Final.

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                                 ÚLTIMA HORA

10 de diciembre del 2013.

Periódico The Sun

Artículo por Victoria Raymond

Hace exactamente cuatro meses, el 10 de agosto, a las 10:58 de la mañana, British Airways registró la peor catástrofe en su historia cuando el vuelo AT509873, que había partido a las 8:34 a.m. desde Londres y cuyo destino era el Aeropuerto Internacional Eleftherios Venizelos de Atenas, Grecia, colisionó en Ardenas, una región boscosa de Francia. Hoy, Reino Unido sigue de luto.

La cifra no deja de ser aterradora: las 206 personas a bordo fallecieron.

Se había reportado que, antes del despegue, el avión presentaba fallas en las turbinas, pero esto no ha sido considerado como el motivo de la colisión del aeroplano.

Tras varios meses de intensa investigación (por parte del AAIB, encargada de la investigación de accidentes aéreos en el Departamento de Transporte), se ha podido identificar como causa del accidente la descompresión de la cabina (pérdida de la presión dentro del avión, que genera insuficiencia de oxígeno). El modo de presurización debió haber sido revisado por los técnicos antes del despegue del avión pero, al parecer, al estar ocupados en la reparación de la falla en las turbinas, no tuvieron tiempo de hacerlo.

El oxígeno se fue perdiendo lentamente y los pasajeros, tripulantes y pilotos se sentían cada vez más mareados y con dificultades respiratorias. El piloto no supo identificar la causa del problema al principio, pero cuando uno de los tripulantes notó que el modo de presurización se encontraba desconfigurado, ya era demasiado tarde: todas las personas a bordo se encontraban inconscientes. El tripulante desconocía la forma de reparar el error. Eventualmente, también cayó inconsciente.

El avión voló en piloto automático el resto del trayecto como un fantasma. La torre de control trató de contactar con la nave y, al no recibir respuesta alguna durante una hora, decidieron enviar dos aviones militares para ver qué estaba sucediendo. Sin embargo, el avión fantasma perdió combustible rápidamente y finalmente colisionó contra Ardenas.

Este accidente le ha costado a British Airways una avalancha de críticas y demandas, ya que se ha hecho oficial que debe pagar indemnizaciones a los familiares de todas las víctimas. Los errores cometidos por la compañía han sido calificados como "imperdonables" por la mayoría de los británicos mientras que expertos afirman que estas fallas no deberían presentarse en ningún vuelo bajo ninguna circunstancia.

British Airways no ha hecho público ningún comunicado hacia el Gobierno ni mucho menos hacia las familias de los fallecidos.

(Encuentre la fotografía de cada una de las 206 personas fallecidas en este accidente en la siguiente página.)

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