Hogar

Intentemos otra vez

Durante la visita Kenneth vio como Tony se relajaba mientras charlaba de manera amena con sus conocidos, la felicidad inundaba el ambiente haciendo olvidar a todos la situación en la que el castaño estaba metido, todo era paz hasta que una pregunta destrozó todo el ambiente

-Y tú? Pepper, como ha ido todo por tu lado? - dijo el castaño alegremente, cosa curiosa en él, pues a pesar de lo creativo que era, para nadie era habitual el verlo genuinamente feliz

-no tan bien Tony...-

-acaso hay algún problema con la empresa? -

- no... es sobre Steve...- al pronunciar el nombre el castaño dio un brinco

- que hay sobre el? -

- lo vi, Tony, el planea volver...-

- no es bueno que hablen ustedes de eso- dijo el rubio que se había mantenido en silencio- no es un tema apropiado

- Creo que necesito escuchar esto. Kenneth- dijo con odio al pronunciar el nombre

- y yo estimo que no, aun estas delicado después de-

- después de nada, tu no vas a decirme a mí que puedo o no escuchar- dijo comenzando a perder la compostura

- puedo censurar un tema si lo creo necesario, omega Anthony, es parte de mi labor-

- escúchame niñera de quinta, hay cosas que necesito saber y me importa una mierda lo que digas- dijo volteando a ver a la rubia- que sucedió con él?

A Kenneth no le pareció para nada el comportamiento del más bajo, su comportamiento durante los meses había sido aceptable, ¡pero con la sola mención del capitán este perdía los estribos- No!, te prohíbo seguir haciéndote este daño Tony-

- no me importan tu excusas idiotas, Pepper, por favor habla- dijo apretando un poco los brazos de la rubia, que le miraba con sorpresa, al igual que Peter y Rhody

-Tony, cálmate- dijo el moreno poniendo una mano sobre la del castaño, para intentar soltar el apretón que tenía sobre Pepper, cosa que este ignoro

-Tony, Steve aun te afecta- dijo Kenneth con firmeza, generando que el omega de congelará

- no lo hace- dijo dudativo

-mira lo que le estás haciendo a la chicha- en ese momento Tony soltó a la rubia, cubriéndose la cara con las manos

- y-yo... perdón...- el capitán aun rondaba en su mente, en el aislamiento que estaba viviendo su imagen se hacía cada vez más frecuente, todo su cuerpo recordaba el sonar de las manos del rubio, el timbre de su voz, su aroma, su mente intentaba olvidar todo lo acontecido en aquella batalla de la que tanto se arrepentía. Pero es que simplemente no podía - Pepper, lo siento-

-esta bien Tony, no me hiciste nada- dijo abrazando al castaño, el cual le correspondió de inmediato

-perdón...-

- tranquilo, fue mi culpa, no debí nombrarlo-

fue entonces que una campana sonó, indicando el fin de aquella visita

- lo siento omega Anthony, ya es hora- el castaño recurrió a besar la mejilla de la rubia, para continuar con el moreno y posteriormente a Peter, al cual, a pesar de que lo intento, no sintió el mismo aroma que la última vez, y de este solo escucho un suave - lo siento -

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Un par de días más pasaron para Tony, el aislamiento lo mantenía alejado por completo de una realidad asfixiante, entre los diferentes talleres la consciencia de este volaba por cosas que jamás pensó, inútiles y frágiles ideas que atormentaban al castaño día y noche, su mayor aflicción era obviamente el nombrado capitán pues Tony no dejaba de cuestionarse porque el destino era tan amable con el rubio, dándole siempre nuevas oportunidades, mientras que a el cada error le costaba caro... muy caro, no podía definir todo lo que sentía, pero si una parte, envidia y rencor, sentimientos que sentía habían calado fuerte dentro de su alma aburrida de la monotonía del diario vivir que le permitía pensar de más, cosa compleja de sobrellevar para alguien que había pasado gran parte de su vida encerrado creando, cosa imposible en la actualidad, y de lo que estaba seguro era lo que más extrañaba. Los días, semanas y meses rasposos sólo aumentaban su ansiedad y ganas de salir de allí, Fury le prometió una cosa, ¿cuándo la cumpliría?