La Niñera ~ Christopher Vélez •TERMINADA•

Capítulo 5

Narra tn:
Nisiquiera pude dormir del coraje que tenía, pero venir aquí siempre me trae paz.
-Qué bueno que viniste hoy, a preguntado mucho por tí- me dice Sandra. Ella es la directora del hogar de abuelitos, donde actualmente cuidan a mi nona. Ella es mi única familia, es quién cuidó de mi de pequeña cuando mamá desaparecía por días y me dejaba sola en casa, tenía 4 o 5 años apenas. Mi nona era solo una vecina pero se convirtió en la persona más importante de mi vida,  me crío desde los 8 en su casa cuando a mi madre la mataron. A pesar de ser mi madre no me dolió ni la extraño, nunca estubo conmigo, nunca me dió afecto ni nunca la necesité- han ido bien las quimioterapia, solo el cansancio y quiere pasar el día durmiendo y hace berrinches porque no la dejamos dormir ni la siesta... sabes que luego en la noche no duerme y se pone a cantar, asique no podemos...
-Lo sé- le sonrío a Sandra- la conozco y sé lo buena para joder y gritar.
Caminamos por el hermoso jardín hasta llegar a un grupo de abuelitas que chismosean, me coloco detrás de la silla de ruedas y abrazo a mi nona.
-No creo que estés chismoseando ¿verdad?- le pregunto sonriendo.
-Ayy que susto hijita- dice dramatizando, creo que en su otra vida fué actriz- pero que guapa estás, te a hecho bien trabajar con ese famoso- dice orgullosa.
-Nonita, apenas llevo un día, y no me lo recuerdes porfavor que empezamos más que mal y mi instinto asesino vuelve a mí- le digo y todas las abuelitas ríen, me gusta venir aquí porque me rodeo del cariño que me entregan, muchos de los abuelitos que viven aquí sus familias prácticamente los abandonan, solo se preocupan de pagar la mensualidad, que debo decirlo es costoso, y nisiquiera vienen a verlos. Son en total 13 abuelitos, bastantes pero el lugar es hermoso, el jardín es grande para que los abuelitos que pueden caminen, tomen sol y tomen aire bajo los arbolitos.
-Y usted ¿cuándo nos va a presentar a algún novio?- me pregunta don Raúl y a su lado don Jorge sonríe mientras arma un rompecabezas.
-Para qué quiero novio si los tengo a ustedes- le respondo y todos vuelven a reír- los novios son una carga, salen caros y traen muchos problemas, asique solita me veo más bonita.
-Muchacha loca, pronto llegará el hombre que voltee tu mundo patas arriba y no te vas a dar ni cuenta cuando te tenga comiendo de su mano- dice la señora Lucy y la miro con los ojos entrecerrados, le gusta leer las cartas y al parecer me las leyó, nunca eh entendido muy bien eso pero le tengo respeto.
-Mejor me llevo a esta señorita por su cambio de look y manicure- les digo a todos y empujo la silla de ruedas a la casona. Conversamos de todo un poco hasta que da la hora de irme. Besuqueo a todos los abuelitos en sus mejillas y me voy con el corazón llenito de amor. Ahora me espera un eterno viaje de 3 horas.

Paso a comprarme una hamburguesa y una ensalada con muchas cosas revueltas, creo que le llaman ensalada cesar, ni idea. Voy llegando a la puerta del departamento y siento olor a quemado, me alerto y abro rápidamente la puerta. Hay un poco de humo y la cocina prendida. La apago y cuando volteo veo a Christopher que viene caminando con cara de aflijido.
-¿Estás bien?- le pregunto, tiene cara de querer llorar.
-Creo que me quemé la mano y duele un poco- me muestra la mano y tiene muy rojo.
-¡Dios!- digo sorprendida. Lo tomo del brazo y lo acerco al lavaplatos. Pongo su mano en agua heladísima y lo dejo ahí un momento- deja la mano ahí unos minutos, te aliviará un poco el dolor.
-Casi ni duele- dice mirando su mano y sonrío de lado.
-Avisale a tu cara, mentirosillo- digo y mientras abro el ventanal del balcón- ¿intentabas quemar el departamento?
-No, simpática- dice con ironía y suspira- tenía hambre y mi celular murió, no pude llamar por comida y como no llegabas quise cocinar... pero no sirvo para esto.
-Así me doy cuenta- le respondo y rueda los ojos- traje una hamburguesa, ¿la quieres?- me mira sorprendido y le brillan los ojos al hablarle de comida.
-¿Lo dices enserio?- río por su actitud infantil y asiento- ¿no está envenenada?
-Pero qué idiota- río a carcajadas y le saco una sonrisa- si quieres comerla ahí está, sino yo me la comeré más tarde, no hay problema.
-No, no... sí tengo hambre- dice rápidamente. Ya sé cómo ganarme a éste muchacho, con la comida. No me mal interpreten, necesito llevarme bien con él para mantener el trabajo. Voy a mi habitación por un gel calmante y cuando vuelvo ya le queda menos de la mitad de la hamburguesa.
-Wow, sí que tenías hambre- le digo mientras él come, nisiquiera puede hablar y solo asiente- dame tu mano.
-¿Qué me harás?- dice temeroso.
-No seas niñita, solo te echaré un gel calmante para tu mano.
-¿Va a doler?.
-¿Enserio eres tan gallina?, te ves todo malote con esos tatuajes ¿y le temes a un gel?, me decepcionas Vélez- me burlo de él y arruga las cejas.
-No le tengo miedo... aplícalo- dice sin importancia. Tomo su mano y lo siento tenso, suavemente le aplico el gel- quería disculparme por lo de anoche, no estuvo bien lo que hice...
-Listo, no moriste- me burlo de él y se mira la mano- no te toques esa zona y mañana en la mañana te lavas las manos solo con agua, te limpiaré bien con suero y luego te aplicaré más gel.
-¿Ahora eres doctora?- me mira burlesco y suspiro.
-Mejor nada de eso y que se te caiga la mano a pedazos- me encojo de hombros, tomo mi ensalada y camino hacia mi habitación.
-Ey... era solo una bromita, no te enojes, ey porfavor no hagas eso, no quiero que se me caiga la mano a pedazos...- río y entro a mi habitación cerrando la puerta, pero de inmediato se abre y se lanza a mi cama.
-Pero ¿qué haces?- le pregunto sorprendida y cruza sus brazos como niño amurrado.
-No me iré de aquí hasta que prometas que curarás éstos días mi quemadura y que me disculparás por lo de anoche- dice serio.
-Ya vé a dormir, es tarde y...
-Entonces dormiré aquí- se saca los zapatos y se acomoda en mi cama.
-Como quieras- me encojo de hombros y me mira sorprendido, creo que logré espantarlo y al fin se irá. Entro a mi baño y me pongo pijama, al salir lo veo sin su polera y me atraganto con mi propia saliva, ¿enserio se desnudó y va a dormir en mi cama?