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Un chico de cabellos bicolores pensaba en como declararse pero cada vez que lo intentaba, uraraka aparecía y interrumpía sin motivo aparente.
Ya había pasado dos meses desde que se enamoró de el pecoso y cada día no podía evitar imaginarse estar a su lado dándose besos y caricias mientras se decían un tierno "te amo", amaba pensar eso pero al mismo tiempo odiaba que el pecoso no captara sus indirectas, pues siempre que intentaba que se diera cuenta de sus indirectas, este no entendía o uraraka interrumpía.
Era nuevo para el estar en el tema del amor, se sentía raro pero bien, aunque algo le aterraba y era el hecho de ser rechazado y consumido por las flores, pues había oído sobre la enfermedad Hanahaki, cuando escucho de que trataba no pudo evitar sentir algo de pánico, no sabría que hacer si le pasaba eso, prefería no enamorarse, pero ahí está, enamorado de uno de sus amigos, intentando evitar el rechazo del pecoso.
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En unos pasillos se encontraba un pecoso sacando algunas cosas de su habitación, pues al parecer algo se había roto en el cuarto de este y le había tocado barrer algunos vidrios que estaban en el suelo.
-Hola Deku-kun! -saludo la de cabello castaño con una sonrisa en su cara y un pequeño sonrojo un poco notable - ¿que haces?
-H-hola uraraka-san - dijo algo apenado nuestro brócoli con un pequeño sonrojo - N-nada, solo se calló algo y estoy barriendo
Uraraka y Midoriya empezaron una conversación mientras que el pecoso seguía barriendo. Ambos parecían sonrojados, hasta los que no supieran quienes son o que son, dirían que son pareja, una pareja muy hermosa. Hablaban como si no hubiesen hablado en un montón de tiempo, como si hubiese pasado años sin verse, se veían muy lindos y muy enamorados, alguien desde lejos los vio, no se veía feliz.
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Un bicolor veía a un pecoso y a una castaña hablando de manera contenta, parecía normal así que no le tomo mucha importancia o no le hubiera tomado tanta importancia si no fuera porque uraraka le dio un beso a midoriya y este se sonrojo. Al ver esa escena inmediatamente sintió que su corazón se rompió y sin pensarlo empezó a toser, cada vez que tosía, salían pétalos de flores carmesí con la sangre de bicolor.
Tosió de manera fuerte llamando la atención de la castaña y el pecoso que rápidamente se acercaron a el con intención de ayudarlo.
Cuando se acercaron se dieron cuenta de que tosía pétalos carmesí mientas que gruesas lágrimas salían de los ojos del bicolor.
- Todoroki. . . ¿Tienes Hanahaki. . .?
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Hola mis amores, aquí primer capítulo de este libro.
Me gustaría comenzar este libro actualizándolo más seguido.
Talvez actualice seguido, pero también depende de cuanta tarea me dejen.