Tengo mala suerte

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Se terminaron las clases, por hoy.

Comí, hice los deberes y llegó la hora de ir a entrenar.

La verdad, estoy un poco nerviosa.

Hoy veré quién es mi pareja de patinaje.

Entré en el polideportivo y vi a mi entrenador que en cuanto me vió se acercó.

-He encontrado varios chicos.

-Genial-dije con entusiasmo.

Todos se pusieron los patines y vimos cuales eran los mejores.

Después sólo estábamos entre tres.

Les pusimos una prueba de equilibrio sosteniendome en el aire, pero la prueba resultó catastrófica.

-Lo siento Emma pero todas las parejas estában ya cogidas y siendote sincero, con ninguno de éstos chicos tienes posibilidades de ganar.

-¿Y ahora qué hacemos?-dije decepcionada.

-Pues buscar otra pareja.

Salí del polideportivo, y como ya era tarde, me fuí a casa, cené y me metí en la cama.

Eran las 7, me levanté me puse un jersey, unos vaqueros rotos y las botas de agua, porque estaba lloviendo.

Conseguí llegar al instituto sin calarme demasiado.

Me senté en clase y comprobé que no estaba Alex.

Bien-pensé una clase tranquila.

Y así fué, cuando salí, porque tenía clase en la planta de abajo.

Bajé las escaleras mojadas, cuando me resbalé, debí bajar unos 10 escalones de culo.

Ésto sólo me puede pasar a mí-pensé

Y sentí como me levantaban unos brazos fuertes.

Levanté la cara y ahí estaba Alex, o como Mel le llama, Miraditas.

De todas las personas que me pudieron ver caer, tuvo que ser Alex, ¿por qué tengo tan mala suerte?-volví a pensar.

- ¿Estás bien?-preguntó

-Creo que si.

-Bueno, entonces ya me puedo reír.

-Idiota

Comence a alerjarme de él.

- Espera, ¿no te olvidas algo?

Repasé todo, llevaba la mochila y el archivador, no me olvidaba nada.

-No, no se me ha olvidado nada.

-¿Y dar las gracias a la persona que te ha salvado la vida?-dijo con dramatismo.

-Gracias

-Ummmm no, creo que eso no va a ser suficiente, creo que debes invitarme a comer, si eso estaría bien.

-Emmmm vale, creo que en vez de darme yo el golpe en la cabeza, te lo has dado tú-dije con las cejas levantadas.

Cuando vi que ya no me podía ver, me empecé a reír.
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Espero que les encante, y por favor votadlo, que hace muchisima ilusión;)

Miraditas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora