ambos estábamos frente a frente, aquellos ojos azules como el océano me admiraban, su expresión siempre neutral pero conservando una ligera sonrisa ladina que lucía sumamente tierna; estaba tan sumida en mis pensamientos que aquel dueño de los mismos sacudió levemente mis hombros obligándome a reaccionar.
simplemente me limitaba a dejar escapar una melodiosa risa seguido de dar unos cuantos pasos hasta quedar a unos centímetros de su rostro así logrando mi cometido el cual era formar un beso entre ambos, cosa que lo había tomado por sorpresa y como resultado generaba un rubor en sus mejillas.
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- este ha sido el primer relato, es corto ya que recién comienzo, subiré algunos más, ¡espero que los disfruten!
