Capítulo 8 - Una pausa.

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Zero.

Me gustaría decir que el alcohol y las mujeres han ayudado en algo estos últimos días. Que de alguna forma hundirme en las costumbres que solía tener para menguar el dolor que siento funcionaria. Pero es irrelevante, cada que intento hacerlo termino pensando en ella y es lo que menos quiero. Así que me he limitado estos días a ir a la universidad y enfocarme en el proyecto final.

Me gustaría decir que estos tres días sin ella han sido sencillos pero la verdad es que nada es sencillo en mi vida. De hecho ahora todo lo veo más complicado solo porque ella llego y ya no está. Paso la página del libro que tengo sobre las piernas intentando buscar algo que me ayude con el tema del problema de agua que tiene mi el proyecto sin realmente leer alguna línea.

Mi teléfono vibra una vez más y suspiro al ver los sms entrantes de varias chicas en mi WhatsApp. Giro el mismo sobre la cama y recuesto mi cabeza de la pared mirando el techo de mi habitación. Quisiera levantarme y embriagarme con eso podría olvidar todo pero sé que si lo hago terminare frente a su puerta.

Porque todo últimamente me lleva a Jake. Desvió mis ojos hacia mi muñeca donde el tatuaje que me hice en su honor decora la piel. Irónicamente todos los caminos que conozco ahora mismo me llevan a ella, como el camino en el mapa del tatuaje que llega al corazón.

— ¿Zero estas allí? — la voz de Lili me hace regresar al aquí.

— Si, pasa...— respondo pasando mis manos por mi cabello.

Cuando ingresa se detiene varios metros de mi mirando a su alrededor. Mi habitación está repleta de materiales que he estado usando para hacer la maqueta que debo presentar y todo es un desastre.

— Vaya veo que has estado muy ocupado...— murmura saltando trozos de madera y cartón.

— ¿Qué pasa? — pregunto una vez llega a la cama se deja caer a mi lado.

— ¿Quieres bajar a tocar con nosotros? — Mi cuerpo se tensa — estamos ensayando el tema nuevo y a todos se nos ocurrió que quizás...

— No — la corto antes que pueda continuar y ella simplemente suspira.

— Kyle me dijo que las cosas n van bien con Brooklyn

— Y estoy seguro que también te dijo que no te metieras en esto...— le espeto dejando el libro de lado y poniéndome de pie — no entiendo que maldito empeño tiene todo el mundo de meter su nariz en asuntos que no son de su incumbencia.

— Pues tú me importas y por eso lo hago...

— Lili no pienso discutir contigo y si viniste a eso lárgate...— le espeto tomando la cajetilla de cigarros que esta sobre la mesita de noche y encendiendo uno para tratar de menguar el nivel de stress que acaba de ocasionarme la pelirroja.

— Eres imposible...— me espeta poniéndose en pie.

Deshace el camino hasta la puerta y cierra con fuerza antes de dejarme solo otra vez. Camino hasta el ventanal y permanezco allí mirando el exterior mientras le doy largas caladas a mi cigarrillo cuando el teléfono empieza a sonar una vez más.

Me giro y camino hasta el para pagarlo, pero en cuanto lo giro y veo su foto en la pantalla todo en mi mundo se detiene. Dudo en responder y justo cuando estoy por enviarla al buzón de voz me decido por responderle.

— ¿Qué quieres? — respondo con frialdad.

— Tenemos que hablar...— su voz es como un maravilloso estimulante a mis sentidos y a los latidos de mi corazón.

Zero Dreams ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora