O3

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Mingi despertó con un dolor de cabeza sorprendente, como si tuviera una resaca de tres noches tomando todo tipo de alcohol, pero lo raro es que no había rastro de botellas en el colchón ni en el suelo de su habitación, tampoco olfateaba el distinguido y amargo olor de la bebida por ningún sitio cercano así que descartaba que su cabeza doliera debido a eso.

Se levantó con calma de su cama para no agravar el dolor y puso sus pies descalzos en el frío piso, dio un pequeño respingo por la sensación pero no hizo nada más, quedó perdido en su mente tratando de recordar qué había pasado anoche y por qué estaba solo en ropa interior si él nunca dormía así.

¿Tan ebrio quedó que no recordaba nada?

Encogiéndose de hombros se levantó para ir al baño porque, aunque no oliera feo, todas las mañanas debía ducharse sí o sí. Caminó por el pasillo hasta llegar a la puerta del fondo y la abrió con pereza, ahí se llevó una enorme sorpresa al mirar un par de alas con abundantes plumas negras, una estrecha espalda, un respingado trasero con una… ¿cola? moviéndose bajo la regadera, aparentemente cantando en un idioma desconocido y moviéndose al compás de la canción. Mingi soltó un grito desde lo más profundo de su garganta y cerró con fuerza la puerta para después huir a su habitación, ahí se escondió bajo las sábanas (fingiendo que eran las faldas de su señora madre) y comenzó a sollozar.

¿Qué había sido eso en el baño? Sin duda era una alucinación por la resaca porque aquello no podía ser real, el tamaño de esas alas era bastante considerable y por poco no cabían en su baño, y qué decir de los cuernos y la piel tapizada de lo que parecían tatuajes… ¡Y la cola! ¡La maldita cosa se movía! ¡Parecía una criatura sacada de una película de fantasía!

¡Totalmente imposible!

ㅡ Grandote, deja de esconderte bajo esas sábanas. Pensé que ya te había dejado claro que ellas no te protegen de nada.

Como si de un golpe duro se tratase, los recuerdos de anoche aparecieron en la mente de Mingi una por una y de manera muy clara al escuchar la voz, lo dejaron tan aturdido y con una sensación rara en el cuerpo que se levantó deprisa para correr hacia el baño y volver su estómago en la taza por la sobrecarga. Hongjoong lo observaba divertido desde el marco de puerta, con el cabello rojizo semi-húmedo por la ducha interrumpida y una sonrisita traviesa en los labios. Le resultaba entretenido la manera en que Mingi reaccionaba a todo lo relacionado con él, y cuando lo vio girarse para mirarlo con expresión entre confundida y temerosa (a pesar de ya no estar en su forma natural), sonrió mucho más grande mostrando intencionalmente sus colmillos.

ㅡ No vayas a llorar ㅡla voz y mirada burlesca de Hongjoong hicieron que Mingi se sonrojara por la vergüenza. Él no iba a llorar, parecía que si y la verdad es que ganas no le faltaban, pero no lo haría para conservar la poca dignidad que le quedaba.

ㅡ No lo haré ㅡse levantó con las piernas temblorosas, sosteniéndose del lavabo que estaba al lado para evitar caer pero falló, su mano resbaló y sus piernas débiles flaquearon por lo que Mingi solo esperó el golpe contra el azulejo, aunque éste nunca llegó.

Hongjoong, con rapidez y fuerza digna de su raza, alcanzó a sostener a Mingi antes de que tocara el piso, lo sujetó firme por la cintura y lo alzó hasta reincorporarlo, sus cuerpos quedaron muy unidos pero Mingi parecía no reaccionar a nada así que el demonio lo mantuvo pegado a él hasta que pareció reaccionar. Mingi (después de volver en sí mismo) miró sorprendido al de cabellos rojos, su rostro estaba bañado de carmín hasta punta de sus orejas y quedó boqueando como un pobre pez fuera del agua, Hongjoong pensó que seguramente el grandote en su mente se preguntaba cómo es que pudo hacer lo que hizo tan fácilmente teniendo un cuerpo pequeño y menudo, y eso lo hizo sonreír con suficiencia.

❝See You on the Dark Night❞『MinJoong』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora