𝗲𝗶𝗴𝗵𝘁𝗲𝗲𝗻 ; 𝗮𝗻 𝗶𝗱𝗶𝗼𝘁 𝗶𝗻 𝗹𝗼𝘃𝗲.

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LIAM.

Daños menores.

Gracias a Dios, las balas no fueron tan profundas como esperábamos o le dieron a partes importantes pero, igualmente le hicieron daño.

Melissa me comentó que en el proceso de cirugía para sacar las balas, algunas heridas comenzaron a sanar, lo que significó algo bueno, ya que eso indicaba que de verdad estaría bien.

Mientras tanto, no había despertado. Llevaba más de dos horas inconsciente, mientras que su ritmo cardíaco había aumentado un poco, pero seguía estando débil.

Desde que salió del quirófano y la pusieron en su habitación, no me había despegado de su lado. Por más que Melissa me pidió que fuera a casa y dormiera un poco. Pero sabiendo lo que pasaba, no podía ni siquiera dejarla sola.

Esa sensación, me estaba avisando sobre Julls. Saqué esa conclusión, cuando noté que la sensación desapareció al llevarla hacia el hospital; al saber que ella estaba bien.

Mantenía su mano sujetada con la mía, mientras la miraba detalladamente, apreciando su rostro.

Sus facciones estaban relajas, y respiraba suavemente; se veía tan frágil, tan pálida, pero aun estando en estas condiciones no dejaba de verse hermosa.

Pasé me dedo índice suavemente por su mejilla izquierda, y luego corrí los pequeños mechones de su cabello corto que caían sobre su rostro.

Escuché como alguien carraspeo con su garganta, y enseguida quité mi mano de su mejilla para mirar a la puerta.

Encontrándome con el Sheriff, Scott, Lydia y Malia. Ellos entraron, mientras miraban con preocupación a la castaña en la camilla.

—¿Que fue lo que pasó Liam?, –el primero en hablar fue Stilinski.

Suspiré, —Fui al bosque por la noche, al claro en el que aveces vamos, y justo al llegar la encontré en el suelo, sangrando e inconsciente.

Scott y Lydia compartieron una mirada.

—¿Que hacia Julls ahí?, –preguntó Scott, confundido.

—Ella aveces va al bosque por la noche, –respondió Stilinski, —No llegó a casa a la hora indicada, pero pensé que estaba con Liam.

—¿Y tú que hacías ahí?, –preguntó Malia, cruzada de brazos.

—Tenia una sensación que debía ir ahí, –me encogí de hombros, restandole importancia para no tener que dar tantas explicaciones.

Le di una mirada a Scott y éste comprendió la situación, así que solo asintió levemente. Lydia se puso del otro lado de la cama, mirando con atención a Julls.

—¿Estará bien?

Antes de que pudiera responder otra persona lo hizo por mi.

—Ella estará bien, los daños fueron menores y ya empezaron a curar, solo hay que esperar a que despierte, –todos miramos hacia la puerta y observamos a Melissa entrar a la habitación, acercándose a los equipos de hospital.

—¿Pero como pasó?, no lo entiendo, ¿cazadores?, ¿hizo algo que no debía y la terminaron por atacar?, –preguntó Malia, frunciendo el ceño.

—Julliet se mete en problemas, pero no tan graves como para que le terminen disparando, –comentó el Sheriff seriamente.

—Creemos que puede haber un cazador, o más en Beacon Hills, –Scott suspiró.

—¿Creemos?, ¿eso qué significa?

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