En el campamento mestizo Quirón recibe un mensaje de parte se su amigo Albus Dumbledore, para que protejan a Harry Potter, Percy, Annabeth, Nico, Will y Leo irán a esta peculiar misión pero hay personas que no se las podrán demasiado fácil.
El pasa...
El viaje fue demasiado tranquilo, después de dormir a los exagerados de mi novio y Percy, se que no les gusta volar por miedo a Zeus pero a veces me ponen los nervios de punta, y era mejor si no quería que las cosas se convirtieran en una apocalipsis aéreo.
Las horas pasaban volando, pero había demasiada turbulencia, y eso seria por culpa del rey de los dioses.
Ya cuando íbamos a aterrizar Nico despierta y minutos después lo hace Percy, Nico se veía tan tierno con el pelo revuelto, entonces me mira fijamente como si tratara de buscar en sus recuerdos quien era, entonces dijo.
- Lo hiciste, cierto Andrew
- Sabes que era mejor para todos.
Asistió con la cabeza, pero aun pensativo, entonces me volvió a mirar con una sonrisa en la cara, yo le regrese la misma sonrisa, y me dijo.
- Tienes razón, y no lo volveré a repetir. Me volvió a sonreír, pero continuo - ¿ Como hiciste para darme esas pastillas Solace?
- Bueno es larga la historia, pero para resumirla, te las puse en tu botella de agua.
- Me sorprendes, parece que has aprendido algo de los Stoll.
- Tal vez.
A Nico no le gusta mostrar sus sentimientos enfrente de los demás, pero el hace una excepción conmigo, después de nuestra conversación comenzó de nuevo las turbulencias, como si Zeus supiera que ya han despertado.
Tanto el hijo de Hades y Poseidón se aferraron a los posa brazos como si de eso dependiera su vida, pude notar que Nico se estaba volviendo verde por las nauseas, mientras Percy solo cerraba con fuerza los ojos.
Cuando por fin aterrizamos, tanto Percy como Nico se levantaron y comenzaron a empujar a las personas que se les adelantaban, hasta empujaron a una anciana.
Y aventaron a Leo, el estaba cerca de la puerta y estaba por bajar las escaleras cuando Nico paso, lo empujo pero no perdió el equilibrio, pero no tuvo tanta suerte con Percy y termino cayendo por la escalera hasta abajo.
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No se hizo mucho daño, cuando baje pude notar a Percy besando el piso como si fuera lo mas preciado que tenia, y Nico no tuvo mucha suerte con las nauseas del avión, fue a vomitar detrás de unos arbustos.
Cuando regreso lo vi mas relajado , fuimos por nuestras maletas, Nico y yo nos separamos del resto para comprar algo de comer, no tenia hambre, pero Nico si (lo acompañe es lo que los novios hacen) después que vomitara la única comida que tenia en el estomago, solo fue a comprar una taza de café para relajar los nervios por el viaje.
Nos reunimos con los demás, mientras salíamos del aeropuerto todos juntos, nos encontramos con un hombre gigantesco era dos veces más alto que un hombre normal y al menos cinco veces más ancho. Estaba tan desaliñado... Cabello negro, largo y revuelto, y una barba que le cubría casi toda la cara, pero podían verse sus ojos, que brillaban como escarabajos negros. Nos miro y sonrió, llevaba un cartel con nuestros nombres, era muy raro, entonces nos acercamos, y nos dijo .
- Bienvenidos a Londres. y casi como un susurro - Semidioses.
Nos sorprendió a todos que supiera que éramos, por lo visto noto nuestro impacto y continuo.
- Albus Dumbledore me dijo que vendrían.
- ¿ Quien es usted?. Dijo Annabeth
- Es cierto, no me he presentado. Rubeus Hagrid, Guardián de las Llavesy Terrenos de Hogwarts. Pero me pueden decir solo Hagrid.
-¿Por que nos busca.? Pregunto
- Para acompañarlos a donde se van a instalar, hasta el 1 de septiembre, cuando vayan al colegio.
Era cierto, no sabíamos donde nos íbamos a quedar hasta llegar al colegio.
- Entonces, donde nos vamos a instalar. Dijo Leo, era la primera vez que hablaba desde la caida.
- Vamos a un lugar, muy particular solo para. de nuevo en un susurro- magos
- Y que esperamos. Dijo Percy muy emocionado.
- Sígame y lo descubrirán.
Así lo hicimos, muestras Nico agarraba mi mano con fuerza como si me fuera a perder, era muy lindo en esa manera, espero que en el Colegio tengamos tiempo para nosotros dos.
