Prefacio: La maldición de Ymir

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[1848 años antes de la la caída del Muro María]

Año 1003 (A.E.C):

"Cuenta la leyenda que una joven esclava del Imperio Eldiano llamada Ymir Fritz, fue maldecida por un demonio..."

Todo comenzó un día en el que sus acciones, movidas por el corazón y la mente de una niña que ansiaba la libertad por encima de cualquier cosa, la llevaron a dejar escapar a los cerdos de la granja del lugar en el que vivía. 

Nada más enterarse de lo ocurrido, el jefe tribal de la aldea opresora se vio sumido en ira y decidió castigarla cruelmente, mandando a que le sacaran un ojo y que sus hombres la cazasen como un animal. Herida y huyendo de sus perseguidores, Ymir se refugió en el interior de un enorme árbol hueco con un gran agujero en su base. Sus heridas no le permitieron ver aquel enorme orificio y tampoco sostenerse. 

La muchacha de cabello rubio terminó cayendo en un profundo lago, llegando hasta las raíces de aquel misterioso árbol y convirtiéndose en el titán fundador. Gracias a este poder pudo luchar contra aquellos que la sometieron a una tortura constante, tanto a ella como a su pueblo.

Al ver la magnitud de sus capacidades y el progreso en su civilización gracias a esta habilidad, el rey permitió vivir a Ymir y la recompensó convirtiéndola en su concubina. El monarca le concedió el privilegio de engendrar a su descendencia, de la que nacieron tres niñas: Rose, María y Sina.

De esta forma, Ymir se vio envuelta en todas las guerras libradas por Eldia para conquistar a otros países usando su poder para someter a sus enemigos y expandir su reinado. 

Al verse acorralados, los soldados de Marley se sometieron a la voluntad del nuevo rey por su poder, hasta que uno de ellos, armado con una lanza, trató de matar a Fritz al arrojarle dicha arma. 

Pero Ymir, decidió sacrificar su vida para proteger al rey.

A pesar de contar con la cualidad de transformarse en Titán y poder regenerar sus heridas, la mujer no logró salvarse y terminó muriendo, liberando su alma en los caminos de Eldia.

Viendo lo que supondría la pérdida de la vida de la mujer, el rey mandó a sus hijas comerse los restos de su madre para lograr conservar sus poderes y transferirlos a su descendencia. Asimismo ordenó que esta acción se repitiera con los sucesores de sus hijas hasta el fin de los tiempos. De esta forma lograron fragmentar los poderes de Ymir y transformarlos en los nueve poderes de Titán para  someter al mundo bajo el control de su linaje por siempre.

Alas de libertad [Levi Ackerman x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora