Un tequila... Dos, tres. Jennie estaba mareada y agotada de tanto bailar
Tomó asiento en uno de los sofás de cuero
-¿Es enserio agente Kim?
Al alzar el rostro, observó con resentimiento a la tailandesa, quien sonreía con picardía sin importar la capa perlada de sudor que descendía por su sien
-Dios, no puedo más, eres incansable Lisa, no siento las piernas
La pelirroja arqueó una ceja con picardía mientras se hacia una coleta alta para disminuir el calor
-Eso se escuchó realmente mal
La coreana amplió los ojos con las mejillas sonrojadas de vergüenza
-Me refería al baile Manoban
Lisa esboza una sobrias andina y le ofrece una mano con gesto galante
-Vamos Jen, quiero mostrarte algo
Jennie no lo dudo. Sujetó la mano de la mas alta y se dejó llevar. Ambas entraron a un área cerrada y Jennie se sorprendió al instante
-¿Pero qué...?
Adentro parecía una minifarmacia con estantes dorados repletos de pastillas. Habían Sofás de cuero blanco y una musica instrumental. Todo parecía muy relajado, salvo que Jennie sabía lo que ocurría realmente allí
-Solo una Brenda
-Enseguida jefa
La castaña vio curiosa como la chica le entregan una pildora de color rosa y le ofrecía agua mineral.
-Vamos Kim
- ¿A dónde vamos ahora?- pero la mas alta no respondió. En cambio siguieron su camino hasta un ascensor - ¿es droga?
La tailandesa la miró con un brillo extraño en los ojos, lo cual consiguió estremecer a la agente
-¿Confías en mi Jennie?
La nombrada no respondió ¿realmente podía confiar en ella? Lisa no esperó una repuesta y abrió la siguiente puerta
Adentro todo estaba en penumbras, lo que le dificultaba a la coreaba ubicarse en el lugar
-¿Que es esto Lisa?
-Esto Kim...- con agilidad dio con el interructor, iluminando a estancia- es mi despacho
Jennie vio la oficina que, en definitiva, parecía más bien un área de descanso. Un Billar, un plasma y un amplio sofá en fitrma de L. A un costado un minibar de lujo, he incluso una máquina exprendedora y en el centro un escritorio
-Parece que descansas mucho en horas de trabajo, ¿Eh Manoban?
La nombrada se encogió de hombres
-La jefa del lugar necesita sus comodidades. Además tengo gente que se encarga de la discoteca. Ni siquiera Rose la dirige
La de ojos felinos lo pensó por un momento
-¿Entonces? ¿Esto es una tapadera?- preguntó Jennie usando su análisis de detective
Lisa sonrió de lado. Sus tacones resonaban al caminar, y Jennie creyó que jamás había visto una mujer tan dominante y sensual sobre unas jodidas platabandas.
-Agente Kim, la curiosidad no acarrea nada bueno- tomó un vaso y lo llenó de agua
Jennie vio a la tailandesa acercarse a ella y al instante su corazón empezó a bombear con fuerza. De tal modo que ni siquiera kai había provocado algo así en ella
-La curiosidad me trajo hasta ti- soltó con voz ronca. El licor en su sistema, y la presencia de la psicópata la tenían atontada
-Y eso será tu condena- Lisa le entregó el vaso y mirándola fijamente acercó la pastilla a sus labios- Soy peligrosa agente kim, y toda Corea lo sabe
Jennie sin pensarlos veces tomó la pastilla entre sus dientes y con la mirada puesta en Lisa la tragó con la ayuda del agua
-Asumiré las consecuencia
Jadeó al sentir como la más alta la tomaba de la cintura y la apegaba a ella para poco después besara con tal brusquedad que Jennie estuvo a punto de quedarse sin aliento. La lengua de la tailandesa se movía exquisitamente dentro de su boca, haciéndola gemir con en simple tacto. Joder. Sus piernas se habían vuelto de gelatina y sin darse cuenta la más alta ya la tenía cargada y tirándola al sofá sin ninguna delicadeza
-Tendrás que asumir las consecuencias ahora
Jennie en el sofá vio como Lisa se deshacia de la parte superior del traje, y soltó un leve jadeo al ver su dorso
¡Maldicion, no lleva sujetador!
Tragó con fuerza. Sin duda, ningún cuerpo femenino la había calentado como esa mujer. Miró con detalle la pálida piel de sus pequeños pechos y se estremeció
-Esta noche agente Kim...- susurró la pelirroja con voz ronca mientras se situaba frente ella y la sujetaba del mentón con autoridad- esta noche vas a ser mía
-Lisa yo...
-Shh- cubrió los labios de la agente con uno de sus largos dedos, haciendo vibrar a Jennie. El olor de Lisa y su penetrante mirada la tenían hechizada- Dejate llevar por lo prohibido Jennie, solo disfruta, y dejame disfrutarte
-L-lisa... Estoy con Kai y...
-Jennie, mirame a los ojos y dime que amas a ese hombre- ordenó Lisa apretado la mandíbula- ¡dime que él te hace sentir más que yo!- de un tirón bajó el cierre de la coreana con tanta fuerza que terminó estropeándolo- dime que él te enciende más que yo..
Jennie gimió cuando con la misma brusquedad Lisa se deshizo de su vestido y se trepó a ella. Tenía a esa despampanante pelirroja sentada sobre su regazo con la mirada oscurecida por la rabia y el deseo, y esa visión tenia su sexo palpitando de necesidad. ¿sentía algo así por Kai? Y aún más importante ¿se dejaría llevar por él así?
-Tomame Manoban
Lisa jadeó con esa petición, pero no tardo en recomponerse
-¿Segura Kim? Después de esto no hay marcha atrás
No esperó que la coreana respondiera cuando sus hábiles dedos se adentraron bajo las bragas de la agente haciéndola chillar
-¡Joder Lalisa, solo follame de una maldita vez!
-¿Y que pasará con Kai?- preguntó con fingida inocencia presionando su clítoris sobre la tela, y ganándose otro gemido por parte de Jennie
La coreana la tomó con posesión de cuello, a tal punto de que sus uñas se clavaron en la nuca de su contraria. Jadeaba y temblaba de deseo, y la interrupción de la tailandesa empleaban a impacientarla
-¡A la mierda con Kai! ¡Quiero sentirte dentro de mi, y como sigas hablando, yo misma me follare con tus jodidos dedos!
Lisa arqueó una ceja. La excitación que le provocaba la actitud de la agente era superior a todo y estaba luchando con las ganas de simplemente follarla como si no hubiese un mañana. Pero si algo le gustaba a Lisa eran la juegos previos, similar a cuando mataba a sus víctimas. Le gustaba provocar antes
-Eso tendré que verlo
-¿Me estás retando Manoban?
-Desnudate para mi Jennie. Quiero verte saltar sobre mis dedos
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Psycho Love (Jenlisa)
Fanfiction-¡Por favor, ayudenme! los tacones resonaban cada vez más cerca. el chico seguía retorciéndose en un charco de su propia sangre -¡Auxilio!- sollozó. aquel sótano conseguía amortiguar los sonidos Una risa hizo erizar su piel. Ella lo observaba con a...