

Espera.

Espera.

¡Zander me acaba de invitar a comer a su casa! ¿Qué está pasando? Si hace tres días me amenazaba para que no entrase esto debería ser una trampa no me lo creo.

- No gracias.

-No es una pregunta, es una afirmación. Ahora vámonos.

- No. - Me volví a negar.

-Mira Keira no te voy a comer a ti. Por qué no quieres claro. Tráete a esa amiga tuya si estas más segura.

A ver no quería ir, pero por un lado sabría un poco más de la niña y eso ya me gustaba más. Y si venia Maddie seria todo más cómodo y eso ya me gustaba más.

-Vale, voy a llamarla. Ahora vuelvo.

Me fui fuera de la habitación para hablar con más privacidad con Maddie. Le llame ...

Un tono, dos tonos, tres tonos y me lo cogió. ¡Al fin!

-Dime Keira. - Contesto con su voz alegre.

-Maddie, tienes que venir.

- ¿Qué ha pasado algo?

-Zander me invito a comer y me ha dicho que te puedo invitar. Así por favor dime que puedes venir.

CURIOSIDAD. Mi misterioso vecino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora