Tras haberme adentrado en aquel extraño lugar, me topé con un titán. Parecía que lo tenían capturado por algún motivo, imagino que por estudio o análisis. Estaba allí pasmada, inmóvil. Y no fue hasta que volví en mí que me percaté de mi situación. Tenía tres posibilidades: volver por donde había venido y que los tipos me matasen, quedarme allí y que el titán me matase o dejarme atrapar por la policía y que mi padre me matase. De todas aquellas, la última era la más apetecible.
— ¡¿Qué pasa?! ¡¿Qué ocurre?!
El monstruo estaba atrapado entre clavos y cadenas que sostenían su cuello. Me alejo de espaldas, tropezando con una piedra y cayendo al instante. Aquel ser mantenía su mirada fija en mí.
— ¡Niña! ¡Quítate de ahí! — escucho antes de apartarme rápidamente. A mis espaldas había otro titán apresado en otra postura.
— ¿Q-Qué es todo esto? — mis ojos se cristalizan y empiezo a ver borroso.
— Ayuda — una voz extraña, con un tono que nunca había escuchado llama mi atención.
¿Qué?
— Ayuda — giro mi cabeza temblando, y no puedo creer de donde provenían aquellas palabras.
¡¿Me está hablando un titán?!
— No es real. Esto no es real — dos soldados me toman por los brazos y me llevan junto a quien parecía estar a cargo.
— Hange, esta mocosa se ha colado de alguna forma. Está diciendo cosas raras.
— El titán ha hablado — susurro — No puede ser... No...
— ¿Ah? ¿Qué has dicho? — la mujer se acercó a mi rostro reajustando sus lentes.
Estaba tan distraída por el shock que no me había percatado de que se trataba de aquella mujer, la que lideraba a cientos de soldados.
— Eres tú... — alzo ambas cejas.
— ¿Me conoces pequeña? — hizo un gesto a sus compañeros para que me soltaran.
— S-Si, te veía por la ventana de mi casa, cuando volvíais de vuestras misiones... Estoy preparándome para alistarme y poder entrar al equipo de exploración.
— Me alegro, es muy importante conocer caras nuevas — sonrió — Y bien, ¿qué haces tú por aquí?
— Estaba huyendo de dos tipos pertenecientes a un grupo de matones con los que me crucé hace un rato. Intentaron atacarme, y... su jefe murió de alguna forma... Por algún motivo se quitó la vida, y ahora me quieren matar ellos a mí — hice una mueca intentando contener el llanto.
— Buscadlos, no pueden haber ido muy lejos. Ordenó los dos muchachos que permanecían tras de mí.
— No quería molestar, no diré nada. Supongo que será una misión de alto secreto...
— Más o menos. Pero bueno, cuéntame, qué era eso que estabas diciendo hace un rato.
— Ah, eh... No es nada, serían imaginaciones mías — la castaña analiza mi rostro con paciencia y vuelve a intentar hacerme hablar.
— No te preocupes, dímelo. No te voy a juzgar.
— Bueno... Uno de los titanes... Me ha... — me aclaro la voz — Me ha hablado.
Sus ojos comienzan a brillar y salta emocionada. Me toma de las manos y me abraza.
— ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! — gritó — ¡Mi teoría era cierta! — se detiene repentinamente — ¿Y qué te ha dicho?
— "Ayuda".
— ¿Cómo que "ayuda"? — me mira confundida.
— Me ha pedido ayuda — trago pesado mirando cabizbaja.
— Ven, acércate, quiero verlo con mis propios ojos — tiró de mi brazo.
La adulta me llevó cerca de la criatura, tomándose la precaución de una distancia determinada para evitar cualquier peligro.
— Bien, ¿cómo hago que hable? — me preguntó.
— N-No lo sé.
— Ayuda — volví a escuchar.
— L-Lo ha vuelto a hacer — señalé al titán con mi dedo índice tembloroso.
— ¿Qué? Yo no he oído nada — alzó una ceja — Tan solo ha gruñido.
— ¡L-Lo juro! ¡No miento!
— No estarás jugando conmigo, ¿verdad?
— ¡No! ¿Por qué iba a hacerlo? — la miré a los ojos.
Volví a dirigir mi atención a la criatura, que nos observaba con una expresión grotesca.
— Marley — abrí los ojos de manera desorbitada.
— ¿Marley? — murmuré en voz alta — ¿Qué es Marley?
El sonido del trote de unos caballos interrumpió el "experimento". Hange me ocultó tras de sí y me pidió que no dijera nada de lo ocurrido.
— ¿Quién es esa? — preguntó un hombre de cabello negro y ojos claros. Me resultaba similar.
— Un par de borrachos la perseguían. No podía dejarla sola.
— ¿Y la mejor opción era traerla aquí? — se bajó del animal con el ceño fruncido — Se supone que nadie debe saber lo que estás haciendo aquí, ese era el trato para que te dejarán llevar a cabo tus locuras.
— Es la hija del comandante Pixis. Si le hubiera pasado algo...
— Llévatela. Ahora.
— Que aguafiestas eres, Levi. Bueno niña, ya lo has oído.
— S-Si.
— Te llevaré personalmente para asegurarme de que no se te vuelven a acercar.
La mujer me ayudó a subir a su caballo y este comenzó a galopar a toda velocidad. Miré hacia atrás. El sol comenzaba a ponerse y todo se veía más oscuro.
— ¿Qué hacías tú sola tan lejos de casa? — preguntó curiosa.
— Me escapé.
— ¿Y eso?
— Mis padres me tienen encerrada en casa desde que... Asesinaron a mi hermana pequeña.
— Eso es terrible...
— Lo es — aseguré aguantando el llanto — Mi deseo siempre ha sido formar parte del equipo de exploración. Quiero salir de los muros, investigar y aprender. Sé que hay algo más allá. El mundo no puede estar limitado a... Estas paredes — me aclaré la voz — Obviamente me siento agradecida por tenerlos, porque nos protegen... Pero también son los que nos reprimen.
— Algún día saldrás. Lo prometo.
— Gracias, Hange...
Minutos después la mayor se detuvo frente a la entrada de mi casa. Mi madre salió disparada por la puerta cuando escuchó el sonido de las coces del animal.
— ¡Helena! ¡Me tenías muy preocupada! — se abalanzó sobre mí — Gracias por traerla — la miró conmocionada.
— No hay de qué — contestó con firmeza — Pero recuerda Marie, no porque la jaula sea grande significa que el pájaro pierda sus ganas de volar.
Miró a la mujer atónita.
— Helena, espero verte pronto formando parte de mi escuadrón. Necesitamos valientes como tú.
— ¡Me esforzaré mucho para que así sea!
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Alas de libertad [Levi Ackerman x OC]
FanficA veces la lucha con nosotros mismos se hace más larga y compleja que la del campo de batalla, pero en un mundo en el que reina el caos, ambas guerras son necesarias para deshacernos de las cadenas que nos privan de nuestra libertad. α∂νєятєи¢ια: Pr...