Capítulo 12

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La castaña se encontraba dando vueltas en aquella habitación. Habían tenido una exquisita cena, platillos exóticos a todo lo largo de la larga mesa del comedor, que de solo mirar se le hacia agua la boca. Y un suave pero delicioso vino tinto que a simple vista se notaba su alto costo.

Para Jennie no cabía duda de la cantidad de dinero que poseía ésas personas y de lo peligrosos que eran. ¿En que momento se había visto involucrada en todo eso? Solo esa mañana habia sido un dia mas de su rutina, y ahora es como si de repente hubiera caido en picada.

Tomo asiento en la cama, el edredón era suave y acolchonado. Después de ese largo y extraño dia solo deseaba acostarse alli sin importarle nada más. Suspiró. La pelirroja había insistido en que pasaran alli la noche, y Jisoo fue la primera en aceptar.

La mayoria se había marchado quedando únicamente Rose y Bambam en la gran casa ¿o mansión?. Jennie se detuvo a pensar. ¿cómo una casa como esa estaba oculta en medio del bosque sin causar sospechas?. El sonido de la puerta la hizo saltar, llevandose ambas manos al pecho

-Lo siento, debí llamar...

Era Lisa. Su voz era cálida y tranquila

-Casi me matas del susto...- susurró Jennie más tranquila, volviendose a sentar- ¿Qué haces aquí?

-Sé que es un poco tarde, pero vi la luz encendida y supuse que no podías dormir... ¿puedo?

-Es tú casa, puedes hacer lo que quieras

La tailandesa lo dudó. Miró el pasillo y luego a Jennie,no muy segura de sus acciones. Finalmente bajó su mirada a los pies, y aquel gesto de inseguridad derritió a Jennie, quien se esforzó en no sonreír

-Es mí casa sí, pero no quiero invadir tu espacio

-De hecho, yo estoy invadiendo el tuyo, como dije, es tú casa- la castaña se atrevió a bajar la mirada y no pudo evitar sonreir al ver el atuendo de la mas alta; Una camisa dos tallas mas grande, que le llegaba a las rodillas y un pantalón olgado- bonito pijama

Las mejillas de Lisa enrojecieron. Se maldijo por presentarse en su puerta en aquel estado. Su intención era lucir casual, aunque lo más seguro es haberle dado el aspecto de una mendiga

-¿Te ríes de mí?

-No, es adorable- ambas se miraron sorprendidas, aquello había salido de sus labios sin pensar. Jennie rápidamente se apresuró a corregir- quiero decir... O sea...

-Tranquila, ahora sé que te resulto adorable- bromeó Lisa con media sobrisa- en cuanto a esto...- dió un tirón a su camisa- En el manicomio no es como si tuviéramos opción de pijamas, de hecho la camisa de fuerza era mí vestimenta del día a día

La castaña lo pensó un momento, he imagino lo incómodo que debía ser aquella camisa. Se estremeció al recordar las correas y las cadenas junto con el bozal

-Bueno, sin duda ahora pareces comoda, y a tu primera pregunta, si, puedes pasar- miró nueva mente la camisa de la pelirroja y soltó una carcajada

-¿Enserio seguirás burlándote de mí?

-No me ayudas con esa camisa de gato

Lisa miró su camisa e hizo un puchero

-Los gatos son tiernos

Jennie aguanto las ganas de lanzarse sobre ella y morder ese adorable puchero. ¿como podía resultarle tan malditamentw adorable?. Control Jennie, control.

-Nunca espere que la temible y sanguinaria Lalisa Manoban acudiera a mí en un atuendo como ese

Lisa arqueó una ceja, mientas se colocaba frente a ella. La castaña se mantenía sentada en el borde de la cama, por lo que tenía que alzar la cabeza para poder mirarla a los ojos. Volvió a reír al ver la cara de Lisa, sin duda aquella chica era otra

-¿Seguiras burlándote?, soy una asesina, no te conviene provocarme

-Lo siento Manoban, con ese atuendo no puedo tomarte en serio

-No debió decir eso agente Kim, ahora tendré que castigarte-en un rápido movimiento Jennia había caído de espalda en la cama, con Lisa sobre ella. Soltó un jadeo de sorpresa ante su acción -¿Entonces esperaba que acudiera a tú habitación con un caliente baby doll con ligillas?

La voz de la psicópata salió ronca y sensual, causando un temblor en la más baja. Tenerla sobre ella la ponía de los nervios, su olor mezclado a su calor corporal la dejaban sin aliento, y la simple imagen de ella en un atuendo erotico la calentaba de una forma que jamás había sentido

-¿Qué pasa Jennie Kim, el gato te comió la lengua?- susurró en su oído.

Jennie soltó jadeo al sentir el roce de los labios de la chica en el óvulo de su oreja

-¿Q-qué hac..?- un suspiro salió de sus labios al sentir como Lisa acariciaba su mejilla y descendía a su mentón con los labios

Los ojos de la coreana se cerraron con fuerza al sentirla descender a su cuello de forma lenta y tortuosa.

Por otro lado Lisa estaba embelesada por la suavidad de esa piel y del aroma que desprendía. Aquella mujer era Afrodita en persona y quería conocer cada uno de sus secretos

La castaña se estremeció al sentir como la más alta hundía la nariz en su cuello e inhalaba

-Dios, hueles tan bien...- la respiración de jennia cada vez era más pesada, y dejó escapar un gemido al sentir la lengua de Lisa deslizarse por su cuello. El lado salvaje de la tailandesa se hizo presente ante aquel exquisito sonido. Con dominio colocó ambas manos de Jennie sobre su cabeza y las mantuvo allí con una de las suyas- Joder, como vuelvas a hacerlo te arranco la ropa de un solo tirón

-L-lisa...- los sentidos de la agente estaban nublados. ¿Cómo podía ponerla así sólo con estimular su cuello?- De-detente, yo no...

La tailandess la hizo callar mordiendo su labio inferior y tirando levemente de el, ganandose otro gemido de la coreana y soltando ella misma un gruñido de puro placer

-Vamos Ruby Jane, sabes que te gusta lo que te hago sentir- un beso en su cuello la hizo estremecer- tu cuerpo necesita mi tacto- Jennie se arqueó al notar como la pelirroja colaba sus manos por la camisa y acariciaba su abdomen- Sentiste lo mismo que yo al vernos- otro beso acompañado de un gemido de la castaña- Sé que lo recuerdas, recuerdas aquel día bajo la lluvia... Me perteneces

-Yo...

-Dime Jennie, sabes que el no te hace sentir de este modo

Y ese fue el interruptor que la devolvió a la realidad. De un empujón apartó a Lisa de ella. Ambas se miraban jadeantes pero el momento había acabado. En la mente de Jennie apareció el rostro de Kai, no podía hacerle eso

-Debo volver, Kai debe estar esperándome en casa

El rostro de la tailandesa oscureció ante esa petición. Jennie pudo notar la decepción en sus ojos, no había rastros de la chica tierna de hace un rato , ahora volvía a ser la Lisa de piedra

-Como gustes. En 15 minutos abajo- salió sin mirarla y jennie lamentó ese cambio. Basta, es mejor asi.

Psycho Love (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora