Capítulo 6: por favor perdóname niño.

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Volumen 1 (Humanos)

Fuego, gritos y destrucción en general. Eso era lo único que se podía ver y escuchar en el pueblo de Werma, un pueblo que tenía la desgracia de estar en la mira de un caudillo, de un líder de los bandidos de las estepas.

Ese líder, ese "hombre" si es que se le puede llamar así, pues era puramente retorcido llamarlo demonio sería un insulto a esa raza.

Ya que su crueldad no tenía límites sin importar si era un familiar o aliado todo aquel que lo llegue a irritar o contradecir encontraría un castigo peor que la muerte, después de morir tu cuerpo sería irreconocible ni siquiera sería sepultado (o con su respectivo ritual), nunca estarías en paz con Dios o los Dioses.

Sólo habían dos entidades que podían calmarlo y son 2 mujeres la primera su Diosa, la Diosa Hera del panteón griego, la segunda era su fallecida esposa.

Él tiene una edad de 50 años y una apariencia asquerosa vestido con harapos, un pantalón militar gris, unas botas de combate desgastadas y llenas de lodo también tiene equipado un florete en su cintura y un rifle sin bayoneta, su cabello es largo y negro pero sin arreglar se podía notar a la distancia que no se baña desde hace meses.

Sus ojos son de un peculiar color rosado, esto se debe a que hizo un ritual para convertirse en un campeón de Hera a cambio pidió encontrar al ser que más ama y al ser que más odia.

Ambos marcados con ojos del mismo color, el nombre de este desagradable ser es Anacleto él proviene de las islas del sur pero se unió a los bandidos de las estepas desde los 15 años.

Pov Anacleto:

Ya me estaba cansando de oír los lamentables gritos de dolor y súplica de los múltiples habitantes, de repente una estúpida niña intenta sacar a un hombre de unos escombros, de seguro es su padre. La niña me observa y con un notable miedo en sus ojos se me acerca.

La niña: Señor podría ayudar a mi pa...

[una cantidad inmensa de sangre empezó a empapar todo el lugar mientras que la cabeza de la niña rodaba por el suelo]

Que lamentable su cuello no fue un reto para mí florete, y eso que la hoja es muy delgada, pero de todas formas no evitó su decapitación. Bueno mejor empezar antes que se enfríe.

Fin del Pov de Anacleto.

Este ser tan repugnante empezó a practicar necrofilia al cuerpo decapitado de la niña, mientras el padre de la anteriormente mencionada no podía parar de gritar y de insultar al hombre por tal aberrante escena.

Padre de la niña: ¡Desgraciado deja de mancillar el cuerpo de mi hija, si sigues así su alma no podrá entrar al cielo!

Anacleto permaneció haciendo lo suyo sin importar las palabras de aquel hombre desesperado, mientras penetraba el cadáver de la niña cogió su rifle y sin parar su acto sexual, apuntó al hombre y disparó volándole la cabeza.

Anacleto: Yo no me someto a tus creencias estúpidas.

Anacleto siguió profanando el cadáver por dos horas más hasta que se enfrió, entonces ordenó a sus hombres a coger todos los cuerpos y tirarlos en una carreta para luego ofrecer sus almas a Hera.

¡Reencarne en un Mundo en Guerra!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora