No sé por qué estaba haciendo esto, ni por qué no podía parar. Lo único que sabía es que me estaba gustando... Sus manos, antes posadas sobre mis mejillas sujetándolas con fuerza, cambiaron el rumbo y tomaron camino hacia mis caderas. Las sujetó con fuerza atrayéndome hacia él con fuerza, pero cambió rápido el sentido y posó sus manos muy al sur de mi cintura.
Ummm cada vez sus labios sabían mejor. Su lengua había cogido un ritmo imparable y de vez en cuando me mordía suavemente el labio (tengo que reconocer que realmente eso me volvía loca).
Ahora me coge y se sienta sobre la cama y yo sobre él. Paramos un momento y nos miramos.
-¿Por qué eres así? -me dice mientras no deja de mirarme los labios.
-Así... ¿cómo?
-Diferente.
¿Sería eso un cumplido? La verdad que no estaba segura... Así que me levanté pero él volvió a cogerme. Me tiró a la cama y me susurró al oído:
-Esta cama sólo me gusta si tú estás en ella... conmigo... -me besó tiernamente.
-¿Por qué tienes que ser bipolar? -me miró extrañado-. Digo: a veces eres un imbécil de campeonato y ahora te pones así... Me confundes.
-No lo sé, siempre he sido el típico ligón... Mírame estoy para comerme -y me reí.
-Tampoco eres tan irresistible como tú te piensas.
-Sí, la verdad es que sí lo soy. Pero no sé... ¿Por qué sacas mi lado de romantico ''pringao''?
Le beso, cada vez más apasionadamente.
-Alex...
Me giro. Esa voz... Mark.
-Mark... Mark espera...
Voy tras él, pero alguien me detiene. Josh.
-Déjalo ir.
-No, tengo que hablar con él.
Le alcanzo. No... tiene los ojos empapados de lágrimas.
-Mark lo siento es que...
-¡ALEX! -Era Andrea-. Chicos tenemos que irnos.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Nos han encontrado.
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Miénteme
AçãoMe llamo Alex. Hoy es mi decimonoveno cumpleaños. Mi vida siempre fue perfecta: buenos amigos, una familia estupenda. Todo cambió con esa carta...
