La Parábola del Mentiroso y su ADN

"Lo Prometido es Deuda."

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Pasaron varias cosas cuando dejé al deber lo que algo “absurdo” es para mí (favor leerse con atención puesto que a veces hasta yo me confundo más de lo usual).

Nosotros como personas nos tomamos tiempos y dedicaciones para ciertas conveniencias, me di cuenta porque bebí aguardiente hasta quedar dormido y en una llamada a la madrugada, la botella cayó al suelo (como de obvia suposición) mientras tenía las muñecas sangrando, vueltas mierda a más no poder (exagerando con el decir pero de por sí era cierto), dejé por casi 3 semanas los vidrios rotos y ese tizne que se hace de color marrón una vez a la sangre le pasa algo de oxígeno y trata de “emplaquetarse”con su alrededor.—favor buscar en todo este revuelto y sí, en otros capítulos eso que digo sobre las comillas, gracias.—…regados por el piso.

Mi padre me dijo que me compraría un rico almuerzo si ordenaba mi habitación, y pues…sentí forzoso eso de recoger los vidrios, aunque me estaba cagando los pies a la hora de andar descalzo. No pensaré ni un coño sobre la comida, puede que esté mal o bien, es algo que no me interesa, caí en su regazo, en parpadeos arreglé todo, hasta viajé en el tiempo limpiando.

Aprendí así como bueno, lo malo…
Odio el contacto, con todos…las personas, esos actos que los involucran, los desprecio, me tocó atender unas llamadas obligatorias y mentir a pesar de ser casi que fundamento a mi “historia”, fue una herramienta (difícil) que me sacó de esta.

Las dos basuras eran una tontería, pero de la pareja, no molestaba una de las dos y fue ahí cuando pensé “ahorrar tiempo con una tarjeta de presentación” así que me acordé “¡Mierda! Lo absurdo para mí es…”y pues pronto escribiré.

Lo digo porque ahora aprendí de reflexión rápida que somos una raza de mierda hecha para la pereza.
Tomo un vino en la noche mientras pienso qué escribir para estos días de fiesta.

Tengo problemas, déficit de presencias, falta de personalidad y tendencias suicidas…
Adoro a mi persona favorita, pero es difícil manejar sentimientos mientras le extraño y a la vez escucho los vívidos de su corazón.

Trabajo en eso, como todo Rorqual.
~Yo no quería creer, sólo quería alcanzar las galletas.