Capítulo 09

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Los siguientes 11 días fueron diferentes para los miembros de aquel próximo grupo, aunque no por ello fueron malos: Jeonghan parecía haber recobrado milagrosamente sus ánimos e incluso había comenzado a ignorar o responder los insultos que recibía en la empresa cuando ellos no estaban cerca.

No por ello dejaron su investigación de lado y es que habían tantos trainees que la lista de sospechosos parecía nunca acabar, estaban comenzando a desesperarse.

El castaño no había podido hablar aún con el CEO ya que él estaba en Estados Unidos preparando algunas cosas para el debut del grupo infantil/juvenil del que sacaron a Chan, pero la espera le sirvió para pensar muy bien qué le diría y sobre todo, cómo se las arreglaría para que por fin despidieran a ese mánager del demonio que solo les ha causado disgustos.

Lo tenía harto y se tenía que ir sí o sí.

Su dongsaeng, Seungkwan, había sido su compañía durante este tiempo y fue un gran apoyo para él; Jeonghan tenía que ser el soporte moral de los chicos, ese era su principal trabajo, ¿pero quién iba a ser su soporte moral? Los chicos le daban su espacio y él lo agradecía, pero necesitaba a alguien en quien apoyarse.

Y ese alguien fue en parte Seungkwan, así que estaba agradecido por ello, no era lo contrario, pero a veces sentía que necesitaba algo más que palabras de aliento mientras insultaba de manera graciosa a sus acosadores, algo como un abrazo de alguien que de verdad logre entrar en su cabeza y hacerle sentir bien.

Luego se golpeaba mentalmente porque no puede ser un dependiente de mierda por ninguna persona, jamás, él solo podía salir de ese hoyo, pero no negaba que a veces es bueno recibir ayuda.

Era sin duda un mar de contradicciones siempre que pensaba sobre el tema, si bien tenía varias parejas —en teoría— y sabía que ellos siempre se encargaban de poner en su lugar a sus acosadores —aunque ellos nunca se lo dijeron, Seungkwan lo hacía porque lo que tenía de agradable lo tenía de chismoso—, sabía que por el momento no podía hablar sobre cómo se sentía con ellos porque:
1. No están acostumbrados a hablar de sus sentimientos ni escuchar a otra persona hablar sobre eso, ya saben, hombres.
2. La mayoría de ellos tratan de tener esa actitud de me-importa-pero-no-lo-quiero-demostrar, entonces se le hace difícil recibir un tipo de consuelo directo.
3. Por el momento no había tanta confianza.
4. Han estado actuando... raros no, lo siguiente a eso.

Como si ocultaran algo, solo que no sabe el qué, pero sí sabe que son un asco intentando ser discretos.

—¡Jeonghan!—Escucha detrás de él, cuando iba camino a la sala de ensayos.

Al girar venía corriendo el mismo americano con el que había tenido pocas interacciones, ni siquiera intentó acercarse a él luego porque pensó que iba a estar de parte del resto de trainees en la empresa.

—Hola, hace tiempo que no te veía aquí—habla entrecortada por el esfuerzo físico que había hecho, además que traía consigo una guitarra que le daba más peso—. ¿Dónde te habías metido?

—Comencé a venir desde hace como 3 días, ya sabes, de repente todo mundo comenzó a odiarme sin ningún motivo—trata de bromear hablando con ironía pero su compañero hace una mueca.

—Sí, escuché algo al respecto, unos chicos en la cafetería comenzaron a esparcir un rumor por mensajes de texto ya que el tío de uno parece ser mánager de tu grupo, por cierto.

—Espera, espera, ¿qué?—su cara confusa hizo reír al contrario quien volvió a repetir todo, esta vez con lujos y detalles mientras se dirigían al salón de ensayos, con muchas miradas sobre ellos, solo que ambos las ignoraban—. ¿Me estás diciendo que todo comenzó por algo que el imbécil del mánager dijo?

—Sí, bueno, luego su sobrino se lo dijo a sus amigos y comenzaron a enviar mensajes de texto.

Un motivo más para hacer que lo despidan, incluso podía pedirle a Joshua que testificara eso ante el CEO y ya que él tiene preferencias debido a su posición en el grupo, estaba seguro que no iban a rechazar su petición, sobre todo cuando hay un testigo de ello y la prueba de que todo el edificio hablaba a diario algo nuevo sobre él.

Si tenía suerte, el CEO mismo iba a hacer que todo ese problema cesara.

—Por cierto, el profesor Jung nos dejó un trabajo donde tenemos que componer y escribir una canción, me preguntaba si podías escucharla y decirme qué tal está—la timidez era notoria tanto en su tono de voz como en el sonrojo de sus mejillas, Jeonghan sonrió enternecido y asintió de inmediato.

—Claro, escuchemos qué tienes, Joshua—le anima, sentándose en una de las sillas que habían en el mini-estudio que usaba para practicar su canto y dirigiendo toda su atención hacia el de ojos felinos.

El castaño asintió y sacó su guitarra de la funda, sentándose en otra silla —al lado de la de su compañero, pero quedaba frente a él— para luego aclarar su garganta y comenzar a tocar los acordes que ya se sabía de memoria porque había estado practicando hasta el cansancio aquella pieza que tan fluidamente logró escribir y es que la persona que inspiró aquella pieza estaba justo frente a él.

No era una canción romántica, no tenía florecitas ni corazones, pero sí hablaba sobre la atracción a primera vista que sintió por el coreano de sonrisa brillante, la canción hablaba sobre una persona que se sintió atraído demasiado rápido por otra pero sabe que es algo que debe callar porque sería peligroso para los implicados, sin contar que la otra persona tenía a alguien más.

Había escuchado los rumores del amante secreto, unidos a los rumores de Jeonghan siendo gay, hablando sobre que el chico frente a él era quien tenía ese puesto y legalmente sería pareja de los miembros de su grupo, así que de ninguna forma tendría alguna oportunidad si descubría que aquello era más que un simple crush.

Era triste, pero realista, la vida no es color rosa y la canción tampoco era de esa forma.

Su voz era tan dulce al igual que hipnotizante así que, combinada con aquella canción tan artísticamente escrita, Jeonghan se encontraba totalmente concentrado en ese momento y en cómo Joshua lo miraba únicamente a él mientras cantaba, sin darse cuenta ambos habían creado una burbuja que les apartaba del exterior.

Aún cuando dejó de cantar y puso su guitarra en el suelo, ninguno retiró su fija mirada del otro, fue así hasta que Joshua buscó con su vista los labios contrarios y estiró su mano para alcanzar la mejilla del castaño, dejando leves caricias en ella antes de comenzar a acercarse ya que Jeonghan no lo había apartado en ningún momento, él incluso tenía una mirada de anticipación que le dio la valentía suficiente para hacer aquello.

Ambos cerraron sus ojos cuando sus labios se juntaron en un beso lento, eran solo suaves roces para comprobar que el contrario no se iba a arrepentir de aquello, Joshua obtuvo una respuesta cuando sintió los brazos de Jeonghan enrollarse en su cuello así que le besó con más confianza, aunque sin dejar de lado ese cuidado con el que lo besaba.

Al menos Jeonghan lo sintió así, como si le besara con mucha diligencia para cuidarlo de algo, lo besaba con cariño incluso, era un beso muy distinto a otros besos que había dado antes, era literalmente el tipo de beso que describirían en una historia de fantasía donde hay príncipes encantadores.

Joshua se estaba comportando como un caballero de brillante armadura.

Y se sentía estúpido por gustarle aquello.

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Haré unos icons de regalo para ustedes, pero quiero preguntarles de qué grupos o solistas les gustaría esos icons.

Estaré leyendo sus sugerencias, bebés.

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