La x Operación x Final¹

473 62 25
                                    

Ayla: Operación Final comienza. Terminemos con esto y volvamos a casa.

La primera señal hizo su aparición en el cielo nublado y tenebroso. Su color era de un naranja fuerte y brillante. El equipo A estaba en posición.

La segunda señal hizo aparición, un verde brillante en el cielo, el equipo B ya estaba listo para el ataque.

De entre el grupo, Brant levantó el lanza bengalas, una creación exclusiva del próximo líder Miya, Taro. La bengala salió disparada dejando un rastro en el cielo de color rojo brillante. El equipo C daba incio a la operación.

Taro despejó la tierra que cubría la compuerta que daba entrada al búnker, dónde había que introducir una contraseña. Eso era muy sencillo, el pequeño parásito, denominado así por Brant, les dió las tres contraseñas para que la dejarán en paz.

La compuerta hizo un pequeño ruido que indico que sus cerraduras habían abierto, esperaron unos segundos en busca de cualquier tipo de señal. Pero nada, todo estaba en completo silencio.

Despacio abrieron la puerta y uno a uno entraron sin hacer un solo ruido. Los pasillos no eran difíciles de descifrar, eran casi todos rectos.

Brant: El refugio en el que están está alimentado por electricidad. Está electricidad la obtienen gracias a la piedra fantasma. Una piedra que sumergida en el agua genera hasta 20 mil kilovatios en un día. Algunos de ellos se infiltraron en el territorio de Papu para conseguirlas, pero, como es de esperarse, tuvieron demasiadas bajas, al grado de que solamente hay tres generales a cargo de las tarjetas de pase.

Por la cabeza de Tori pasaban las palabras de Brant días antes del ataque. Realmente le parecía absurdo que se escondieran en el continente oscuro, y más arriesgándose de esa manera.

Ayla: Según la parásito, en la primera puerta de contención está Oliphant. Tipo de Nen; potenciador. Debemos obtener su tarjeta de pase para cruzar la primera puerta.

Todos se encontraban repartidos en el pasillo más cercano a la primera puerta de contención. De entre ellos se levantó Adal, quién, como un niño, se aferró a ir a la misión pese a haber estado a nada de ser drenado completamente de su vitalidad hace unos días.

Adal: Vayan cerca de la puerta, le robaré la tarjeta sin complicación.

Antes de siquiera dar un paso, su esposa Lisel lo sostuvo de suano con fuerza.

Lisel: Yo iré contigo.

Adal: Te necesitan para un enemigo más adelante, no puedes.

Lisel: Estuviste a nada de morir hace un par de días. ¿De verdad crees que te voy a dejar?

Adal: Por supuesto, seré viejo, más no inútil.

La tomó de su mano por un momento y después la soltó, comenzando a caminar sin temor a la puerta que vigilaba Oliphant.

Adal: ¿Desde cuándo dudas de mí?

Lisel no pudo contestar a eso, simplemente se limitó a ver cómo se iba por ese pasillo a encontrarse con el primer obstáculo.

En la puerta sentado en una pequeña silla para su tamaño, ahí estaba Oliphant. Un hombre de estatura enorme y musculatura tan pronunciada que no parecía natural. Con pantalones militar y un rostro hostil.

Al momento de que ambos hicieron contacto visual, Oliphant se levantó de la silla con el pecho inflado y una ceja arqueada. Uno grande al otro, Oliphant parecía medir al menos dos metros, haciendo ver el 1.75 metros de Adal como una simple burla. Por otro lado, esto no intimido ni un poco a Adal, al contrario, colocó sus manos detrás de su espalda, posando su mano dominante sobre un pequeño mazo que cargaba en su cinturón.

HUNTER X HUNTER (KILLUA Y TÚ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora