8. El centro comercial

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Dos meses después de la fiesta

Os pondré al día con lo que pasó en estos últimos dos meses. Primero de todo, Norman y yo hemos entablado una enorme amistad, solíamos quedar a cenar y a ver pelis en su casa o en la mía. Jamie había empezado la escuela de arte, sus profesores estaban asombrados, todos creían que llegaría muy lejos. Con respecto a Andrew, habíamos coincidido varias veces.

La primera fue en una cena en casa de Norman un par de semanas después de nuestro encuentro sexual, estuvimos hablando largo y tendido de nuestros pequeños, eso hizo que el ambiente se relajase entre nosotros, además, aquel día Gael no apareció por ahí.

- ... así que durante todo ese mes tuvo que dormir en mi cama - le contaba cuando Jamie tuvo terrores nocturnos tras ver por primera vez The Walking Dead - se pensaba que nos iba a pasar a nosotros - ambos soltamos una carcajada.

- Es un niño muy listo. Debe haber una larga cola de hombres queriendo que calmes sus terrores nocturnos - y es que habíamos vuelto a beber de más. No pasó nada entre nosotros aquella noche, pero nos conocimos más y aunque me duela, porque no será posible, caí más en sus redes, era amable, divertido, caballeroso y cariñoso. Me dio alguna caricia fugaz bajo la mesa cuando nadie miraba, pero estas no eran sexuales, eran tiernas, como si quisiese memorizar la textura de mi piel.

La segunda vez que coincidimos fue en el set de grabación, esta vez fue Nicotero quien nos invitó a pasar el día para que Jamie pudiese ver los zombis y dibujarlos para un proyecto que contaba muchísima nota en la escuela de arte.

Andrew y yo intercambiamos miradas y sonrisas ¿por qué tenía que ser imposible? Sé que le gusto y a mi me gusta, de hecho, creo que estoy perdidamente enamorada de él, pero sé que él no va a dejar a su mujer, ama demasiado a su familia como para hacerlo ¿que cómo sé esto? Porque me lo dijo él aquel día - Quiero que sepas que por dentro muero por ti, te pienso mucho - dijo cabizbajo - pero no puedo hacerle esto a Gael, no puedo hacerle esto a Arthur y Matilda - yo simplemente asentí y ahí quedó todo.

La tercera y última vez que nos vimos fue de manera fortuita, ya que él me evitaba constantemente, se enfadaba si me acercaba a hablarle porque al parecer Gael estaba celosa de cualquier mujer que se le acercase últimamente y no quería tener bronca con ella porque yo no pudiese aceptar que nunca estaría conmigo. Le llamé y le envié mensajes.

Ruby: Tenemos que hablar, Andrew, es importante.

Andrew: Ahora mismo nada me importa más que mi familia,

así que por favor,

no vuelvas a contactar conmigo.

¿Así cómo iba a decirle que estaba embarazada? La noche de la fiesta no usamos protección, pero parece que la única que sufre las consecuencias de aquello era yo. Norman estaba al tanto de todo, ya que llegué llorando a su casa nada más me hice el test, pero obviamente no le dije quién era el padre, sólo le dije que él no quería saber nada de mi, que estaba en esto sola y no sabía cómo iba a sacar a Jamie y al bebé adelante, con mi sueldo en Donna's no podría brindarles lo que necesitan.

Norman se ofreció en ayudarme, pero no quería aceptar su dinero, así que me dijo que hablaría con Nicotero para conseguirme un trabajo en la serie, intentarían mover los hilos, ya que sería un sueldo mucho mayor que me permitiría cubrir todos los gatos del pequeño que viene en camino.

Había ido sola al ginecólogo, me hicieron la primera ecografía, eran tan pequeño... guardé las 3 copias que me dieron en mi bolso, una era para mi, otra para los Penn y la última tenía la esperanza de dársela a Andrew algún día.

Después de mi cita con el doctor decidí ir al centro comercial, era una tarde de viernes, por lo que las tiendas y los restaurantes estaban abarrotadas. Fui caminando hacia una tienda de bebés, quería comprar algo para anunciarle a Jamie que iba a ser tío, pero no sabía el qué, ¿Un chupete? ¿Un body que pusiese 'Tengo el tío más molón del mundo'? Tenía claro que quería comprar uno para pedirle a Norman que fuese su padrino. Estaba en la tienda escribiendo en un papel la frase que quería para el pequeño body 'Cuidado, mi padrino sabe cómo usar una ballesta'. De ese modo serviría tanto si fuese niña, como si fuese niño, aunque algo en mi interior me decía que iba ser un varón.

- ¡Ruby! - escuché una pequeña voz a mi espalda y me giré sorprendida al encontrarme a la pequeña Matilda. Corrió a mi y me abrazó.

- Hola cariño, ¿cómo estás? - miré alrededor al ver que no la veía acompañada de ningún adulto - ¿qué haces aquí sola, cielo?

- Me he perdido - hizo un puchero - he venido con papá y Arthur a pasar el día. Me distraje con un escaparate y no les encuentro por ninguna parte.

- Tranquila, ven, vamos juntas y los encontraremos enseguida - no le podía decir que no podía llamar a su padre ni enviarle un mensaje porque había bloqueado mi número, según él para evitar la tentación.

Lo que no sabíamos en ese momento era la tragedia que nos deparaba el destino.

***

(Narrador omnisciente)

- Bueno, ya tenemos todo - Andrew puso toda la compra en las bolsas y se giró para ver a Arthur jugando con su video consola - ¿Dónde está tu hermana? - él se encogió de hombros - Maldita sean, Arthur, deja de mirar la puñetera pantalla.

- N-no sé dónde está - dijo el pequeño nervioso, no estaba acostumbrado a que le levantase la voz, nunca lo hacía, pero últimamente hacía falta poco para que se alterase. En el fondo sabía que era por la rubia que ocupaba día y noche sus pensamientos, pero con la que se había prohibido ser feliz porque hizo unos votos de matrimonio y no quería que sus hijos sufriesen por un divorcio que de seguro sería complicado dado a su trabajo.

- Dame la mano - tomó a su hijo de esta y salieron rápido de la tienda, habían ido a por accesorios de acampada, ya que se iban a ir los cuatros unos días al monte.

Andrew se tensó cuando se comenzaron a escuchar disparos y a gente gritar. 'Mierda, mierda, mierda, Matilda ¿Dónde estás?'. Algo iba terriblemente mal, se escuchaba el sonido de un arma de ráfaga en la planta de abajo en la que ellos se encontraban. Rápidamente tomó a Arthur y lo escondió tras montones de cajas y ropa de una tienda.

- Arthur, cariño, quédate aquí y no hagas ruido. Voy a buscar a tu hermana ¿vale? - el niño lloraba asustado acurrucándose donde su padre le había dejado - no salgas hasta que yo vuelva. Bajo ningún concepto - el pequeño asintió y él salió corriendo buscando a su hija gritando su nombre.

Dejó de escucharse el arma de ráfaga para pasar al de una pistola, había mucha sangre. Decenas de gente herida e incluso muerta, Andrew se hacía paso ya que iba en dirección contraria a la gente que huía. Entonces vio la cabellera rubia, ella tomaba de la mano de Matilda y la escondía tras de sí para protegerla, ya que frente a ellas estaba un hombre armado apuntándolas.

- ¡La niña no! - pudo escuchar el grito de Ruby. Ël estaba roto, con el corazón desbocado, no podía ser, que las dos chicas a las que más amaba en este mundo estuviesen en peligro y a nada de arrebatarles la vida.

Se escuchó un disparo que impactó en el abdomen de Ruby, quien forcejeó doblando la muñeca del agresor hasta que consiguió apuntar a este y disparó, haciendo que cayese fulminado en el suelo. Andrew corrió hacia ellas. Abrazó fortísimo a su pequeña, besó su cara y comprobó que no estaba herida. Y la mandó esconderse en la tienda de al lado, a lo que Matilda obedeció inmediatamente, aún no sabían si había alguien más armado.

Vio cómo Ruby se dejaba caer, con los ojos entrecerrados.

Ella creía que debía ser un sueño o estaría ya muerta, porque podía ver a Andrew arrodillado, presionando el ardor que sentía en su abdomen. Otra mano suya le tomaba la cara, no podía mantenerla, notaba que la vista se le nublaba, pero pudo ver cómo él lloraba desconsolado.

- Ruby, no me dejes, por favor - se escuchaba su voz entrecortada, fluidos corrían por su cara - Te amo, Ruby. Joder, te amo, no me dejes - la besó, besaba toda su cara, su pelo, sus labios, quería que la sintiese. -¡Ayuda! - gritaba desesperado - Te amo, te amo, te amo - susurraba en sus labios - te prometo que si no me dejas lo arreglaré todo para estar contigo, haré lo que haga falta, pero no te vayas, aguanta, amor. - Andrew siguió hablando pero Ruby ya había perdido la consciencia.

No me dejes (Andrew Lincoln)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora