Norah EvansYa habían pasado algunas horas desde que había dejado a Conway en su habitación, las enfermeras me habían comentado que después de hacerle los análisis y ponerle la medicación había caído rendido y no es para menos.
Durante ese tiempo yo aproveché para tomar una ducha y cambiarme de ropa, suerte que siempre dejo prendas extras para las guardias o por si cualquier accidente. También pase por la cafetería a comer algo y madre mía, no sabía que tenía tanta hambre hasta que tuve el plato al frente, pero es entendible, en el último par de días mi alimentación se basaba en sandwiches, barritas de energía y café, mi estómago añoraba algo nutritivo.
Después de lo que consideré un tiempo prudente me dirigí nuevamente hacia la habitación de Jack, con algo de suerte ya debe de haber vuelto a la normalidad.
Al cruzar la puerta lo primero que vi fue a el de pie tratando de quitarse la vía por donde se le suministraba medicamento.
—¿Se puede saber qué estás haciendo?— pregunté.
—¿No es obvio? Me quito esto, necesito volver a comisaría tengo mucho papeleo.
—Jack no vas a ir a ningún lado, es importante tenerte aquí para monitorear tu evolución.
—Norah, no necesito que me tengan en observación, necesito trabajar.
—Tuviste una operación delicada hace menos de una semana, no puedes andar por allí dando porrazos y gritándole a tus empleados, no pienso bajo ningún concepto dejarte salir de este hospital hasta que te recuperes.
—Pero...— intentó refutar pero lo interrumpí.
—Además si lo que te preocupa es la comisaría, Greco y Volkov están ocupándose de todo.
Me acerqué a el y lo llevé de nuevo a la cama para recostarlo, estaba un poco renuente pero al final lo pude convencer.
—Necesito revisarte la herida para verificar que no te la hayas abierto.— hablé en tono conciliador.
—Adelante.— dijo con un suspiro.
—Hay un tema y es que llevas puesto una bata solamente, entonces yo subiré la bata hasta la altura de tu pecho y tu sostendrás la sábana para cubrirte ¿de acuerdo?
—¿Qué pasa ahora te apenas de verme desnudo?— preguntó con una sonrisita socarrona. —No creo que haya nada que no conozcas ya.
—Ciertamente, pero intento hacer esto lo menos incómodo para ambos.— comenté mientras le subía la bata.
—Oh no, si a mi no me incomoda para nada, es más lo prefiero así.— dijo mientras quitaba la delgada sábana que cubría su masculinidad y dejaba esta al aire.
Inmediatamente se me subieron todos los colores a la cara pero intenté concentrarme en su herida y no en su pito.
—Es usted todo un exhibicionista superintendente.
—Y usted se comporta como toda una puritana doctora ¿debo recordarle que la encontré babeando por los pectorales de mi comisario?— me dijo en plan broma.
—¿Puedes culparme por ello?— respondí devolviéndole la broma.
—¿Te gusta Greco?— preguntó serio.
Uhhh parece que a alguien no le agradó mi respuesta.
—Sabes muy bien que no.— dije mirándolo a los ojos.
—Norah...— iba a hablar pero lo interrumpí, no es momento para tener esta conversación, el acaba de despertar luego de una complicada cirugía y necesita reposo y tranquilidad.
—No ahora Jack, ya tendremos oportunidad para hablar, ahora lo importante es que te recuperes.
Tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos.
—Cuando dije que te quería lo decía de verdad.
—Lo se cariño y yo siento lo mismo.— besé nuestras manos unidas. —Solo que este no es el momento ni el lugar apropiado.
—¿Me puedes prender la televisión? Me gustaría ver las noticias.
—Claro cielo, yo debo ir a mi oficina a organizar un poco el papeleo, llevo varios días ausente y si dejo un segundo más a Claudio solo se va a volver loco.
—¿Vendrás a verme antes de irte?
—¿Irme? Me quedaré aquí contigo, no vaya a ser que te dé por escapar a media noche. Por cierto, una enfermera vendrá en un par de horas para ayudarte con el baño.
—¿Cómo? Ni hablar, a mi nadie me va a ayudar a bañarme, yo puedo solo.
—Jack no vamos a discutir sobre eso, no puedes pasar tu estadía aquí oliendo a zorrillo.
—Norah no voy a dejar que una desconocida me bañe, si quieres que me duche vendrás tu.
—Tengo trabajo acumulado, ella te ayudará con tus extremidades y tu podrás hacer lo demás, además, si te sintieras mal bajo la ducha ella te auxiliaría.
—Me importa una mierda, o vienes o la mando a tomar por culo.
—Esta usted muy exigente señor superintendente, déjeme recordarle que durante los 3 días que estuvo inconsciente también lo bañaron.
—¿Qué?
—¡Adios, tengo trabajo!— dije y salí corriendo de allí.
Jack es un hombre muy orgulloso, y el pensar que más personas lo hayan podido ver vulnerable lo mata.
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Por fin damos pasos hacia adelante, parece que las situaciones difíciles en vez de alejarlos más, los terminó por unir.¿Qué acontecerá en el próximo episodio? ¿La escritora dejará de desaparecer? Descúbralo pronto.
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Ex-Novio || Jack Conway
Fanfiction- Todo siempre es no contigo, no quieres salir a cenar, si voy a comisaría me hechas, siempre estás ocupado, y todo el mundo va primero que yo - Le gritó llorando la joven El mayor la observó callado - ¿No vas a decir nada? - Se sorbió la nariz - ¿T...