Celos

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Tsukishima se encontraba en una tienda escolar por encargo de su tutora. Tenía que admitir que estaba hastiado de las responsabilidades de ser el delegado de su curso, cuyo puesto se había escogido por sorteo. Al instante que iba a salir de la gran tienda, vio al chico que antes conversaba con Yamaguchi para pedirle su tarea o solo para estar contándole su vida, lo que a nadie le importaba. Pasó de largo, sin siquiera saludar. Después de todo, ese mocoso ni siquiera era un conocido para el rubio, así que no le tomó importancia.

—Oye, poste de luz—escuchó Tsukishima a una voz estruendosa e irritante.

—¿Me hablas a mí?

—Ves algún otro poste solitario y amargado por aquí—vociferó Omi burlón.

—No, pero lo que sí veo es a un burro. No sabía que ahora hablaban.

—¿Burros? Sabes que no pueden ingresar burros, ¿no?

El rubio volteó los ojos—Ja, al menos sabemos que de inteligencia no morirás—comentó sarcástico—No gasto mi tiempo en estúpidos, así que vete.

—Hey, hombre, qué agresivo.

—Tsk, tú empezaste, déjame solo.—expusó harto Tsukishima

—Ok, ok—dijo con las palmas alzadas—solo vine para saber si Yamaguchi ya te vino con el chisme.

—¿Qué?, ¿de qué hablas?

—No te hagas—le codeó fuerte, lo que molestó al rubio.

—No sé a qué te refieres. Aparte él y yo nos contamos todo, así que lárgate.

—¿Todo?, ¿estás seguro?...¿Así que ya te dijo quién le gusta?

El rubio se quedó impactado al oír eso. Un fuerte latido retumbó dolorosamente en su pecho. ¿A Guchi le gustaba alguien?¿Por qué no se lo dijo?...¿Quién es? Tsukishima necesitaba saberlo ahora. Empezó a sudar frío y su cuerpo se sintió tenso. ¿Este inepto sabía quién le gustaba a su pecoso? Ansiaba descubrir quién era ese infeliz.

—Habla.

—''Él y yo nos contamos todo''—Omi imitó graciosamente para molestarlo.

—Si no lo haces, me voy—replicó con tedio. Estaba al tope de la desesperación y el idiota que tenía al frente solo lo fastidiaba.

—Está bien, está bien, te diré ahora—dijo mientras miraba rápidamente a ambos lados asegurándose que no se halle el peliverde—Yamaguchi me dijo...¡que le gusta tu hermana!

Un breve silencio se formó, cuyo altar era el rostro desconcertado del rubio.

—...¿Qué?—Tsukki estaba muy confundido. ¿Este bufón le estaba tomando el pelo?—mira, si haces esto para joder mi paciencia, puedes estar seg-

—¡Aguanta! Te estoy diciendo la verdad, gilipollas. El mismo Yamaguchi me lo confesó. Si quieres ve y pregúntale.

—A ver, primero, no soy tu espejo como para que me andes insultando; segundo, no me vuelvas a hablar nunca más; y tercero, NO tengo hermana, imbécil.

Omi parpadeó varias veces sin creérselo—¡¿Ah?!, pero es imposible...¡Entonces ese pecoso cara de cacahuate me mintió!—gritó alborotando su cabello.

—Adiós

Tsukishima se fue antes de explotar ante el anormal que Yamaguchi tenía por amigo. Estaba furioso. ¿Acaso de su boca solo salen disparates? Al rubio lo único que le cabía en su cabeza es que si volvía a verlo, ahora iba a reaccionar con sus puños.

''¿Hermana? Qué le pasa a ese retrasado. ¿Guchi en serio le habrá dicho eso? No puede ser, pero...¿si sí lo hizo?...¿por qué?, ¿qué escondes, Tadashi? ''

Muchas dudas, sin responder siquiera alguna, se formulaban en su cabeza. ''¿Y si es verdad? Pero ni siquiera tengo herm...'' De repente una posible respuesta se le ocurrió, lo que generó que sienta su estómago revuelto y que sentimientos no tan lejanos a él vuelvan a surgir.

Tsukishima volvió a sentir ese frustrante miedo de perder a la persona que más amaba, ese horrible ardor que martirizaba su pecho y ese egoísmo poseedor de consumir todos sus pensamientos. Sin embargo, la que más destacaba en el rubio era la sensación de traición, traición por Yamaguchi y principalmente...por su hermano,

"¿Entonces a eso se refería Akiteru con su secreto con Tadashi? ¿Guchi está enamorado de mi hermano? ¿Por eso se estaban abrazando ese día? ¿Por eso había llorado en brazos de Akiteru?¿Por eso no quisiste contármelo, Guchi? ¿Pensó que le tendría asco?" Más y más preguntas lo abrumaban y el vacío en su corazón aumentaba. ¿Su primer amor fue un fracaso? No lo aceptaba, jamás lo haría. Tsukishima estaba seguro que nunca nadie amaría a su preciado pecoso como él lo haría, ¡no podía permitirlo, nunca!

Sentimiento negativos consumían al de lentes. Sentía envidia y celos de su hermano, porque sabía que este era mejor que él en casi todo: sus calificaciones, su comportamiento, su físico y, sobre todo, su personalidad. Agresivamente, Tsukishima golpeó un bote de basura fuertemente para tratar de liberar todo, pero no podía, no quería. Tenía que confesarle a Yamaguchi todo lo que sentía y lo que haría por él. No podía perder ante su hermano y menos perder el amor de su Guchi.
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F había llegado al punto más alto de mi flojera xd 
Me salió muy toxico el rubio oxigenado :u 
Bueno, muchas gracias por leer, cuídense y báñense :3 


Mi error (Tsukkiyama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora