El click incorrecto | Nadie muere de amor

Todo se supera

"Los finales felices los he catalogado como algo que solo pasa en las películas y libros, sobre todo en los libros porque por más sentimientos que haya de por medio, no siempre son suficientes y de ser así, ni siquiera debería haber un final."

Recuerdo la última vez que lo vi con los ojos cargados de algo que no soy capaz de describir, de algo que no sé cómo comenzó pero que sí sé como terminó.

Estaba tan cegada por estar con él que unos tragos de más me obligaron a decir en voz alta frente a él, por primera vez, que me gustaba, que lo quería y que quería estar con él.

Cosa que no debió pasar por una razón, yo había decidido volver al lugar donde fui feliz antes y estaba traicionando una confianza que probablemente estaba previamente rota, pero que me carcomía porque yo no entendía esa magnitud tan intensa que sentía por éste nuevo ser que me había hecho volar tan, tan alto que me dio escalofríos al mirar abajo y ver que me estaba equivocando.

En el momento en que solté toda la información pude ver algo en sus ojos que no había emoción, era más bien algo parecido a la lástima, y cuando contestó después de tantos segundos entendí por qué.

Sus palabras fueron:

No he superado a mi ex.

Puedo jurar que todo el mundo se detuvo y quise escapar, sus planes eran diferentes porque me acorraló contra la pared más cercana y empezó a dar explicaciones que no había pedido en absoluto.

Mientras me hablaba y trataba de que mantuviera mis ojos en los suyos sentí mis mejillas tornarse de un calor que me indicaba que me estaba sonrojando, no porque estuviera avergonzada – buenos de alguna manera sí- pero estoy segura de que era más por la cólera que estaba sintiendo.

¿Cuál era la necesidad de darme unas alas de la magnitud que me dio para que simplemente me las arrancara y me dejara caer?

En su explicación innecesaria confeso que también sentía cosas por mí, pero que no era tan fuerte porque primero tendría que superar todo su pasado.

Y me sentí tonta.

Todos los sentimientos posibles se estaban acumulando en una parte exacta de mi cuerpo; tristeza, dolor, enojo. Él esperaba una respuesta de mi parte, mi respuesta fue una bofetada.

Recuerdo que él no se quejó en absoluto, me justificó diciendo que estaba enojada.

Después de eso, lo miré tomar su mochila e irse, pero nunca volví a verlo a los ojos porque las lágrimas se estaban acumulando ahí y no permitiría que me vea llorar.

Cuando estuvo completamente fuera, me dejé caer de espaldas a la pared y me maldije por ser tan boba.

Ese día la persona que sí era mi novio fue a buscarme, le conté lo que había hecho y aunque sé que probablemente de decepcionó un poco dejo que llorará de camino a mi casa.

Quizá él no había superado a su ex, peo sin duda yo sí iba a superarlo a él, al fin y al cabo, todo se supera.