Mágico Amor.✰||YoonMin.||

Recordar.

•||☆|☆|☆||•
.
.
.
.
.
.

Con ese mismo sentimiento en el pecho, me puse aquel suéter, estaba muy abrumado así que me senté en el piso, frente a la puerta, no quería forzarme a recordar algo, solo conseguiría sentirme peor y más frustrado.

En un impulso me levanté, estaba nervioso, por lo que fallé en ingresar el código más de tres veces.
Con el corazón agitado, corrí hacia mi auto, desconocía la hora, solo sabía que era tarde, en mi mente estaba la idea de ir en busca de Jin.

Él sabia algo, por más ilógico que sonara e irreal lo que hubiese visto y soñado, yo lograba ser consciente de que todo era real, todo mi ser sabia a donde dirigirme.

—Agust D, si alguien te ve por la calle a estas horas sería un gran problema para ti.

Llegué a casa de Jin, yo podría estar equivocado pero era como si él estuviera esperando mi visita.

—¿Recordaste algo?—me preguntó.

—Hay alguien Jin...aquí.—dije tocandome el pecho, pasando el nudo en mi garganta.—pero...no sé...Jin, no sé que esta pasando, no sé si me estoy volviendo loco...estoy muy perdido, ayúdame.

Dije en una súplica porque sentía que Jin era para mí una especie de guardián, no me importaba ya lo absurdo que parecía toda esta situación, la vida que yo llevaba ya era absurda de por si.
Ahora simplemente estaba dejando fluir las cosas, sin razonar o reflexionar del todo, no quería darle freno a las situaciones por las que estaba pasando.

—Exacto. Hay alguien.

La respuesta de Jin me ilusionó de sobremanera.

—Dime que esta pasando Jin, estoy...estoy asustado.—dije acercandome a él, quería aunque fuera una respuesta poco creíble.

—No has encontrado a stregone, de esa forma no te puedo ayudar YoonGi...yo tampoco recuerdo del todo, pero es lo que te hace feliz, así que mi meta es que siempre seas feliz, aunque se me adelanto ese...idiota.

—¿De qué hablas?

—Jin deja pasar a YoonGi.

La madre de Jin se asomó desde el fondo de un pasillo, su presencia me erizó la piel, su aura era muy fuerte, sin embargo, me percaté de algo, al lado del apartamento de Jin, estaba el que había sido mi antiguo apartamento, tenía miedo de voltear a ver mi puerta siquiera, pues sentia que ese había sido el lugar donde se había perpetrado mi terrible crimen del que no tenía conocimiento.

—Te daré un resumen.—dijo Jin, sentándose en el sofá, mirando sus uñas, me sorprendió la cantidad de anillos de oro sobre sus dedos y las decenas de pulceras en su muñeca.—Mi mamá es una bruja jubilada y yo soy un mago.

Eso había sido inesperado, el sentimiento que tenía se mezcló con el de incredibilidad.

—Ajá...

—hay un punto en la luna, en donde nuestra alma exististe, esa energía es enviada a nosotros, seres en la tierra, con el fin de servirles a ustedes, para hacer felices a las personas que lo merecen, a algunos magos se le asigna una persona.

—Ok.—seguía sin creer ni una sola palabra, quería una respuesta certera y esas personas se estaban burlando de mi, la madre de Jin llegó con un recipiente muy extraño, con agua humeante, poniéndolo sobre la mesa.

—Tienes que creer que la magia existe YoonGi.

—Ok.

—Yo soy tu guardián, se supone que debía cumplirte un deseo, pero alguien se atrevió a tocar terreno que no le pertenecía, solo para quitarte a esa persona, pero ¡mierda! No puedo recordar.