Había sido un día bastante loco para la aburrida y deprimente vida universitaria de Mingi, con Jongho gritando a mitad de la cafetería y él llorando al escuchar sus inspiradoras palabras, y con algunos alumnos disculpándose con él luego de eso y en el transcurso del periodo de clases (no les creyó en lo absoluto pero aún así las aceptó porque tampoco era un grosero, además los enormes ojos de Jongho lo miraban intensamente cada que alguien se disculpaba y eso le ponía inquieto, por lo que con más razón hizo lo que hizo).
El que nunca se mostró después del escándalo en la cafetería (Mingi esperaba que Jongho no tuviera problemas por eso) fue Yunho. Tal vez, pero solo tal vez, sintió remordimiento y vergüenza por lo que había estado haciendo en todo ese tiempo y por eso no se supo nada más de él. Y a decir verdad, Mingi sí que esperaba una disculpa de su parte como hicieron algunas personas, pero vamos, luego de aquello a él tampoco le hubiera gustado quedarse.
Y es que Jongho había hablado tan fantástico y tan claro que en esos instantes que sus ojos brillaron, su corazón latió rápidamente y le juró amor eterno, pero no ese tipo de amor donde quisiera besarlo apasionadamente y casarse con él, porque estaba casi seguro que no sentía ese amor por Jongho, más bien era uno donde lo admiraba toda la vida y tomaba su mano mientras formaban una muy bonita amistad hasta ser mejores amigos para toda la vida, luego lo llevaría a la casa de su señora madre, lo presentaría ante ella como su casi hermano y ella lo adoptaría sin necesidad de papeleo, y luego vivirían felices por siempre como una bella familia que come doenjang los domingos.
Ahhh, qué buena vida había planeado en menos de diez minutos mientras abría la puerta de su apartamento. ¡Y es que estaba muy emocionado! Relacionarse con las personas siempre fue algo... complicado para Mingi. Gracias a su manera de ser tan impulsiva, a veces hacía cosas que ahuyentaban o incomodaban a los demás, por eso en el pasado comenzó a plantearse ideales de no sorpresas o cambios bruscos en su vida y a contenerse en ciertas situaciones. Aunque en el pueblo en el que solía vivir no habían tantas personas, así que tampoco fue como si hubiera resultado muy difícil llevar a cabo sus ideales, es más, hasta algunas parejas románticas tuvo, pero al llegar a una ciudad más grande fue todo un desastre por acontecimientos que todo el mundo conoce, así que sí, era entendible que estuviera emocionado por su nueva amistad con Jongho.
ㅡ ¡Hongjoong, he llegado!
Mingi sabía que el demonio no respondería pues lo más seguro es que siguiera enredado entre sábanas calentitas y una montaña de peluches que con el tiempo aumentaban más y más y que no tenía ni idea de dónde salían (la verdad tampoco quería preguntar, prefería ser ajeno a la vida de Hongjoong y Wooyoung cuando no les veía, era por su bienestar mental), pero aún así avisó de su presencia luego de quitarse los zapatos.
En días pasados él no acostumbraba a hacer tal cosa para evitar sentirse más solitario de lo normal en su nuevo "hogar", pero desde la aparición de Hongjoong fue que comenzó a hacerlo para evitarse situaciones muy extrañas y especialmente luego de que el segundo demonio llegó fue que lo hizo más regularmente.
Mingi había visto más veces de las que quería al demonio de cabellera negra en posiciones cuestionables que para nada eran de su agrado, e incluso algunas veces hacía partícipe a su hermano en tales cosas y Mingi tenía recuerdos bastante vívidos de esas situaciones que deseaba borrar de su memoria. Por eso preferible avisar su llegada antes de entrar de lleno a su propio hogar y salir llorando o con traumas a corto plazo.
Mingi también había acostumbrado a tocar cada puerta de su apartamento, no importaba si era de su pequeño armario o de alguna alacena en la cocina, siempre tocaba antes de abrir porque en más de una ocasión había interrumpido a pequeños seres de piel totalmente negra y brillosa y con enormes ojos aún más negros y brillosos haciendo cosas de criaturas pequeñas. Una vez halló a una metida en un bol de cereal durmiendo y pegó el grito de su vida, luego salió corriendo hacia Hongjoong que a duras penas lo abrazó y le explicó que aquellas diminutas criaturas eran simples familiares que los demonios como ellos tenían para hacerles las cosas más simples, también le explicó que raras veces aparecían ante los humanos y que no se preocupara. Obviamente aquello no le calmó del todo porque aún existía la posibilidad de ver uno o varios andando por ahí, pero al menos ahora tenía más cuidado en lo que hacía.
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❝See You on the Dark Night❞『MinJoong』
Fanfiction"Nunca hagas caso a lo que veas en Internet". Su madre se lo repetía en el pasado a cada momento, y Mingi, a pesar de sus ya pasados veinte años, jamás lo tomó en cuenta. Él era un tonto sin remedio, uno enamorado y desesperado por atención, pero t...