La primera cita de Kerem y Hande (Parte 1)

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Hola!!! Gracias por leerme en mi primer relato y mis locuras.
Aquí os dejo la primera parte de un relato largo donde Kerem y Hande tienen su primera cita.

Cómo no recordar el primer día que nos vimos cara a cara. Estaba tan nervioso que llegué al lugar donde nos reuniríamos 30 minutos antes. No sabía dónde meterme, estuve andando de arriba a bajo por ese gran jardín hasta que escuché llegar un coche. Me senté en uno de los sillones que había en el porche, saqué mi móvil y miré mis mensajes hasta que note una fuerte presencia acercándose a mí. Era ella, estaba seguro, habíamos empezado a hablar via zoom unos meses atrás y desde el minuto uno noté su fuerza y su energía. toda ella emanaba luz, incluso a través de la pantalla de un ordenador.
Alcé la vista hacia el ruido de sus pasos y mi mundo dio un giro de 360 grados poniendo todo lo que yo creía que iba a sentir patas arriba. El pelo suelto y las gafas de sol no me permitían ver esa mirada que tantas veces me hipnotizó vía online. Si ella supiera la de noches que antes de dormir había pensado en su mirada... estaba increíble toda de negro, pantalones de tiro alto, un top negro y unas converse blancas junto a un bolso que hacía juego con ellas ¿Cómo le quedaría una de mis sudaderas? sacudí mi cabeza para que se me fuera ese pensamiento de mi mente y me levanté para saludarla.

K: Hande Erçel, al fin nos conocemos en persona.
H: Kerem - me soltó una sonrisa tímida y se quitó las gafas - Por fin.

No me esperaba que se acercara y me saludara con un abrazo. Me abrazó y yo, yo quería quedarme allí para siempre. Le rodeé suavemente la cadera con mis brazos y noté como su pecho se pegaba al mío por encima de mi blanca camiseta. Ese abrazo duró muy poco para mi gusto pero no quería que Hande pensara nada raro, éramos colegas de profesión, de momento, y no quería estropear nada de lo que ya había conseguido en esta cuarentena.

Segundos más tarde aparecieron la gente de dirección y producción de la serie y nos pusimos manos a la obra con la lectura del primer capítulo y los rasgos que íbamos a darles a nuestros personajes.

Mi mente volvió de nuevo a esas vistas al mar en Antalya a principios de octubre. Llevábamos grabando allí tres días y hoy era el último. Entre Hande y yo, desde el día que nos conocimos, surgió una energía especial cada vez que nos encontrábamos en grabaciones, caravanas o cualquier otra historia que tuviéramos juntos. Habíamos forjado una amistad increíble. Pero aquellos días en Antalya fueron diferentes. Ella trajo a dos amigas suyas, con las cuáles nos divertimos muchísimo. Yo pensé que al estar ellas allí iba a pasar algo más de tiempo con ellas pero al contrario de lo que imaginé, tanto ella como yo nos buscábamos a cada rato que teníamos libre e intentábamos quedarnos solos en cualquier lugar mágico de ese pequeño pueblecito playero. La tensión entre ambos era obvia. Buscaba cualquier excusa para poder atraparla entre mis brazos o que apoyara su cabeza en mi pecho o mis piernas mientras hablábamos de todo tipo de temas. Tenía la sensación de que nos conocíamos de toda la vida.

Sabía que ella lo había dejado con su anterior pareja y yo no quería dar ni un sólo paso en falso para no cagarla. Mis sentimientos hacia ella cada vez eran más fuertes y necesitaba que ella supiera todo lo que yo sentía, sin propasarme lo más mínimo.

Dir: ¡Señores! ¡hemos acabado las grabaciones del capítulo de esta semana! lo que queda de día es para vuestro descanso y disfrute!

Anil, Basak y los demás habían decidido ir a la piscina del hotel, Hande se apuntó a última hora pero yo tenía ganas de respirar el olor a mar y relajarme escuchando las olas, así que me fui a dar una vuelta por la playa que teníamos cerca del hotel mientras los demás se dirigían hacia él.

No sé el tiempo que había pasado, quizás un par de horas, desde que caminé playa arriba y playa abajo dándole vueltas a todos esos sentimientos que me estremecían por dentro. Me senté en una de las tumbonas y fijé mi mirada en el horizonte disfrutando de como el sol decía adiós un día más sin saber qué iba a hacer con todo aquello que me daba vueltas en la cabeza, hasta que decidí que se acabó el no hacer nada y reprimirme. Iba a apostar por lo que sentía e iba a hacer que Hande se enamorara de mí como yo ya lo estaba de ella. Por qué todo lo que estaba sintiendo no podía ser otra cosa más que amor.
De repente sentí unas manos en mis hombros, miré hacia arriba y me encontré con aquella hermosa mujer de ojos oscuros y larga melena.

H: ¿Porqué no vienes con nosotros? está a punto de ponerse el sol, además nos estamos divirtiendo muchísimo.
K: me apetecía estar tranquilo, estos días han sido muy ajetreados - le cogí las manos y eché mis piernas hacia ambos lados de la tumbona para que ella pudiera sentarse - ven, siéntate.
H: Kereeem... ¿se puede saber que te pasa? últimamente estás de lo más raro ¿Puedo? - preguntó sigilosa.
K: puedes... - se acercó más a mi pierna derecha y se tumbó en el resto de tumbona apoyando su cabeza en mi pecho quedando así a la altura de mi barbilla. Olía a una mezcla de cloro, su perfume y ese olor a flor de almendro que tenía su pelo tan especial. Pude olerlo sin ni siquiera rozar mi nariz contra su cabeza - no tienes que preguntar estas cosas. Esto es ya una costumbre entre nosotros, babe.
H: y me encanta que podamos hacer esto sin motivo alguno - buscó mis manos para entrelazarlas con las suyas y jugar con mis dedos mientras se hacía un silencio entre nosotros y el mar nos regalaba esa escena que jamás olvidaré - podemos quedarnos unos días más aquí ¿No crees?
K: ojalá pudiera parar el tiempo y quedarme aquí contigo de por vida - me quedé en shock. Ni yo mismo me esperaba soltar lo que acababa de decir pero ella simplemente apretó una de sus manos contra la mía y se movió para doblar su pierna izquierda. Mi cuerpo había desconectado de mi cerebro por un momento. besé su cabeza con sumo cuidado y acaricié su largo pelo, notando como ella se relajaba más de lo que ya estaba.
H: lo digo muy en serio, kerem, quedémonos unos días más aquí - de repente se alzó y se giró quedando frente a mi colocando sus piernas por encima de las mías acercándose algo  más de lo que estábamos acostumbrados -  necesito esto.
K: ¿qué es "esto" Hande? - la miré fijamente a los ojos sin apartar mi mirada de la suya.
H: Esto, estar solos. Estoy harta de estar rodeada de gente y no poder comportarme como quiera contigo por el que dirán.
K: yo no me estoy escondiendo de nada que no quiera hacer.
H: Mientes - achinó sus ojos y frunció la frente mientras arrugaba la nariz hacia arriba - eres un mentiroso. Tanto tú como yo sabemos que aquí pasa algo- nos señaló a ambos con el dedo de un lado a otro.
K: Handeee... - pasé una mano por su mejilla y la bajé hasta su cuello.
H: kereeem... - posó su mano encima de la mía
K: dios mío ¿Qué me estás haciendo?
H: ¿Qué me estás haciendo tú a mí? - colocó ambas manos encima de mis hombros y bajó hasta mis brazos - Kerem, te prometo que no voy a romperme, no soy una muñeca de porcelana. Además estoy bien, desde que llegaste a mi vida todo ha ido a mejor y gracias a ti estoy descubriendo cosas de mi que ni siquiera sabía que podía hacer o sentir. Hace apenas un par de meses tenía los sentimientos totalmente bloqueados y tú has ido entrando poquito a poquito en mi corazón.
K: Hande, para, me lo estás poniendo muy difícil. No quiero hacerte daño, quiero que disfrutes de cada gesto, de cada palabra, de cada movimiento, de cada momento que tenga hacia ti. No quiero que te arrepientas de nada de lo que ha sucedido o está por suceder. Me has taladrado el corazón cómo nunca pensaba que lo haría nadie y quiero que contigo las cosas sean especiales.
H: no quiero esperar más. Necesito sentir que eres parte de mí - rodeó mi cuello con sus brazos y se acercó más a mi haciendo que nuestros pechos se rozaran - quiero sentir tus labios siempre que pueda y siempre que quiera.

Apoyé mi frente en la suya y cerré los ojos disfrutando de ese momento. Quería recordar todos y cada uno de los sentimientos y olores que emanaban de su cuerpo. Quería grabarme a fuego lento en la piel sus movimientos, sus pestañas, sus labios... todo de ella. La agarré por la cintura y rocé mi nariz con la suya en un lento movimiento. De su boca salió una leve sonrisa , abrí los ojos en el momento justo en el que ella abría los labios con un imperceptible gemido y le atrapé el labio inferior con suavidad mientras ella se acoplaba a mi labio superior sin titubear ni un momento, sintiendo por primera vez como Kerem la suavidad y el sabor de su boca. Nuestras bocas bailaron juntas unos minutos hasta que la falta de oxigeno hizo que nos separáramos.

K: acabo de darme cuenta de que soy adicto a tus besos...
Continuará...

Por motivos personales, tardaré algo más en subir la segunda parte, ya que una de mis manos está recién operada.

Espero que os guste y vuestros comentarios!
Gracias por leerme!!

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