9. Tragedia

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(ANDREW)

Acababa de entrar en el hospital cubierto de sangre. Gael había venido a recoger a Arthur y Matilda para llevarlos a casa, un psicólogo iría allí para hablar con ellos, ya que había sido un episodio traumático para todos los que estuvieron allí.

Corrí a la recepción, necesitaba encontrar a Ruby, se la llevaron en ambulancia con el pulso muy débil ya que había perdido demasiada sangre.

- Por favor, necesito saber cómo y dónde esta Ruby Lynn - creo que se notaba mi desesperación por que la recepcionista tecleó enseguida su nombre en la base de datos.

- Está en quirófano, puede esperar en la sala que hay todo recto a la izquierda, el médico saldrá en cuanto pueda para informar de sus situación.

- Muchísimas gracias.

Mientras esperaba, completamente nervioso llamé a Norman, sabía que él y Ruby tenían buena relación.

Hey, tío, ¿has oído lo que ha pasado en el centro comercial? - preguntó Norman.

Norman... - sé que me pudo escuchar sollozar como un niño pequeño - Y-yo estaba allí.

- Joder Andy, ¿estás bien?

- Arthur y Matilda están en casa, yo estoy en el hospital - volví a romper en llanto - Es Ruby... -Norman me interrumpió.

- ¿Qué pasa con Ruby? Voy para allá, no cuelgues - podía escuchar cómo Norman pedía un taxi y le daba la dirección del hospital de Senoia.

En poco menos de 10 minutos Norman llegó al hospital y se encontró conmigo, nos fundimos en un abrazo y yo volví a llorar desconsolado.

- Matilda se perdió. Ruby la protegió con su vida - me costaba hablar y respirar- recibió un disparo. Ha perdido mucha sangre, está muy mal, no sé si sobrevivirá, yo no puedo vivir sin ella, Norman, no puedo - me fallaban las piernas así que Norman me ayudó a sentarme en una de las sillas de la sala.

- Así que eras tú el maldito bastardo - no sabía a qué se refería - Ruby lleva meses destrozada por ti, nunca me dijo que fueses tú, pero te juro que si no estuviésemos en un hospital, ahora mismo te reventaba a puñetazos.

Nos quedamos en silencio hasta que una hora después un médico con ropa de quirófano salió.

- ¿Familiares o allegados de Ruby Lynn? - Norman y yo nos levantamos como un resorte y corrimos hasta llegar a él. - Ruby está en la UCI, ha perdido muchísima sangre, se nos están acabando las bolsas de A+, por lo que necesitamos donantes cuanto antes.

- Yo soy O+, puedo donar toda la sangre que ella necesite - me apresuré a decir.

- Ahora tomaremos nota entonces - suspiró y continuó hablando - su estado actualmente es muy delicado, las próximas 48 horas son clave. - volví a interrumpir al doctor.

- ¿Puedo entrar a verla, por favor? - rogué, necesitaba verla.

- Sólo pueden entrar familiares cercanos y cinco minutos - comentó el doctor.

- Soy su marido - sé que Norman me miró sorprendido.

- De acuerdo, ahora podrá pasar a verla - el doctor suspiró - tengo una mala noticia - mi amigo me puso una mano en el hombro, como si él supiese lo que iba a decir a continuación - No hemos podido hacer nada para salvar la vida del bebé, lo siento mucho - me miró y dio unas palmadas en mi hombro. Creo que dejé de respirar y todos los intentos de Ruby para contactar conmigo cobraron sentido. No sólo estoy a punto de perder al amor de mi vida, sino que también he perdido a nuestro bebé.

Realmente no sé qué pasó después, escuchaba todo demasiado de fondo y las cosas a mi alrededor se movían muy rápido. Entré en la habitación y me encontré con mi 'esposa' conectada a una infinidad de cables, tomé su mano, tan suave como la recordaba y besé su frente.

- Mi amor... te estaré esperando. Te prometo que voy a cuidar de Jamie hasta que puedas volver con nosotros a casa ¿sí? - pasé mi mano por su abdomen y la dejé ahí - siento haber sido tan poco hombre, pero eso va a cambiar. Voy a estar aquí hasta que puedas salir de este maldito hospital de mi mano - las lágrimas ya volvían a caer - hemos perdido a nuestro pequeño, no sabía que perder algo que no sabía que tenía podría doler tanto, ojalá hubiese sido yo el que recibiese el disparo. Te amo, Ruby - besé su sien y me dirigí a la puerta ya que una enfermera me miraba con mala cara, había estado algo más de tiempo del que me dejaban.

Al salir me dieron una bolsa con sus pertenencias, entre ellas encontré tres fotos de una ecografía y rompí a llorar desconsolado en el pasillo del hospital.

No me dejes (Andrew Lincoln)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora