HUNTER X HUNTER (KILLUA Y TÚ)

Vida x Y x Amor

Tori: Que alivió... Está vivo
Ikalgo: Si, hay que apresurarnos

Fue entonces que Tori le tomó importancia a la presencia de Ikalgo, viéndola fijamente, confundida, y algo dudosa

Tori: ¿Eh? ¿Un pulpo?
Ikalgo: ¿Una niña?

Tori reaccionó que lo que estaba frente a ella era una hormiga Quimiera. Rápidamente tomó a Killua en brazos y amenazó con un cuchillo de combate a Ikalgo

Tori: ¿Quien eres? ¿Que es lo que quieres? Responde

Su mirada se torno sumamente amenazante. Siendo similar a la mirada de asesino de Killua

Ikalgo: A-ah ¡Espera! ¡Soy un aliado! ¡De verdad!
Tori: ¿Por qué habría de creerte?
Ikalgo: ... *Demonios... Ese chico tenía razón. No sé sabia si la persona que vendría a ayudar, me mataría o no...* Mi nombre es Ikalgo. Al inicio, sí, era un enemigo

Cuando pronunció eso. Solo pudo sentir como el cuchillo se presionaba más contra su piel

Ikalgo: ¡Sin embargo! ... Este chico, pese a ser un enemigo, salvó mi vida. Además de que la perdonó debido a que no quería traicionar a mis compañeros. Así que... Termine traicionando a mis compañeros y ahora intento salvar su vida

La mirada de Ikalgo, era una sincera, demostraba la determinación que tenía para salvar a Killua, demostraba que no estaba mintiendo. Estaba siendo completamente sincero

Tori no paso esto por alto, su mirada se relajó. Siempre sabía en quien confiar. Y si instinto le decía que podía confiar en Ikalgo
Lentamente bajo el cuchillo, y se tranquilizó

Ikalgo: *¿Que? ... Ella, confía en mí?*
Tori: No te confundas. No es que estoy confiando en ti solamente, solo que por ahora no eres nuestro enemigo

Cargo a Killua en su espalda, Ikalgo se percató de que todo su rostro ya tenía la sangre de Killua, pero eso no le importaba.

Ikalgo: Hay que llevarlo con un médico
Tori: Si... ¿Pero a dónde?
Ikalgo: Conozco un lugar seguro. Puedo llévalos ahí, así el se mejorará
Tori: Si es una trampa, creeme que te voy a destripar
Ikalgo: A-ah lo juro no es una trampa

Guío a Tori a través del bosque. El camino estaba siendo algo largo. Killua no paraba de sangrar, las heridas que tenía no eran muy profundas pero de todas maneras continúa sangrando, como si su sangre no pudiera coagular.

Tori: No lo entiendo. Revise sus heridas y no son profundas, no lo suficiente para que el cuerpo no pueda cerrar por sí mismo.
Ikalgo: Eso es mi culpa. las balas que le disparé eran pulgas que secreta van una sustancia que evita que la sangre coagule, por lo tanto, si no se cierra la herida médicamente él seguirá sangrando hasta morir

Ikalgo pudo sentir el aura amenazante de Tori, si no fuera porque los estaba guiando un lugar donde podrían curarlo. Ya estaría tres metros bajo el suelo

Ikalgo: L-llegamos, a la ciudad... Solo debo guiarte hasta donde lo puedan curar

No era una ciudad muy grande, pero en la lista de Tori, estaba ese pequeño pueblo para advertir acerca de las hormigas quimera. No sabía qué hacer, así lo siguió. A través de las calles de la ciudad, ocultándose para que ninguna persona ni guardia los viera.
Llegando a un sitio sumamente escondido. Que ni siquiera los propios habitantes conocían

Tori: ¿Por qué está tan apartado este lugar?
Ikalgo: Aquí se atienden a personas qué no pueden ser vistas en los hospitales normales.... Fugitivos como ustedes