Cortinas azul celestes.

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Me desperté otra vez en aquella cuna en aquella sala tan blanca y tan deprimente.

Al parecer, lo que me había pasado era uno de los muchos efectos colaterales de la amnesia.

Me sentía mal en ese momento por hacer el ridículo delante de tantos seres humanos.

Observé que no era la misma habitación de la última vez, ni siquiera la misma planta.

En vez de tener una minúscula televisión poco mas alta que mi vista, tenía una enorme cortina azul celeste que escondía algo. A alguien.

De repente escuché toser a ese alguien. Era muy grave para ser tos de chica.

-¿Hola?-dije sin pensar, y hasta me arrepentiendome.

-Hola-voz ronca-¿hay algún problema?

No respondí por pura verguenza.

Poco deapués vino mi madre junto a un médico.

Tenía una benda rodeandome la cabeza, parecía tonta, o una de esas pavas de hoy en día "hipsters".

Ni mi madre ni el doctor se acercaron a mi, asique yo seguía observando aquella gran cortina azul.

Llegó a visitar al paciente de la voz ronca una mujer alta, de pelo negro y con un cuerpo envidiable junto a una doctora ya no tan envidiable con cara  resentida.

Mientras yo seguía observándola mi madre el doctor me estaban explicando lo que me había pasado en aquel paseo de madera pero yo seguía atenta a aquella voz ronca que podía escuchar tras miles de voxes más.

Hasta que derrepente escuche:
-Se tendrá que quedar unos días en observación.

Esa voz ya no era ronca, ni procedía de la doctora resentid. Procedía de mi doctor. Yo era la que me tenía que quedar unos días allí, en aquella cuna.

-¿Perdón?-dije con tono brusco y chulesco.
-Ya has oído al doctor, Avril.
-No, no lo he oído.
-Pues eso Avril, que te tendrás que quedar aquí unos días, sufres un caso de amnesia un poco rarp de tratar.-dijo el doctor con tono tranquilizador.-Tienes tras ese lado de la cortina un compañero. Se llama Leonardo, Leo. Podrás conocerlo tras su visita.

Contesté con una media sonrisa, no me apetecía que me viera nadie con este aspecto, con la benda al rededor de la cabeza.

Y menos un chico que probablemente esté bueno.

Lo siento, no sé de qué me hablas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora