Ex-Novio || Jack Conway

Capítulo 22

Norah Evans

No se ni cuanto tiempo había dormido pero me urgía levantarme, no solo tenía un dolor de espalda espectacular sino también unas ganas de hacer pis tremendas.

Abrí los ojos y me fijé que Jack seguía dormido y me tenía sujeta entre sus brazos, me incorporé como pude tratando de no hacer movimientos muy bruscos para no despertarlo pero de igual forma lo hizo.

—¿A donde vas?.— preguntó con voz ronca mientras me abrazaba más a si mismo.

—Tengo que hacer pis.

—Quédate un poco más.— pidió

—Voy 5 minutos al baño y vuelvo.

Me soltó y me pude levantar, en lo que estuve de pie tanteé el camino hasta la puerta y salí, entré al baño que quedaba al lado de la oficina de Jack y por fin pude hacer pis, sentí que me iba a estallar la vejiga si seguía aguantando.

Al salir me di cuenta que la comisaría estaba muy callada, allí fue cuando me fijé que solo eran las 5 de la mañana, debíamos salir de allí pronto sino queríamos ser la comidilla de la malla.

Entre de nuevo al despacho y me acerqué al sofá donde dormía Conway, me agache a su lado y lo empecé a mover.

—Oye, debemos irnos, son las 5 de la mañana.

—Vamos a recostarnos un poco más, ven.— pidió medio dormido.

—Jack, si alguien nos ve aquí vamos a dar una mala imagen.

—Me la suda, soy el puto superintendente.

Iba a ser imposible convencerlo así que me volví a dormir con el.

...

La próxima vez que desperté el ya estaba al lado mío, luciendo impecable ¿Cómo coño hace para estar tan fresco como una lechuga?.

Vi la hora en mi reloj, eran las 8 de la mañana debíamos irnos de aquí cuanto antes.

—Es hora de irnos.— me dijo.

—Vale.

—No creo que estemos en condiciones de salir por el frente así que vamos a tomar la escalera de incendios para llegar al garaje y de allí corremos hasta el primer patrulla que encontremos ¿vale?

—Pues muy bien, luzco como la puta mierda así tampoco es que me hace mucha ilusión tener que desfilar por la entrada de comisaría.— dije divertida.

—Tampoco así, yo te veo bien.

—Oye no me mientas para ser caballeroso.— le di un puño suave en el hombro en modo de broma.

—No miento, solo digo lo que ven mis ojos.

—Pues no se con que ojos me estarás viendo porque tengo el uniforme arrugado y manchado de la sangre de un delincuente, el pelo enredado y la cara terrible, en cambio tu pareces que acabas de despertar de un sueño reparador.

—Eso es porque me pegue una ducha aquí y me cambié, siempre guardo algún traje extra.

—Joder ¿nos vamos ya?.— pregunté.

—Si, andando.

Salimos de la oficina y tal cual lo planeado nos dirigimos hacia la escalera de emergencia. Una vez en el garaje el vigiló que no hubiera nadie y nos subimos deprisa a uno de los zeta que allí había.

Me vi bien en el espejo retrovisor y joder, parezco una loca que acaba de cometer un crimen.

—¿A donde vamos ahora?

—Te voy a llevar a tu casa para que te cambies y luego iremos a un lugar a reunirnos con Michelle.

—Vale.

El trayecto en el coche fue silencioso pero no de forma incómoda, en menos de 10 minutos ya estábamos frente al edificio donde yo vivía.

Pensé que Jack me iba a esperar dentro del auto pero para mi sorpresa se bajó junto a mí, cruzamos las puertas del vestíbulo y nos dirigimos hacia el ascensor.

Al llegar a mi piso nos bajamos y caminamos el pasillo de apartamentos hasta llegar al mío, saqué las llaves y abrí la puerta.

—Puedes tomar asiento o buscar algo en la cocina si tienes hambre, yo me daré un baño rápido y me cambio.

—Vale, la camisa y el pantalón que llevas van a ser utilizados para tomar muestras así que colócalo en una bolsa.— me dijo.

—Perfecto.

Entré a mi cuarto y cerré la puerta tras de mi, me quedé un momento de pie analizando la situación, dejando de lado el secuestro, tenía a mi ex, el cual me mandó a tomar por culo porque se le acabó el amor, actuando de forma cariñosa y protegiéndome a cada paso que doy.

No digo que no me guste, al contrario, disfruto de estos pequeños momentos que tengo junto a Jack pero se que son efímeros, así como su amor por mi, y si me engancho a ellos potencialmente termine con el corazón roto de nuevo.

No me puedo rehusar ante ellos pero si puedo elegir vivirlos como lo que son, instantes de felicidad pasajera.

Con ese pensamiento en mente me quité la ropa y me metí a la ducha.

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HOLA BEBESSSS!!

Yo debería estar haciendo un trabajo de matemáticas pero aquí estoy, publicando capítulo para consentir a mis niños ❤️