▌ ׄ⭒🌊.⋆¸💧ˊ 𝐄𝐋𝐘𝐒𝐈𝐀𝐍 . . .
⠀⠀ ⠀ ────── se dice que las sirenas
tienen su encanto. ella es
simplemente, la definición de
pacífica, y por sobre todo,
perfecta. ──── ❜
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TODOS ALGUNA VEZ tienen que admitir que han sentido que a pesar de todas las circunstancias, hay algo que no estás haciendo bien. Y no hay forma de explicarlo, sin embargo, no se siente para nada correcto. Bueno, es así como se sentía Alessia en ese momento.
Justo en el momento en que ambas chicas se detuvieron a las afueras de lo que parecía ser un restaurante de pescado, Alessia se arrepintió al instante.
Conocer a Clarissa era una cosa, y que la chica la haya ayudado proporcionándole ropa y sacándola de la orilla del mar, para Alessia era algo inclusive, admirable y se encontraba agradecida. Pero el shock del momento la había hecho olvidarse de bastantes detalles, detalles importantes.
Dentro de esas puertas habrían más villanos, y tal y como había dicho Clarissa, si se trataban de tripulantes de un barco, aquellos serían piratas. De forma inmediata vino a su mente su amiga Jade, quién le había contado todo tipo de historias relacionadas a piratas robándose niños, y por supuesto, la historia de su padre Peter. Quizás su plan de mezclarse con ellos para obtener más información sobre como salir de la isla no estaba siendo el más sensato de todos.
Alessia comenzó a sentir que algo iba mal, y de forma instintiva retrocedió un par de pasos quedándose unos metros más atrás que Clarissa. La rubia se dió cuenta.
－Hey, rojita. ¿Todo bien?－preguntó la rubia deteniendo su paso también.
Desde afuera se podía escuchar las risas y voces de los villanos dentro, Alessia comenzó a sentir como su estómago se apretaba. Estaba asustada.
－Creo, creo que...－comenzó a dudar mientras negaba. Clarissa la miraba con una ceja alzada.
－No te ves para nada bien. Vamos, adentro quizás haya algo que te...－la puertas del lugar se abrieron de golpe, donde ambas chicas miraron al segundo a causa del ruido. Frente a ella, se encontraban dos chicos quienes venían riéndose de forma algo escandalosa, y que al ver a las dos chicas allí, detuvieron su andar. Uno de ellos en particular, quedó mirando a Alessia con una mirada algo particular, mientras el otro miraba la situación sorprendido.
－Tú...－murmuró el chico con una vestimenta bastante similar a la de Clarissa, Alessia al verlo supo de inmediato de quién era hijo. No había que ser muy inteligente para notar que en una de sus manos, no había una mano, si no, un artefacto de metal.
Ambos se quedaron mirando fijamente a los ojos, como si de una guerra de miradas se tratara. Clarissa al notar que ninguno decía nada, decidió intervenir.
