Capítulo 8

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15 minutos habían pasado cuando el timbre volvió a sonar.

Jennie y Jisoo seguían esposadas, Lisa había sugerido que tomaran asiento en el sofá mientras esperaban. Todo en aquella casa era lujoso, desde los finos muebles de cuero hasta las lamparas de cristal. Los ojos de Jennie se ampliaron al ver un punto en la pared y le dio un codazo a Jisoo para llamar su atención

-¿¡Oh dios mio, ese cuadro tiene la firma de Picasso!?- susurró asombrada- ¿tú crees que lo haya...?

-No, no lo he robado si es lo que piensas- respondió Lisa volviendo con una copa de vino- Como dije, me encantaba el arte de pequeña y esa pasión no a cambiado- tomó asiento en el sillón frente a ellas y esperó la llegada de sus nuevas visitas

-¿Qué quieres de nosotras?  ¿Qué planeas?

-Todo a su tiempo Nini, no te impacientes

Las mejillas de la castaña se tornaron de carmesí ante el apodo cariñoso. ¿Por qué mierda me a llamado así?. La risa de Rose resonó en el pasillo seguida de la voz de un hombre

Dos jóvenes se posaron en la entrada, en el hombro del más fornido descansaba un saco, mientras que el otro sostenía dos metrayetas en cada hombro y una bolsa en cada mano

-¡Oh, hasta que llegan!- Lisa sonrió grande-Pasen por favor, quiero que conozcan a mis inquilinas- le dedicó una breve mirada a Jennie para luego centrar su atención en los muchachos

-La coneja esta en camino con Bam. el resto del equipo tardara un poco en venir.

-Bueno, por ahora ese saquito que carga Suga en el hombro es mí prioridad- la rubia se puso de pie, sus tacones resonaban por la estancia con dominio, aquella mujer sin duda desbordaba autoridad y sensualidad- dejalo allí, y por favor dejala respirar, no queremos que muera antes de tiempo

Las dos agentes se miraron con pánico ¿había alguien en el saco? La idea hizo estremecer a la castaña. Armas y ahora un cuerpo. Esta gente debe ser realmente peligrosa

La puerta sonó una vez más y Rose le dió una mirada severa a Lisa quien le hacia puchero

-¿Por favor?- rogó la pelirroja con cara de perrito regañado

La rubia resopló

-¡Te lo advierto Lalisa, no vine aquí para andar como tu maldita ama de llaves!- gruñó dando grandes zancadas hacia el pasillo

-¡Yo también te amo pasta!

La rubia le mostró su dedo medio sin detener su caminar y desapareció por el pasillo que conectaba a la salida

-Señoritas, quiero presentarles a mí última inquisición- ronroneó la pelirroja inclinándose sobre la chica que ahora tenia únicamente un pequeño saco que cubría su rostro- les presentó a Yeri kim... Dijo quitando el saco de un jalón. Ambas chicas contuvieron el aliento al ver las facciones conocidas de la chica inconsciente

-¿Esa es...?

-imposible....

-Actualmente conocida como Lalisa Manoban- concluyó la tailandesa con una sonrisa de satisfacción al ver el gran parecido con sus rasgos

-¿Pero, cómo... Es posible?

-Gracias a mí, por supuesto

Ambas giraron la cabeza al escuchar aquella voz. Una mujer atractiva caminaba firmemente hacia Lisa. Llevaba una bata blanca que no tardo en quitar dejando ver un ajustado vestido negro que hacía resaltar sus tacones rosa. Detrás de ella un chico alto y delgado, también con bata y vestido de negro hacia su entrada

Psycho Love (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora