México Mi Amor

Bailemos

(en esta historia dejaremos al Covid19 fuera) (ya lo pensé y no es bienvenido en esta historia)

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El mexicano se quedó inmóvil por tan rempentino llamado, en ese momento supo que estaba en serios problemas, no quiso voltear, el solo se quedaba quieto dandole la espalda a ese hombre. Con la mirada trato de buscar ayuda o encontrar algo que lo sacará de esa situación tan mala. Pero desgraciadamente no encontró algo que salvará su pellejo.

-México-

Lo volvieron a llamar, el mexicano sintió como la mirada penetrarte de ese hombre no se le quitaba de ensima.

Sin voltear y con la voz nerviosa le contesto -¡Hey hola! ¿Cómo estás?-

-México mírame cuando te hablé-

-No puedo- dijo encoguiendose de hombros.

-¿Por qué?-

-Esque eres muy bonito,y si te miro así como así me moriré de tanta belleza que vea-

Unas risas ajenas se hizieron presentes.

-Valla ONU ya tienes a alguien que te vea lo bueno- hablo un hombre, a México le dió curiosidad por ver de quién se trataba pero prefirió no hacerlo.

-Asi que vienes acompañado ¿Eh? Por qué no me presentas a tus amigos-

-Lo are, pero da la cara primero-

México solo exaltó con pesadez y volteo. Cuatro organizaciones estaban frente a el, una chica peliblanca, un hombre con apariencia joven, una mujer con el pelo negro, un hombre con tatuajes y alto.

-Hola-

Los tres presentes descartando a ONU vieron al chico de ojos verdes con tez morena, sorrieron ante el nuevo recluta.

-México ellos son mis compañero y amigos, ella es CIA- la chica con cabello negro dió un paso en frente.

-Hola mucho gusto-

-El es Interpol- el hombre de igual forma paso al frente sin decir palabra alguna.

-El es FBI-

-Y ella es OMS-

El mexicano vio a los cuatro nombrados para después sorreir radiante y acercarse a los cuatro agentes.

-Mucho gusto soy Estados Unidos Mexicanos, llámenme México- levantó la mano en dirección a Interpol, este solo lo miro serio, dejo pasar unos diez segundos para que porfin tomara la mano de México, enseguida el ojiverdes sintió una fuerte presión en sus dedos y palma, saco un quejido pequeño, pero aún así no paso desapercibido por los demás, de reojo vio a los otros cuatro y solo sorrieron burlones. Sabían perfectamente como era su compañero, jugaría un poco con el nuevo, siempre hace eso, intimida a los demás.

-Tienes una fuerza sorprendete señor Interpol- el nombrado sonrió, pero esa sorrisa se desvaneció cuando México comenzó a hacer presión en su agarre, causandole dolor, lo miro y este sorreia. -Pero debo de decirle que yo también hago ejercicio-

La fuerza del mexicano aumento tronando le los dedos a la organización.

Por más que intentaba mantenerse estable y seguirle el paso al mexicano no pudo. Se retorsio una ves que el mexicano aplicó más fuerza.

-México- lo llamo ONU.

-¿Estás bien Interpol?- pregunto el mexicano mirándolo directo a los ojos, los cinco presentes sudaron frío cuando el mexicano no soltaba la mano del castaño, este se inco tratando de soltar el agarre del moreno -¿Que pasa? ¿Encontraste una moneda de oro?-