"Quizá pasó lo que tenía que pasar, después de que –de mi parte- me enseñaras a sentir de verdad, el final se acercaba."
No hay nada más personal que la privacidad de una habitación.
Yo conocí su privacidad, su espacio y a la gente que le importaba.
El problema era que ya no se sentía igual cuando estábamos juntos, él se había alejado y yo no podía acercarme, aunque quisiera, porque mientras más cerca quería estar más se alejaba.
Mientras más me enseñaba sobre él, era como ir desbloqueando niveles y estaba perdiendo vidas intentando ganar, ¿ganar qué? Realmente no lo sé solo sentía que el game over estaba cerca.
Ese día junto con otros amigos platicamos libremente sobre relaciones íntimas, estábamos leyendo un libro en conjunto y todos aportábamos información.
Mi amiga se fue y decidí quedarme un poco más.
Sólo fue una tortura porque estaba con todos, menos con él.
Le mentí a todos menos a él.
De cierta manera dolía ese espacio que se había creado entre nosotros, porque claramente quien estaba poniendo barreras era él
Era él quien ya no me miraba con ese brillo que tanto me gustaba en sus ojos.
Las llamadas habían cesado.
Las conversaciones se habían cortado.
La magia se había ido.
La decepción es el sentimiento más feo, porque esperas algo que al final nunca llega y eso que sientes en el corazón se vuelve una carga tormentosa de expectativas que nunca se cumplieron.
ESTÁS LEYENDO
El click incorrecto | Nadie muere de amor
Short StoryApuesto a que te han roto el corazón ¿gané? Déjame decirte que a mí también y que ha sido la cosa más rara que ha pasado en mi vida. Es que nunca te imaginas con quién, cómo o en qué momento surgirá eso que llaman química, magia o aquel "click" que...