Ex-Novio || Jack Conway

Capítulo 28

Norah Evans

Salimos de la sala de descanso y nos fuimos a mi oficina, la cosa pintaba poco pacífica y no pretendo darle un espectáculo a todo el hospital.

—¿Ahora qué?— pregunté una vez dentro.

—Eh... yo necesito que... que...— tartamudeó por unos momentos buscando que decir. —Necesito que revises a los detenidos y me des una fecha estimada del alta.

—Jack.— suspiré —No es necesario que me busques para obtener este tipo de información, cualquier doctor del hospital te la puede suministrar.

—No confío en su criterio, por eso te busco a ti. — refutó.

—Entiendo, pero tu debes de entender que ese no es mi trabajo, yo actúo cuando estamos cortos de personal o en situaciones masivas que requieren el máximo número de personal disponible, afortunadamente este no es el caso, en recepción te darán la información que solicitas, y no te preocupes mi personal está tan o más calificado que yo.

Si me disculpas tengo mucho trabajo por hacer, como por ejemplo llenar papeleo y realizar nuevas órdenes de suministro.— comenté.

A mi no me cuesta nada hacerlo pero cuento con un personal que está perfectamente calificado para eso y el debe respetarlos, es tan sencillo como dar una fecha estimada de alta no me necesitan para eso.

—Pues no parece, digo, si tienes tiempo para reírte a mi costa con mi comisario, tendrás tiempo para evaluar a los detenidos.

Ya decía yo que esto no venía por la revisión a los pacientes.

—Lo que yo haga o deje de hacer en mi HORA DE DESCANSO.— dije remarcando el final —no es de tu incumbencia.

—Si pero— empezó a hablar pero el sonido de su radio lo interrumpió.

—Conway, uno de los detenidos escapó.— se escuchó decir a Volkov.

—¿Cómo?— preguntó Conway por radio al mismo tiempo que alguien azotaba la puerta de mi oficina.

Sorpresa, era uno de los delincuentes, caminaba cojo y tenía un arma en la mano con la cual nos apuntaba.

—Volkov, en la oficina de Norah.— Alcanzó a decir Jack por radio.

Al maleante no le agradó mucho que hiciera eso, y en un segundo ya se había abalanzado sobre mí y me tenía encañonada.

—Si no me dejas salir le vuelo la puta cabeza.— dijo enfadado.

Ya empezamos nuevamente, en menos de un mes ya me han intentado matar 2 veces, menuda suerte la mía.

—Vas a tomar tu radio y le vas a decir a tus perros que no vengan, si cruzan esa puerta la mato, mira que yo estoy muy loco.— habló enfatizando el final.

—Volkov, que nadie entre al despacho.— ordenó Jack por radio.

—Superintendente...— iba a refutar Volkov pero Conway lo interrumpió.

—Dije que nadie entre, se entendió o te lo explico en ruso.

—10-4 señor.

—¿Qué es lo que quieres Manolo?— preguntó Jack dirigiéndose ahora al sujeto que me apuntaba.

—Quiero que me pongas un lindo coche, que corra como un diablo, en la entrada del hospital, luego de eso yo me iré con esta señorita y ustedes me dejarán tranquilo.

—A ella no te la puedes llevar.

—¿Tu te crees que yo soy tonto? Yo se que si me voy solo no habré pisado el acelerador cuando ya me estés capturando.

—La doctora salvó a un compañero así que no atentaré en su contra.

—La estás apuntando con un arma.

—Hombre, de algún modo te tengo que coaccionar, y que mejor que con la doctora. Por cierto, es preciosa no se cómo se pudo fijar en ti.

—Gracias supongo.— comenté.

—Voy a realizar un par de llamadas y veré que puedo hacer.— dijo Conway ignorando el comentario anterior.

Conway hizo una llamada de la que no pudimos entender mucho, básicamente decía solo 3 cosas "si" "no" "está pidiendo un coche para huir".

Yo seguía estando apuntada y Manolo observaba atentamente mi estantería.

De un momento a otro se escucho un golpe muy fuerte en la puerta y luego esta fue derribada, en un acto reflejo Manolo apunta y dispara a quién sea que esté entrando por la puerta y por consecuencia Conway le dispara en una pierna.

Su peso al caer me tumba, puesto que seguía sujetándose a mi como un chinche, pero Jack me toma rápidamente del brazo y me aparta, Manolo al notar la acción dispara hacia nosotros pero falla, y es inmovilizado por uno de los 10 policías vestidos con trajes de GEO que habían entrado a mi oficina.

Un tirón me hace girar a ver a Conway, busca sostenerse en mis brazos mientras gime de dolor, allí es cuando me doy cuenta que la bala no había fallado, el se había puesto en medio y ahora tenía una herida en el estómago.

—¡Jack!— grité alertando a la malla.

—¡Superintendente!— se acercó uno de ellos, por la voz diría que era Volkov.

Con su ayuda lo coloqué en el suelo, y mientras el le hacía presión en la herida para que dejara de perder sangre, yo pedía desesperadamente por radio que trajeran una camilla y que alistaran un quirófano.

—Norah.— balbuceó Jack.

—No hables, quédate tranquilo, ya te vamos a atender.— le dije intentando no llorar.

—Quiero decirte algo.— habló entrecortado.

—Me lo puedes decir después, no hables ahorita.— volví a repetir esta vez tomando su mano.

—Yo...— tosió — te amo.

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Menudos stonks, primero reencuentro Volkacio y ahora confesión del Confleis.

Confieso que no tenía ni idea de como iba a finalizar este capítulo, la parte de la confesión se me acaba de ocurrir hace 10 minutos y va a cambiar muchas cosas de las que ya tenía pensada.