▌ ׄ⭒🌊.⋆¸💧ˊ 𝐄𝐋𝐘𝐒𝐈𝐀𝐍 . . .
⠀⠀ ⠀ ────── se dice que las sirenas
tienen su encanto. ella es
simplemente, la definición de
pacífica, y por sobre todo,
perfecta. ──── ❜
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A LA MAÑANA SIGUIENTE Alessia despertó bastante temprano, con una emoción desbordante. Hoy su abuelo le quitaría aquél hechizo que inhibía su naturaleza marina. Tenía muchas dudas al respecto, pero su madre se había encargado de tranquilizarla y decirle que todo estaría bien.
Por que Alessia lo había pensado todo el día de ayer, y estaba segura de aceptar su verdadera naturaleza. Le alegraba la idea de ser igual que su madre y sus tías.
Según lo que su abuelo había dicho el día de ayer, a pesar de ser mitad sirena y mitad humana, creian que ella había heredado más poderes que los de su madre poseía, pero no sabían con exactitud cuales. Temían activar algo que quizás Alessia no podía ser capaz de controlar luego. Era algo que no sabían.
Es por eso que hoy sería un día algo movido para todos.
Una vez ya lista, y ya habido de tomar desayuno, la pelirroja salió casi corriendo hacia la playa a su encuentro con su abuelo. Pudo sentir como sus padres trataban de seguirle el paso atrás de ella, podía escuchar la risa de su madre al ver su entusiasmo.
－¡Pequeña! Aquí estás.－saludó su abuelo desde el mar abierto, Alessia sonrió.
－Buenos días abuelo.－saludó la chica, se paró justo donde se juntaba la marea con la arena. Sus padres llegaron a su lado y le hicieron un pequeño saludo al rey del mar.
－¿Estás lista?－le preguntó el rey Tritón con duda en su tono de voz, Alessia asintió.－Tienes que saber que una vez quite el bloqueo, dudo volver atrás.
Alessia asintió segura, pudo sentir la mano de su madre en su hombro a modo de apoyo.
－Hija, estamos muy orgullosos de ti.－le susurró Ariel, Alessia sonrió.
－Suerte.－escuchó a su padre decir. Alessia se acercó un poco más al mar, mientras aún podía sentir nervios.
－Estoy lista, abuelo.－aseguró la pelirroja, el rey Tritón al escucharla asintió mientras tomaba su tridente y este comenzaba a iluminarse. Alessia cerró los ojos, esperando.
Pudo sentir como una fuerza comenzaba a levantarla suavemente del suelo, se sentía como si estuviera flotando. Podía sentir su cuerpo mucho más liviano, y a pesar de tener los ojos cerrados, lo único que veía era luz. Mucha luz. Dejó de sentir sus piernas, y una inevitables ganas de cantar surgieron. Sentía como algo comenzaba a activarse en su interior, y como se esparcía. Comenzó a entonar una pequeña melodía, mientras seguía en el aire. De un momento a otro, la luz comenzó a disminuir, y ella ya comenzaba a bajar.
