Capítulo 14

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Últimas noticias: el empresario kim Jin fue encontrado muerto ésta mañana en su mansión, con una nota en papel. al parecer con múltiples lesiones y colgado en la ventana de su propio despacho. Hasta el momento se cree que se trata de un suicidio. Las autoridades siguen investigando al respecto

Jennie dejó su café en la mesa y se inclinó para ver mejor la foto

La verdad siempre sale a luz

Pero lo que llamó su atención fue el símbolo bajo el escrito. Un ying yang

-Lisa...- susurró pensativa. Sin duda debía ser obra de la tailandesa

-Jennie

La chica pegó un salto del susto y suspiró al ver la silueta en el umbral del salón

-¡Kai, sabes que odio que aparezca asi, casi me matas!

-Lo siento cariño- tomó asiento junto a la castaña y suspiró - te extraño...

Jennie sabía lo que esas palabras significaban, algo que no surtió el mismo efecto en ella.

-Kai, no creo que sea buen momento- cerró el periódico y lo dejó caer en su regazo mientras los labios del chico curiosiaban en su cuello

-Vamos cariño, tenemos días sin un poco de intimidad

Jennie suspiró, dándose por vencida. Habían  pasado dos semanas desde la última vez que vio a Lalisa, dos semanas de las cuales sólo una había estado con el castaño, y del cual no habia disfrutado del todo. Kai sin duda era un chico atento y cada encuentro sexual era agradable, pero Jennie sentía que algo faltaba

-Está bien

Al dar la aprovacion, Kai no tardó en recordarla en el sofa, situándose sobre ella. Jennie no pudo evitar comparar aquella noche en la casa de Lisa y cuan diferentes se sentían esos labios de los que ahora besaban su cuello

-¿Así te gusta?

Jennie lamentó esa pregunta. Si algo odiaba era la inseguridad de Kai en esos temas y su necesidad de saber si estaba haciendo un buen trabajo

-Sigue asi- lo animó Jennie, cerrando los ojos en un intento de disfrutar. La verdad era que quizás si necesitaba aquello, tenía mucha tensión y calentura reprimida, aunque no planeaba admitir ni a ella misma que la causa de esa acumulacion sexual era una pelirroja de orbes como la miel. Se mordió el labio de placer al sentir la lengua del chico acariciando su cuello

-Eso me gusta- ronroneó, sujetando su pelo. Ignoró la duda en esa caricia y se dedicó al vivo recuerdo de una lengua más atrevida y segura deslizándose por la zona sensible de su cuello, y soltó el primer gemido al sentir unas manos en su abdomen, un poco más anchas y asperas que las que realmente queria sentir pero que servia para mantener vivo el recuerdo. Casi podía percibir el olor a vainilla y sentir la penetrante mirada de la tailandesa sobre su piel.

Dios, hueles tan bien..

Un gemido resonó en sus labios y casi se derrite con la voz de la tailandesa en su mente

Joder, como vuelvas a gemir asi te arrancó la ropa de un tirón

Jadeos, Jennie boqueaba como un pez fuera del agua. Sus pulmones se negaban a funcionar. La castaña se mordió el labio, intentando contenerse, no podía alterarse de aquel modo por esa chica, sin embargo otro pensamiento la invadió llevándola casi al clímax

Vamos Ruby Jane, sabes que te gusta lo que te hago sentir

Jennie se arqueó, inquieta

-¡Dios, me gusta, si me gusta!- sollozó desesperada

Psycho Love (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora