Aquella noche bajo la lluvia la luna fue testigo del amor que apenas florecía entre ambos jóvenes, bendiciendo en silencio aquella unión cuyo final los destrozó
-𝘗𝘰𝘳 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳...𝘯𝘰 𝘮𝘦 𝘥𝘦𝘫𝘦𝘴...
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🐈 Chat Noir / Adrien...
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Debido a sus clases extra curriculares, aquel día el joven Agreste había salido de la escuela algo tarde, sintiendo el pesar del cansancio después de tantas horas de estudio y esgrima, que habían dado por terminada su semana.
Cuando comenzaba a bajar las escaleras de su instituto para dirigirse a la salida, vio entrar por esta a una joven cuyos ojos plata recordaba de las ultimas noches «¿Por que está en la escuela a estas horas?» pensó.
La chica evitaba a toda costa las luces del instituto -que ya se encontraban encendidas por el obscuro ambiente- dirigiendo su vista a cualquier lugar por el cual no hubiera tanta iluminación, esto extrañó un poco al rubio, pero no le dio importancia.
Una vez la joven llegó a las escaleras, su camino se cruzó con el de el oji verde, quien trató de iniciar una conversación con ella.
–Hola, mucho gusto, yo soy...– Se vio interrumpido por el rápido caminar de su compañera.
–Lo siento, llevo algo de prisa
Aquella frase fue lo ultimo que escuchó el chico antes de verla desaparecer tras las puertas de la oficina del director, quien al parecer ya la esperaba. Adrien miró decepcionado las puertas de madera, preguntándose por que su amiga lo había ignorado de esa manera.
–Ella no te conoce sin tu mascara, a lo mejor es tímida o algo así ¡Apúrate, quiero descansar!– Habló su kwami, quien insistió dramáticamente mientras se tiraba exhausto al hombro de su portador.
–Estuviste todo el día descansando en mi mochila Plagg...– Suspiró rendido tras decir eso y se dirigió nuevamente a la puerta de salida, visualizando ya la limusina que lo llevaría a casa.
Tras algunos minutos con el director, (____) salió de la oficina llevando consigo algunos apuntes que le habían proporcionado, llenando por completo sus brazos pues, aquella semana los maestros habían dejado incluso mas proyectos que el mes anterior, sobre cargando a los estudiantes de responsabilidades.
–No se preocupe señorita (____), apagaremos las luces un momento para que pueda salir a gusto.– Sonrió amable el señor Damocles.
–Gracias, en serio lo aprecio.
Devolvió la sonrisa agradecida, pues eso le ahorraría el evitar con la mirada aquellas molestas linternas cuya función resultaba contradictoria para ella, sobre todo teniendo en cuenta su condición.
Caminó tranquila hacia la salida, siendo recibida allí por el cálido manto de la noche, cuya obscuridad era iluminada levemente por la luna en lo alto del cielo, iluminación que no molestaba a sus ojos en lo mas mínimo. Sonriente, dirigió su mirada al firmamento, agradeciendo mentalmente a la naturaleza por tan bello regalo, con eso en mente se dirigió nuevamente a su hogar.
–Señor Damocles ¿Ella era nuestra nueva alumna?– Preguntó la maestra Bustier mientras observaba la silueta de la joven alejarse poco a poco del edificio
–Señorita Bustier, no sabía que se había quedado tan tarde.– Habló sorprendido.– Así es, aunque lleva mas de un mes con nosotros.
–Leí de su condición en su expediente, que lastima...
El mayor asintió apenado en respuesta, dirigiendo su mirada a la salida, donde aún se visualizaba la figura de una joven estudiante alejarse, siendo alumbrada únicamente por los astros en el cielo.
