relatos Edser/Hanker

Cap-1. La Historia que cambió mi vida

Estuve reunida por zoom con Kerem durante toda la tarde. Murat había vuelto una hora antes de que yo saliera del despacho con mil cosas en la cabeza y sonriendo como una tonta. Desde que empecé con el Proyecto de la serie me sentía cada día más libre de la relación que tenía con mi pareja. Los últimos meses habían sido una pesadilla para mí. Murat no hacía más que ir de fiesta en fiesta, sin producir prácticamente ninguna canción desde hace un año, conviviendo conmigo sin aportar ni una sola lira y exigiéndome que lo acompañara en cada evento al que tenía que asistir.

Gracias a Sen Çal Kapimi llevaba un par de meses sin parar de trabajar y me salvaba de pasar tiempo con él en plena pandemia. Mi padre, mi Hermana y mi cuñado me advirtieron hace un tiempo que estaba aprovechándose de mi, pero yo no quise abrir los ojos en el momento en el que me lo dijeron hasta el día en el que Gamze y Kerem, al que tan sólo conocía por pantalla, me dijeron la misma frase a través del ordenador en conversaciones y circunstancias distintas.

"tienes que quererte más, Hande"

Eso me hizo reflexionar. Ellos no se conocían y los dos me dijeron las mismas palabras. Es cierto que la cuarentena no ayudaba, pero yo tampoco hacía por quererme, Murat me absorbió por completo, no era la Hande que fui unos meses atrás.

A partir de ese día, dejé de hacer todo lo que Murat quería y me propuse quererme de nuevo, ser yo de nuevo. Empecé a hacer planes sin él, los pocos que podía hacer después de la cuarentena. Todos los días que podía pasaba a ver a mi sobrina Mavi, nacida hace cinco meses, a mi hermana y mi cuñado si no tenía reunión con la productora, los guionistas o Kerem.

Cuando tuvimos algo más de confianza, Kerem y yo nos llamábamos más a menudo para hablar los dos solos y ponernos de acuerdo con los personajes o ensayar las escenas sueltas del primer capítulo que nos iban enviando día tras día a nuestros correos. Siempre acabábamos alargando las conversaciones hablando de cualquier otra cosa que no fuera el trabajo y yo lo agradecía muchísimo, tanto que a finales de abril, cuando nos conocimos en la primera reunión, lo primero que nos salió fue abrazarnos como si nos conociéramos de toda la vida. Y En el rato en el que estuvimos juntos, me olvidé de todo lo relacionado con Murat, como si no hubiera existido nunca. Reí todo lo que no había reído durante meses, hablamos de mil cosas. Nos dieron, por fin el libreto del primer capítulo completo y matizamos algunas cosas que nos quedaban por hablar.

Cuando llegamos a la escena final, Kerem y yo nos miramos. Mi personaje era muy echada hacia delante, pero yo no esperaba que en el primer capítulo tuviéramos que besarnos, tuviera que besarlo yo a él. Vi como el sonreía y noté como me sonrojaba. Era trabajo, no sé por qué me ponía de esa manera, así que me recompuse cómo pude y cerré el libreto. El kerem que conocí online me caía bien pero el que tuve esa mañana delante acrecentó lo que ya sabía. Era un hombre excepcional, apostaba por el feminismo, la lealtad a la familia, el futuro de los niños, el deporte, la libertad a la vida y su amor por todo lo que le importa. Fue una reunión increíble. El director nos indicó que empezaríamos a grabar en tan sólo 4 semanas.

K: Nos vemos Handemiyy, te llamo más tarde para hablar sobre las últimas escenas y profundizar en ellas.

H: de acuerdo! espero tu mensaje y me conecto.

Volvimos a abrazarnos y un sentimiento de calidez y paz recorrió el interior de mi cuerpo. Al separarnos le sonreí y nos despedimos con un hasta luego.

Y 4 horas después volvía a salir de la habitación con la misma sonrisa con la que salí esa tarde de casa del director de la serie. Pero se me borró justo en el momento que crucé la puerta del salón y vi a Murat tirado en el sofá, con la que debería ser su cuarta cerveza, un partido de futbol en la televisión, la mesa llena de botellas vacías y una bolsa de patatas chips echada de cualquier manera. Esto no podía seguir así, yo ya no me reconocía en el espejo. Por mucho que hiciera mis propios planes, intentara cruzarme lo menos posible con él e incluso evitar dormir en la misma cama juntos, su actitud me estaba consumiendo.