Capítulo 10

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—Ha estado demasiado ido todo el día, ¿pasó algo?—pregunta el moreno al americano que tenía como compañero de habitación, quien niega sonriendo y continúa leyendo la canción que había cantado pocas horas antes—. ¿Está seguro? ¿Está sonriendo como baboso?

—¿No se supone que aquí en Corea respetan a los mayores?—borra de inmediato cualquier emoción de su rostro, carraspeando y guardando su cuaderno para evitar que su compañero siguiera indagando al respecto, pero era casi imposible lograrlo.

—No se ponga a la defensiva, solo era una pregunta—se encoge de hombros y toma su abrigo para ir a buscar algo que comer—. Solo le digo... por si acaso, que las citas están prohibidas para los trainees también.

—¿Y yo por qué estaría interesado en tener citas?—la obviedad fingida fue muy creíble, así que su compañero supuso que eran ideas suyas y se retiró de la habitación.

Joshua suelta un suspiro pesado cuando al fin queda solo, recostándose en la silla giratoria y tocando con el pulgar su labio inferior, recordando el beso con Jeonghan sin creerse realmente que aquello pasó.

Pero era real, en su memoria estaba demasiado fresca y vívida la imagen de él acercándose a Jeonghan y el sabor de sus labios, la suavidad de sus mejillas y su fresco aroma, todo estaba bien grabado en su mente.

Incluso recordaba perfectamente el sonrojo en las mejillas contrarias cuando se separaron y torpemente quiso despedirse para retirarse de allí, confundiendo las palabras y haciéndolo ver tierno ante sus ojos, no pudiendo resistirse a besarlo de nuevo y ser correspondido casi pocos segundos después.

Una vez podía tener el riesgo de haber sido un error, pero ellos habían pasado mucho tiempo encerrados, simplemente era Jeonghan ayudándole con sus trabajos mientras él le robaba besos ocasionalmente y el coreano respondió a todos y cada uno de ellos.

Luego de eso habían ido a comer y conversar, realmente habían tenido un lindo día, Joshua no recordaba haberse divertido tanto nunca en su vida, ni siquiera en Los Ángeles con sus amigos o con aquella novia que tuvo a los 15.

Y era hasta ahora que se daba cuenta que no le había pedido el número para poder comunicarse luego con él, se dio un golpe con la carpeta y se dijo a sí mismo que mañana buscaría al castaño para pedirle el número y lo invitaría a salir el fin de semana.

...

El CEO aún no había vuelto, pero le había enviado la noticia al mánager de que recibirían a dos nuevos miembros en el grupo, ambos tenían la misma edad pero eran totalmente diferentes: Kim Mingyu era coreano y era muy bueno en el rap, mientras que Xú Minghao era chino y un prodigio en el baile, el último apenas iba entrando a la agencia y desconocía la mayoría del idioma, entonces se les iba a hacer difícil la comunicación, a excepción de Jun quien podría entenderlo a la perfección.

Jeonghan no supo aquello hasta que entró al dormitorio, luego de un largo pero entretenido día, encontrando a dos desconocidos en la cocina tratando de preparar algo de comer mientras el resto de los miembros seguían en la agencia y desconocían de la existencia de sus nuevos compañeros.

El castaño se detuvo de golpe, confundido y alarmado, pues siempre estaba la posibilidad de que se hayan metido a robar al dormitorio.

Y como el mánager era un inútil, se lo creía.

—Disculpen, ¿ustedes quiénes son y qué hacen aquí?—habló con firmeza, sorprendiendo a ambos menores, uno le entendió mientras que el otro no, pero se sobresaltó porque su compañero lo hizo.

—La pregunta es ¿quién eres tú? Soy Kim Mingyu—se presenta con una sonrisa coqueta.

—Choi Seungcheol, soy el líder, un gusto—hablan a espaldas del castaño y luego siente una mano en su hombro, además del cálido cuerpo del líder—. Él es Yoon Jeonghan, ustedes son...

Minghao observaba confundido la situación, pero le daba la impresión que alguien allí estaba siendo sobreprotector o celoso, ambas opciones eran viables, de igual forma no quería meterse en problemas así que sacó su celular y tecleó algo en el traductor para presentarse, poniendo la traducción en voz alta y captando la atención de todos.

—Bien, eso fue tierno—dice Jeonghan, tomando la mano de Minghao y sacudiendo esta, mientras le daba una sonrisa para luego señalarse con su mano libre y a su compañero—. Yoon Jeonghan, Choi Seungcheol.

—Hola, un placer—pronuncia lo único que había aprendido en el vuelo a Seúl.

—Nos asignaron a este grupo y dijeron que viviremos acá, vamos a debutar con ustedes al parecer—explica, recostándose en uno de los muebles, cruzándose de brazos y haciendo un guiño a Jeonghan cuando éste lo observó.

—¿Quién los asignó?

—Pues el CEO, ¿quién más?—responde con obviedad al pelinegro, haciendo que suspire para evitar una pelea, suficiente tenía con que esté coqueteando con su chico.

Aunque tenía que pensar un poco y darse cuenta que, al estar en el grupo también, no podía negarle que actuara de esa forma pues Jeonghan también sería su pareja.

Ese pensamiento lo puso aún más celoso.

—¿Iban a cocinar?

Hace señas con su mano a Minghao mientras habla para que el chino pueda entenderle, él asiente y trata de proseguir con aquello —aún si no sabía cómo cocinar realmente— pero es interrumpido por el el segundo mayor que se ofrece a preparar la cena, de todas formas los chicos llegaban en cualquier momento y probablemente iban a tener mucha hambre por las horas extensas de ensayo que habían tenido.

Los menores salen de la cocina luego que Seungcheol les haya dicho que esperaran en la sala, que ellos se iban a encargar de todo y que esperaran al resto de compañeros que no tardaban en llegar, teniendo una excusa para quedarse a solas con Jeonghan.

—Tengo algo importante que decirte—su rostro serio y brazos cruzados pasan desapercibidos por el castaño ya que se encontraba cortando las verduras, solo escucha un sonido de su parte que le indicaba que le estaba escuchando—. Bueno, primero... con la actitud de aquel niño, no creo que sea bueno que te le acerques.

—No podría evitarlo, ¿olvidas qué estoy haciendo en este grupo?

Hay un corto silencio incómodo en el lugar, solo se escuchaba el sonido del cuchillo chocando con la tabla de madera, seguido del carraspeo de Seungcheol quien estaba dispuesto a hablar pero fue interrumpido por el alboroto que entró al dormitorio, dando señal de que sus compañeros habían llegado por fin.

—Hyungs, ¿Cómo es eso que tenemos nuevos compañeros?

¿Cómo les va pareciendo hasta el momento la historia?

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¿Cómo les va pareciendo hasta el momento la historia?

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