Todo lo que haces se devuelve, todo regresa para bien o para mal... A eso se le llama "karma" y dependiendo de lo que hayas hecho puede ser bueno o malo contigo, ¿te atreverás a averiguarlo?
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Karmaland era un pueblo que había sido bendecido por los dioses, brindando aquella pequeña zona en desarrollo un hermoso y gran cristal brillante que dotaba de vida y fertilidad para que prosperará el lugar y de valerosos y fuertes héroes que protegieran aquella zona.
Iniciaron solo con tres de estos, uno por cada zona aquel mundo, cada uno debía velar y cuidar aquellas zonas como si de eso su vida dependiera, porque realmente así era...
El primer seleccionado de ellos, el más poderoso y el encargado especialmente de proteger Karmaland, la Tierra, fue Frank Ramírez, se le otorgaron habilidades especiales y un título, era el administrador de Karmaland, su vida estaba ligada al pueblo y al cristal que estaba en el sitio, si el cristal se destruía, el héroe moriría y si el héroe moría el pueblo lo haría con él.
El segundo de ellos fue Samuel De Luque, detrás de Staxx era extremadamente poderoso, su zona elegida era el End, una zona que estaba terminantemente prohibida y era de difícil acceso, fue elegido por su especial rigor y firmeza en cuanto a las normas, nadie podía pasar al End, ni él ni nadie, si algo pasaba en aquel lugar él lo sabría pues su vida estaba ligada a esta zona. A él se le dio el título de Moderador de Karmaland.
El tercero o bueno el segundo junto a De Luque, fue Guillermo Díaz, su zona fue el Nether... Aquel lugar lleno de caos y criaturas tan distintas tenía un acceso relativamente fácil, la actitud dura y sin escrúpulos de Díaz era perfecta para proteger aquella zona. Él era el otro Moderador de Karmaland.
El hecho de que las vidas de los tres héroes estuvieran ligadas a sus zonas respectivas tenía un propósito, evitar que las normas se rompieran... El Nether y el End eran zonas prohibidas por su peligrosidad, porque los dioses no podían acceder allí con la libertad suficiente como para asegurarse de que sería seguro así que nadie sabía que había en aquellos lugares... Nadie, ni siquiera sus respectivos protectores.
La curiosidad de vez en cuando asaltaba a los héroes pero ignoraban aquello cambiando con rapidez de tema.
Con el tiempo el pueblo de Karmaland creció y solo tres héroes nos bastaban para proteger el lugar, los dioses eligieron a dos personas más, Alejandro Bravo, un muchacho de estatura algo baja, pero inteligente y decidido que no dudaba en saltar a la pelea, y Borja Luzuriaga, un joven amable y bueno con una afinidad natural a la magia y las pociones dispuesto a dar todo por proteger aquel pueblo.
Como no pudo ser de otro modo, los dos sintieron curiosidad por las zonas prohibidas, pero rápidamente se les aclaro que estas zonas eran "ilegalisimas", como dijo Vegetta, y que no debían ir a ellas bajo ningún concepto y los chicos prefirieron obedecer al ver al pelinegro tan firme en sus palabras.
Pero claro que siempre cuando algo era prohibido había alguien que desafiaba a todos por saciar su curiosidad... Debido a ello se generó un problema que provocó el exilio de Staxx del pueblo, por lo que...
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- ¡Alexby! -Un gritó casi completamente pegado a su oído llamó la atención del más bajo en estatura-
- ¡Ostia puta! -Exclamó sorprendido apartándose un poco y soltando en reflejo un puñetazo, fue ahí cuando notó que quien le había hablado era Fargan- ¡No me asustes así, pájaro tonto! -
- ¡Pero Alesby no me pegues! -Se quejó el búho sobando su mejilla donde había sido golpeado por el de casco- ¿No ves que yo vivo de mi hermoso rostro? -
El pelinegro solo suspiró con una expresión exasperada bajo su casco y miró al híbrido de búho.
- ¿Qué quieres Fargan? -Preguntó finalmente a su compañero policía-
- Es que te quedaste como bugeado luego de unos minutos de caminar -el repentino silencio del más bajo había preocupado a Fargan, aunque no lo diría abiertamente, se preocupaba mucho por él, más de lo que estaba dispuesto a admitir- ¿Estas bien? -
- ¿Eh? Si, si... Perfecto, no te preocupes Fargan -dijo mientras que se giraba a ver a Luzu y los demás prestando atención a lo que conversaban-
- ...Entonces, ¿Staxx solo dejo Karmaland un día? -Oyó preguntar a Rubius-
- A mi eso no me convence... -Oyó que dijo el juez de Karmaland con un tono inquisitivo- no conozco de nada ese tipo, pero ningún héroe dejaría a su pueblo y su vida solo porque si, hay algo que no me convence en esa situación -
Las razones de Auron eran muy sencillas, si bien no sabía el trasfondo conocía lo suficiente a los cuatro guerreros más antiguos como para saber que había algo que ocultaban, el nerviosismo de Luzu y Alexby, el secretismo de Willy, la reacción agresiva de Vegetta, todo simplemente le daba la sensación de que algo en esa historia no cuadraba, no era el único con dudas, pero si el único en decirlas en voz alta. Rubius también tenía sus dudas, pero les resto importancia, ya después podría hablar con Vegetta de lo que pasaba.
- Auroncito, es todo lo que sabemos... -Dijo Luzu viendo al moreno con una mirada serena en su rostro- cuando Staxx se fue era de noche y los mobs estaban alborotados, creímos que estaba escondido en algún lado, pero cuando anocheció Vegetta y Willy nos dijeron que había abandonado el pueblo -
- Lo único que nos dijeron es que incumplió una norma con la que Vegetta era más estricto que con las demás -dijo el de casco metiéndose en la conversación de los muchachos- no insistimos mucho más después de eso... Y algunos meses después llegó Mangel con Rubius -
El oso asintió ante esto, cuando el había llegado a Karmaland con su amigo de lentes las cosas eran muy diferentes, caóticas incluso, pero estaban empezando a estabilizarse según le había dicho Vegetta cuando preguntó por aquello y no insistió más.
Auron seguía desconfiado, y Fargan también, él había llegado al pueblo después de Lolito, casi un año después de que Rubius llegará al pueblo, no sabía mucho de esa situación, pero si había notado algunas cosas que cuando menos le parecieron sospechosas, ya que había visto algo curioso en el hogar su hermano oscuro de ojos rasgados una vez, lo cual él escondió rápidamente como si no hubiera un mañana... Había algo que no les querían decir.
Antes de preguntar de nuevo, el mapa de Alexby desapareció y el más bajo dio unos pasos adelante viendo la escena sorprendido.
