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Capítulo 12

Jihoon caminaba con sus manos dentro de los bolsillos de la chaqueta marrón, sin reaccionar mucho a lo que su hyung estaba diciendo pero escuchando atentamente lo que le decía sobre Seungkwan y sus grandes habilidades vocales, arrugando el ceño de vez en cuando y bufando de manera inconsciente donde mostraba su disgusto ante tantos elogios.

—¿Qué te pasa, Jihoonie?—cuestiona confundido, al ver que su menor bufaba por quinta vez consecutiva.

—No me diga así, hyung—responde con simpleza y el agarre de Jeonghan en su brazo le impide seguir caminando, su mirada inquisitiva le pide que hable lo que sea que tenga en su mente—. Estoy perfectamente, hyung, solo estoy cansado.

—Te he visto encerrarte a componer hasta por tres días y no estás suspirando exageradamente luego de ello, no soy ningún estúpido, dime qué te pasa—se cruza de brazos y el menor imita su acción pues le causa gracia ver a su hyung así.

Pasaron al menos 30 segundos en silencio, simplemente viéndose para ver quién se rendía primero y Jihoon esperaba que aquello fuera suficiente para que dejaran el tema de lado pero sin duda no conocía el segundo nombre de Jeonghan: insistencia.

Y astucia también.

Miro alrededor y cuando supo que no habían cámaras ni personas cercanas tomó el rostro del más bajo entre sus manos, poniendo nervioso al contrario y haciéndolo retroceder hasta chocar contra una pared.

—Hyung, espacio personal—logra decir, "intentando" salir de su agarre pero sin usar toda su fuerza, en sí el podía perfectamente apartarse porque era más fuerte que su mayor a pesar de la diferencia de altura.

—Jihoon, no puedo ayudarte si no me lo permites—susurra ya que la distancia a la que estaban hacía que escuchara a la perfección.

—No hay nada en qué ayudarme, yo... estoy bien, en serio—traga saliva para desatar ese nudo en su garganta, viendo fugazmente los rosados labios de su mayor y tentándose a probarlos.

Eso no pasó desapercibido para Jeonghan quien pasó su lengua por su labio inferior, humectando la zona e incitando al contrario para que los pruebe, cosa que dio resultados ya que de inmediato sintió una mano en la parte trasera de su cabeza tirando con fuerza para que se inclinara y sus labios uniéndose con los del menor en un beso que le hizo perder el aliento muy rápido.

Aquel pequeño acto fue lo único que necesitó Jihoon para acabar con el poco autocontrol con el que ha estado lidiando desde hace semanas que vio a su hyung desnudo por accidente, cuando el mayor había salido de la ducha y estaba en su cuarto, secando las gotas cristalinas que recorrían su enrojecida piel por el agua caliente, paseando de manera que delineaba la curvatura de su espalda, pasando por su redondeado trasero y cayendo por sus piernas.

De solo recordarlo...

Le parecía increíble pero era cierto, él se había excitado viendo a Jeonghan, a otro hombre y peor aún, luego había ido a su habitación para masturbarse, acabando con aquella imagen en mente y teniendo probablemente uno de los orgasmos más intensos de su corta vida.

Para Jeonghan todo había escalado demasiado rápido, de repente sentía las pequeñas manos en su torso donde vagaban hacia cada parte de este, bajando hasta el borde de su camisa e introduciéndose bajo ella, buscando el camino hacia sus pezones donde comenzaron a juguetear, apretando sin tanta fuerza para no lastimarlo.

¿Era demasiado patético que se haya informado sobre las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo luego de aquella vez? No lo sabía, pero al menos le iba a servir de algo, le daba mucha curiosidad saber qué se sentía o cómo se hacía, porque inconscientemente él quería probarlo con Jeonghan.

Se separaron para tomar aire, ambos con la respiración agitada y sus pupilas dilatadas, en ese momento Jihoon se percató de una sombra que parecía iba a cruzar un pasillo y finalmente terminaría por encontrarlos, así que abrió la puerta del estudio más cercano y jaló del brazo de su hyung, cerrando la puerta y acorralando al cuerpo contrario contra ella antes de retomar los calientes besos.

Bajó estos al cuello de su hyung, aprovechándose del momento para dejar una marca como resultado de sus celos desconocidos y sin dar indicios a su mayor de aquella travesura que estaba haciendo pues Jeonghan estaba muy concentrado en los dedos que jugueteaban con sus pezones mientras una mano comenzaba a bajar hasta su cintura, para luego sentir cómo el cuerpo del menor se apegaba más a él, de modo que no pasaba ni una partícula de aire.

—¿Quiere saber qué es lo que me pasa, hyung?—susurra en el oído contrario, erizando la piel de Jeonghan al instante—. Quiero tenerlo a mi merced desde hace mucho pero no había podido, quiero darle tanto placer como el que usted me da en mis fantasías, y este no es el lugar más adecuado pero tengo algo en mente, entonces... ¿será un buen hyung y entrará a esa cabina de grabación para que pueda gemir libremente sin que nos molesten o va a irse?

...

Quizás había sido una decisión cobarde lo de huir de su menor pero les esperaban en el salón de canto y el retraso iba a ser notorio, no solo para Seungcheol y Jun que estaban allá sino también para el profesor Jung que les había prometido mostrarles algunos de sus mejores alumnos.

Le sorprendía aquel lado de Jihoon, era inesperada incluso la forma en que había actuado y hablado, sin embargo tenía que entender que no debía alarmarse pues era su pareja, su contrato estipulaba que debía seguirle la corriente, no huir.

Hasta podía escuchar al CEO regañándole por haber hecho aquello.

Carraspeó su garganta y sentía los pasos del menor detrás suyo, Jihoon llevaba sus manos dentro de su chaqueta y caminaba con la vista hacia el suelo, aunque estaba lejos de sentirse avergonzado pues al menos su hyung había aceptado todo aquello en un inicio, no todo estaba perdido, no por el momento.

—Al fin vienen, el profesor Jung no ha dicho nada a los alumnos pero es mejor así, veremos qué tan buenas son sus voces y...—el líder deja de hablar y centra su vista en Jeonghan quien no sabe sobre su marca rojiza, apenas visible en su cuello ya que era tapada por su camiseta pero los bordes sí podían verse—. Jihoon, tú eres el experto, ve con Jun y observa a los trainees.

—¿Y Jeonghan hyung?—cuestiona con los brazos cruzados.

—Tenemos una reunión con el CEO, ya volvemos—se limitó a hablar, comenzando a caminar para que su compañero le siguiera.

No sabía de dicha reunión pero igual le siguió, llegaron a la zona de los vestidores donde los trainees próximos a debutar podían tomar ropa de la empresa y utilizarla, sacó una chaqueta que podía cubrir a la perfección aquella marca que tenía su pareja y se la extendió.

—¿Y ésto?

—Tenemos que ir a ver los trainees, cubre esa marca que tienes en el cuello—responde sin emoción en su voz y con el rostro serio.

—Yo no...—se detiene a sí mismo y se observa en el espejo cercano, comprobando lo que el pelinegro había dicho y sonrojándose por la vergüenza—. Seungcheol, yo...

—Vamos, rápido.