Llamadas

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Estado de Chihuahua

México

México tomaba su vuelo directo a Chihuahua, dónde se encontraría con una hermosa casa de rancho. De todas las casas que poseía esa esa era la más natural y libre de todas.

-Mexico- lo llamo el presidente que revisaba papeles.

El moreno de ojos claros quitó su mirada de la ventana del avión y miro al presidente.

-¿Mande?-

-Onu me informo que te dió una sanción por el alboroto de ayer ¿No es cierto?-

-Si-

-Bien, aprovecha esa sanción para hacer tratos y amistades con otros países del extranjero-

-Pues ya que-

La actitud cansada del chico no paso desapercibida por Obrador. El moreno tenía ojeras y su apariencia no era la mas alegre cosa que extraño al hombre.

-¿Estás bien?- le pregunto tardando de mirara la cara del chico ya que este tenía la cara pegada a la ventana.

-Seee.... Solo estoy cansado, no dormí nada ayer, algunos países me molestaban tocando mi puerta a cada rato-

-Crei que te gustaba ser popular-

-No me quejo peor ya ni me dejan dormir- pasó su manos por su rostro tratado de no dormir ya que este tenía que cuidara al felino que llevaba en sus piernas.

-Llengado te duchas y duermes dos horas, siguiente tiempo para que recargas energías y haga tu trabajo-

-Espero que así sea-

El transcurso fue tranquilo. México veía por la ventana el bello paisaje que su país la daba, las casas coloridas le daban ganas de seguir mirando, las iglesias estaban pobladas ya que es Domingo por lo que las familias salen a bendecir se juntó con su seres queridos. Puestos de comida ya están abriendo. Algunas personas salían a comprará tamales y atole con pijama, shorts, calcetas y huaraches. El reloj apenas daría las doce de la tarde, por lo que el día aún no acaba.

El avión aterrizó, los dos gobernantes bajaron y fueron directo a su camioneta que los esperaba para dejarlos a sus respectivas casas. Sus maletas fueron guardadas en la cajuela para que no estorbaran.

Con cuidado el moreno dejo al felino en una almohada pequeña para que durmiera plácidamente mientras el seguía viendo atreves de la ventana pero está ves del carro que lo llevaba a su hogar.

.....

La camioneta paso directo a la casa de México, este mismo miro a su empleados que atendían a sus bellos animales, algunas personas sepillaban a sus caballos y les cortaban el exceso de pelaje, otros ordeñaban a las vacas a mano sacándoles una leche espumosa, que se depositaba en un balde de metal, algunos alimentaban a sus gallinas y gallos con alpiste o semillas, niños hijos de sus empleados ayudaban a los adultos a prepara queso. Y varias personas hacían su trabajo con esfuerzo.

México bajo del carro que se estacionó frente al portón de la casa. Empleados llevaron las maletas adentro de la casa.

-¿No viene viejito?- le pregunto al presidente que se quedó en la camioneta, el ojiverdes solo se recargo en la puerta mirando al mayor.

-No, tengo que hacer trabajo y este lugar me distraerá mucho, sabes que como tú me gustan los caballos y no podré hacer mi trabajo si los tengo enfrente-

-Comprendo, entonces te veré pronto, llama si hay problemas, y pides venir cuando quieras mi casa es tu casa-_

-Gracias hijo, me voy cuídate- le palmeo despacito su mejilla, Andrés y México tiene una exelente relación de presidente a country, por lo que no tiene problema en dar afecto fraternal. La camioneta partió, el chico camino directo a su casas recorrió con su mirada la colorida casa. Es hermosa, la alegría se podía oler por los aires, su estilo tenía elegancia pero no dejaba la sencillez y tranquilidad.

México Mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora