Two Souls|| Draco Malfoy(+18)

V

Mentiras.

Sentí un golpe y miré el reloj, las 6:00 de la mañana. Agarré mi varita por si aquellos hombres volvían a por el chico y salí de la habitación a donde el sonido seguía.

Cuando cruce la puerta Scorpius estaba en el frigorífico comiendo chocolate.

-       ¿Qué haces despierta tan pronto?

-       Eso mismo debería preguntar yo.

-       No podía dormir -me miro- y fui a comer algo, tenia hambre.

-       Scorpius...

-       ¿Qué haces despierta tan pronto?

-       Eso mismo debería preguntar yo.

-       No podía dormir.

-       Mmm...

Nos sentamos en la banqueta del frente del lago y mire el agua, cuando era pequeña me había bañado varias veces con el mientras mi mama nos regañaba porque teníamos la piscina y el lago era peligroso.

-       ¿Te acuerdas cuando me hiciste creer que te ahogabas? -sonrió- estaba tan asustado no sabia que hacer -me miro- exactamente me sentí así cuando nos atacaron -suspiro- por mi culpa te lastimaste ni algo tan simple como protegerte pude hacer, por eso mismo no fui a verte no era capaz de hacerlo.

-       No fue tu culpa, después de todo sigo aquí -sonrió- tu me salvaste.

-       No deberías acercarte a mi _______ .

-       Lo se -lo miro- no pienso preguntarte como lo sabias -el intento hablar, pero lo pare- no quiero saberlo, confió en ti.

Me agarre la cabeza y Scorpius se acerco corriendo a mi sujetándome del brazo.

-       ¿Esta enferma?

-       ¿Tu? -Creí ver a esa persona cuando de repente Scorpius me miro extrañado- ¿Scorpius?

-       ¿Estas bien?

-       Si -sonreí- no te preocupes, es una bajada de tensión.

-       Espera aquí.

Me senté en la silla y lo miré hacer un te, no quería saber como un niño sabia hacer todas esas cosas ¿Qué clase de padres tenia? ¿Cómo no podían haberlo encontrado? Si tuviera un hijo lo buscaría por tierra, mar y aire hasta encontrarlo sin parar.

-       Toma -me puso el vaso enfrente- esto te ira bien.

-       Muchas gracias, amor.

-       ¿Te pasa siempre?

-       Últimamente no, había pasado unos días sin que pasara.

-       ¿Por qué habrá pasado?

-       No te preocupes pequeño.

Le revolví el pelo y bebí el te sonriendo, el en cambio hizo una mueca y después puso morritos.

Nos tiramos todo el día limpiando la casa, con ayuda del pequeño habíamos acabado antes y todo estaba como los chorros del agua, era algo obsesivo con la limpieza.

-       ¡Tita!

Albus entro corriendo por la puerta abrazándome, después se le unieron los demás pelirrojos.

-       Hola pequeños.

-       ¿Y quien es? – Lily apunto a Scorpius.

-       Chicos se llama Scorpius -me acerque a el- se ha perdido y se quedara aquí hasta que sus padres lo encuentren.