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Siguieron caminando y caminando, sin ver hacia atrás, pero recordando el camino de memoria, o un poco de él ya que habían pasado minutos y aún seguían envueltos en ese extraño túnel.

 Cuando por fin vieron unportón grande de madera, se permitieron descansar sus mentes, ya que ese lugarera asfixiante y eso sólo los alteraba más. Shifty se aproximó a empujaraquello que les estorbaba para pasar y ver que había del otro lado, perorepentinamente, ésta se abrió sola, dándoles paso a adentrarse en dicholugar.

Era una gran sala, extrañamente parecida a la que la casa de Flaky poseía; el decorado sin embargo, era diferente. En el lugar diferían los colores neutros: negro, blanco y gris, además de que era al estilo clásico ysuperficial. Habían cuadros que a juzgar por su apariencia eran de muy añosatrás, entre ellos destacaban los de la edad media, que poseían una granmagnitud y referencia.

Pensar que no era lindo, era mentirse a uno mismo, porque sinceramente el lugar era precioso, aunque aún constaba de ese toque que el túnel tenía: Era tenebroso. Todos los lugares que  l pasaban, olían extrañamente mal, como a putrefacción o sangre, dependiendo de varias cualidades, pero por alguna razón eso no parecía llamarles la atención, no era extraño que un lugar abandonado oliera así, si había ratas y toda clase de animales muertos.

-Este lugar sí que es asombroso -dijo Splendid observando todo con detenimiento. ¡Si hasta Flippy había quedado boquiabierto! No había palabras para describir el sentimiento que albergaban sus corazones, una mezcla de asombro y temor, un choque electrizante. Pero una pregunta los hizo volver a la realidad.

-Oigan, ¿Saben dónde se encuentran Lumpy y Russell? -preguntó Petunia, cansada de estar entre tanta mugre, asombrada por la belleza del lugar y preocupada por sus amigos. Las otras once personas callaron alinstante, no lo sabían.

 -No los encuentro. ¡Es más, creo que ni bajaron con nosotros! -exclamo la de ojos azules, quedándose estática, contemplando los rostros de sus amigos . Cuddles palideció, al igual que Giggles y Toothy, porque no podían creer que no habían notado la ausencia de éstos; Splendid también se preocupó, llevándose las manos al mentón, tratando de pensar en alguna respuesta, él era el héroe, así que tendría que hacer algo para ayudar a los demás.

No se dieron cuenta cómo, ni porqué, pero se encontraban peleando, gritándose entre sí. Los gemelos y Nutty eran los que se encontraban calmados; dos guardando objetos de valor en sus bolsillos, y otro tragando caramelos que había en una canasta.

- ¿Nutty? -llamó Cuddles. El aludido volteó levemente a verlo, aún con los dulces en su boca. Tragaba y tragaba hasta llenarse, lo cual no pasaba.

- ¿Qué? -preguntó Nutty, mientras se atragantaba en caramelos.

- ¿De dónde sacaste los caramelos? -preguntó Giggles con voz tranquila , sabiendo lo que su  amigo diría.

- De aquí -contestó el del ojo tuerto, matándose en azúcar y señalando el lugar de donde los había sacado. Era una canasta en forma de calabaza, con toques rojos que parecían ser sangre; y adentro abundaba encaramelos y chupetines, aunque estos tenían un olor horrible y asqueroso.

Lifty se acercó a analizarla, por si tenía valor, pero al ver que no lo poseía, se alejó sin decir palabra. Shifty rio, observando bien el objeto lleno de dulces.

-Já, que mal gusto. Las casas embrujadas pasaron de moda.

Flippy por su parte, se acercó cuidadosamente hacia la canasta y la observó; a simple vista era normal, pero cuando intentó tocar más adentro se dio cuenta de que el espeso líquido que había no era jugo, ni un decorado, sino sangre. Antes de poder avisarles a sus amigos, sintió como Nutty mordía gravemente su mano, haciéndola sangrar. Soltó un quejido de dolor, alejándose de su amigo, quien parecía en transe.

- ¿Qué te pasa Nutty? -preguntó Flippy, estando a una distancia prudente. No pensaba arriesgarse, su amigo no se veía como usualmente lo hacía.

Si tan sólo no hubiéramos abierto la puerta...



De repente la luz se fue, dejándolos a todos a oscuras, sin saber dónde se encontraban sus dos amigos y con uno completa mente fuera de sí. Escucharon un gritó, uno desgarrador, pero no pudieron hacer nada.

Si tan sólo nos hubiésemos quedado en casa...



Sintieron como un líquido se esparcía por el suelo, mas no pudieron moverse o decir algo. Luego de diez minutos en completo silencio, la luz se atrevió a volver, pero la escena fue horrible.





Si tan sólo no hubiese apoyado esa tonta idea, yo podría haberme negado...





Los miembros de Nutty yacían sobre la canasta, "adornándola" de forma grotesca. El cuerpo de éste se mantenía recto por una soga que se sostenía firme a su garganta, ahorcándolo y elevándolo a una altura alta, hasta no dejarle tocar el suelo con sus pies. De sus hombros, saltaba sangre y sangre, fluidos rojos y espesos, producto del arrebatamiento de sus brazos. En el suelo se veía claramente pequeñas venitas rojas, como tubos que hacían más horrenda la escena. Su cabeza se mantenía agachada, pero vieron claramente como el caramelo que tenía en su boca caía lentamente, hasta estrellarse contra las baldosas manchadas de un rojo carmesí que invadía la vista de todos los presentes.



Un gritó se prolongo, haciendo que voltearan la vista hacia el otro lado y se llevaron otra horrenda vista. Esta vez los cuerpos de Lumpy y Russell salían a escena, pero de una forma aún más grotesca y desastrosa, pues no tenían ni las piernas, ni las cabezas en su lugar, simplemente, todo se encontraba en el suelo, sobre las frías y blancas baldosa de cerámica.

Sobre la pared, algo se dibujaba poco a poco con la sangre de las tres víctimas.



"Happy Halloween"





Si tan sólo, nada de esto hubiera ocurrido... 



Happy HalloweenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora