❝See You on the Dark Night❞『MinJoong』

O5

⚠️ Mención ligera de sangre y violencia física, además de una insinuación de abuso sexual⚠️

Las personas como Jeong Yunho le desagradaban a Hongjoong.

Carismáticas, amables y atractivas físicamente eran algunas características que ese tipo de humanos tenían en común, y eso al pelirrojo le ponía nervioso y asqueado en partes iguales.

Llevaba unos pocos minutos mirándole escondido debajo de los autos como una sombra negra y ya quería hacerlo desaparecer con un chasquido por lo irritante que era toda su persona, luciendo brillante con el cabello pintado ridículamente de colores y las mejillas abultadas. Ugh, ¿no le dolían por tenerlas así siempre?  Él había intentado días atrás sonreír de esa manera, pero resultó desastroso. Los músculos de su cara se acalambraron y tuvo dolor por dos días, ¡una cosa terrible!

Volviendo a centrar su atención en Yunho, le observó salir muy animado de su casa (con un bolso a juego con su cabello y lleno de pines tontos, la ropa oliendo a goma de mascar sabor fresa porque, a pesar de que Hongjoong no usó sus habilidades para olisquearlo, distinguió el irritante olor a dos autos de distancia) para ir rumbo a la Universidad y no pudo evitar hacer la mayor mueca de desagrado que ha hecho en lo que lleva de vida. Ese humano era extraño, lucía fresco y contento por levantarse temprano, todo lo contrario a Mingi que por las mañanas era una máquina de lloriqueos y maldiciones insoportable que Hongjoong evitaba yendo a la azotea del edificio. Mingi varias veces le reclamó por dejarle solo en su sufrimiento, pero ni se inmutaba pues no estaba ahí para cuidar de él ni para soportarlo.

Siguiendo a Yunho en su camino, Hongjoong se dio cuenta que no había persona que el humano multicolor no saludara, ya sea con un “buenos días” o una inclinación de cabeza, él siempre se mostraba educado de alguna forma. Algo que llamó su atención y le alarmó fue la manera en que Yunho saludó a una joven humana de cabello casi tan negro como el plumaje de sus alas, fue muy catastrófica la manera en que la mirada del multicolor cambió al verla y cómo su sonrisa se enanchó aún más cuando ella le correspondió del mismo modo.

Oh, no...

Puede que él no sea muy conocedor del tema, pero esa escenita cursi sin duda fue una prueba de que había sentimientos amorosos de por medio entre ellos.
No era nada benefactor para la petición que debía cumplir, era un obstáculo enorme y que debía ser destrozado cuanto antes, aunque por el momento simplemente sería efectivo llevar acabo de una vez lo que llevaba días planeando, y si no funcionaba, recurriría a algo más drástico.

Hongjoong dejó de ser una sombra y obtuvo una forma sólida cuando vio al humano cruzar por un pequeño parque, no iba mostrarse ante Yunho con su forma humana pero estaba tentado a hacerlo con su forma original, sería divertido sacarle un par de sustos y desfigurar esa sonrisa resplandeciente en una expresión de asombro combinada con terror. Nada lo detenía, la zona donde se encontraba el parquecito estaba desierta por ser temprano en la mañana, no había niños jugando en los columpios o ancianos sentados en las bancas, ni siquiera los pájaros mañaneros cantaban en las copas de los árboles a pesar de ser aún primavera.

Hongjoong sabía bien por qué el ambiente estaba así, tan silencioso y lúgubre, y con socarronería curvó sus labios en una sonrisa que no era ni medio humana, mostrando sus blanqueceos dientes que de a poco pasaban a ser colmillos de cinco centímetros de largo, acompañados de una semi-larga lengua bífida que se deslizaba viscosamente entre estos.

No había ni una alma ahí por su imponente presencia, ningún animal deseaba toparse cara a cara con él por temor a ser devorado y su aura en esos momentos era lo suficiente sombría para erizar la piel de los humanos, aunque al parecer a Yunho eso no le impidió caminar por ese parque a pesar del mal rollo palpable en el ambiente.