Oh chico ven a mi

principio

El hogar del japonés era una enorme confusión de apariencias, apellidos y apodos. En su casa, el japonés vivía junto su padre y el primer hijo de su madre shorter

Con dieciséis años llevaba toda una vida en New York con su hermano de dieciocho y sus padres, el estricto Shunichi. A eiji le gustaba decir que shorter era adoptado. Para hacerlo enfadar.

Llevarse por solo dos años hace las cosas complicadas, cuando niños Shunichi jalaba las orejas de ambos, o los dejaba juntos en la habitación hasta que arreglaran las cosas. Y aunque pensaron que las cosas cambiarian con el tiempo, lo cierto es que a veces seguían discutiendo. Últimamente habían mantenido las cosas en paz, shorter estaba madurando -más o menos y ahora eiji no era más que su gatito, su pequeño hermano que él debia proteger bajo cualquier cosa. Por su parte, eiji estaba demasiado metido en su vida adolescente como para irritar más a su hermano; aunque, claro, aún tenía tiempo para molestarlo y quizás humillarlo frente a sus amigos.

Justamente planeaba hacer eso, el pelo morado habia traído un amigo a casa, algo bastante normal. y tentador como para que el japonés quisiera jugar con su hermano, Se deslizó de su cama en cuanto escuchó la puerta principal cerrarse, shorter había anunciado su llegada y su padre fue a recibirlo. Apenas y vio su cuarto de reojo, era un desastre lleno de cosas tiernas , con la música demasiado fuerte y la ropa regada en todas partes. Pudo oir como su hermano subia las escaleras, sonrió con diversión, ¿Qué debería hacer hoy? Quizás podría humillar a shorter con bromas pesadas, mencionar algo vergonzoso.

Cada vez los pasos se hacían más sonoros, su hermano venia conversado animado con otro tipo, y eiji fue aún más feliz al saber que debian pasar por su habitación para ir a la de shorter. Fijó sus ojos en el par de adolescentes que venian hacia él, y sus pulmones decidieron dejar de funcionar al ver quien venia con el idiota de su hermano.

Mierda, quizas haya visto a Ash un par de veces en la escuela, pero nadie podía culparle, Ese tipo era para mirarlo por horas, tenía una piel blanca común en New York: era tan malditamente genial que si no fuera porque tiene un crush en él, eiji podría sentirse ofendido. Con su maldita y ruidosa motocicleta, casi ni puede creer que sea amigo de su hermano, el bobalicon con sonrisa de corazón y obsesión con los carros .

¡Y ahora estaba en su casa, a segundos de pasar en frente de su habitación! Y él estaba ahi con su jodida camiseta de gatitos, que alguien se apiade de su alma y lo mate.

Antes de poder huir, el par ya estaba frente a ellos, shorter efusivo como siempre ya le sonreía de oreja a oreja, mientras recibia una mirada serena por parte de ash

-¡Eijiiiiiiiiiii! Te extrañé mucho, gatito, ¿Cómo te portaste? te presento a eiji, mi hermanito. -Mierda, ahora era él el humillado, con shorter siendo el hermano mayor amoroso y ash viéndole curioso, Las mejillas de eiji ardian de vergüenza y algo más, porque lo cierto es que ash lynx era un maldito espectáculo.

- Es un placer, eiji. - Ash le ofreció su mano, y el pequeño japonés se sintió aún más acalorado.

- El placer es mio. Ash.-El placer es mio,

mierda, claro que si.

No dudó en tomar su mano, dejando sus nervios de lado y sonriendo con confianza, buscando su mejor pose. Recibió una sonrisa por parte del rubio , el estrechón de manos duró un poco más de lo acostumbrado, y eiji se atrevió a rozar sus dedos cuando se separaron. miró ceñudo como su amigo le sonreía a su hermanito, no tardó en tomar los hombros de Ash y sacarlo de ahí, con su sonrisa de siempre.

- Suficientes presentaciones, estoy seguro de que papá te llamó, gatito.

Eiji miró a su hermano con el ceño fruncido. mientras Ash era empujado hasta el fondo del pasillo, donde estaba la habitación de shorter. Se cruzó de brazos al ver como alejaban al kazajo, y no dudó en seguirlos hasta la puerta de su hermano mayor, parándose ahí sin siquiera importarle el hecho de que andaba sin zapatos.