Bailando

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El ardor de mi lengua se intensifica a cada bocado que doy, mi boca comiensa a implora por líquido que calme el ardor que me provoca la salsa verde de estos deliciosos chilaquiles.

-Ufff está ves si se lució la doña-

No puedo manchar mi nombre, se supone que soy el rey del chile, el maestro del picante, no puedo dejar que me derroten unos chilaquiles.

-Echele más salsa doñita- estire mi plato asía la mujer de cuarenta años que servía comida a quienes se acercaban a pedir una orden de alimentos.

-¿Seguro? Ya estás rojo de tanto chile-

-¡Usted no se preocupe! Esto apenas si se siente, ni cosquillas me dan-

La señora Elena solo río por mi mentira y me sirvió más salsa verde, admito que se veía muy picante para ser chilaquiles. Aun así estaban riquísimos y aunque sacaba fuego por la boca seguía sintiendo ese sabor de tortilla y pollo, junto con los demás ingredientes como crema, queso rallado mmm. Antes de dirigirme al evento donde se dirá quién será el nuevo presidente que dirigíra a mi país decidí llenar un poco el estómago. No pude desayunar ya que me apresuraron para llegar temprano, para mí surte íbamos a buen tiempo así que me detuve a comer. El evento sería tarde por lo que estará oscuro cuando se anuncie quien ganará la presidencia.

-Ay doña Elena, usted si sabe cómo hacer chilaquiles-

-Jajajaja pues gracias México-

Me levanté de mi asiento que se encontraba delante de la estufa y demás utensilios de cosina, le di el plato y cubiertos que utilice para después sacar mi cartera y pagar mi cuenta.

-¿Cuánto va a ser doñita?-

-Dejalo así mijo, es para celebrar que ese inútil ya por fin se va-

Claro que se refería a mi queridísimo Peña.

-No sea así, tal vez no hizo nada para mejorar al país pero si nos dio unos buenos memes para reír-

Durante estos seis años solo se la paso haciendo estupideces y causando risas y críticas por todo el mundo, aunque me callo bien, recuerdo cuando nos emborrachamos en el avión presidencial y cuando lo entrevistaron el muy pendejo dijo puras idioteces. Dejando su ebriedad salir sin pena alguna.

-Jajajaja esos es cierto, pero ya vete chamaco que se te va a hacer tarde para el evento-

-¡Si es cierto! Ya me voy doña Elena se me cuida, gracias por la comida-

Rápidamente me estire y deposite un beso en su mejilla para salir corriendo del local no sin antes desearles una buena comida a los presentes, resibiendo como respuesta un "gracias" me dirigió a la camioneta negra que me esperaba afuera, los guardaespaldas "inspeccionaban" la zona. Uno de ellos me abrió la puerta para entrar y yo sin decir nada me adentre al coche. Espero que el presidente que tome el lugar de Peña no sea tan baboso como el.

Sinceramente ya no se pude confiar en los candidatos a la presidencia, y una vez más tomamos el ejemplo de Enrique Peña Nieto, el muy descarado prometió un chingo de cosas y lo único que hizo fue causar risas y lástima a al mundo.

-A ver qué sucede-
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-A ver qué sucede-

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México Mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora