Ahora que todo ha pasado, Psyque descansa junto al hermoso Eros. Sus rizos dorados, coronados por rosas escarlata, y su boca, pintada por el dulce vino, rinden tributo a las cosas hermosas; aquéllas cosas, que serían imposibles si Psyque no hubiese traicionado la fe de su amado. Al convertir la fragancia del amor en la pestilente esencia de la verdad, su vida perdió cualquier atisbo de magia, y desde entonces; Psyque y Eros, constituyen un verdadero ejemplo de matrimonio convencional.
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El diablo y el relojero (Historia alternativa).
FantasyLas campanas del pueblo comenzaron a sonar, al tocar la campanada número 12 el reloj se detuvo. Los habitantes del poblado se asomaban desde sus viviendas confundidos, pues era sabido que el campanario estaba poseído por un demonio burlón y recitaba...